Villes

Hondarribia (version de 2003)

¿Oiason romana?. En la zona E. de la cota 543 del macizo de Jaizkibel, al par de Gaintxurizketa-Guadalupe, encontró J. M. de Barandiarán, en 1934-1935, dos dólmenes que fueron luego destruidos por las obras de la carretera. Los hallazgos efectuados en los últimos veinte años en el perímetro marino del cabo de Higuer parecen confirmar las sospechas de Berrotarán y Díaz en 1785 (informe a la Academia de la Historia), recogidas por Serapio Múgica, sobre la existencia de establecimientos de tipo portuario en la ría del Bidasoa, hoy en acelerado proceso de colmatación, pero que en la época romana parece haber constituido un estuario hasta Endarlaza, escenario activo de navegación y cabotaje. No sólo existen vestigios arqueológicos y toponímicos en los cursos transversales de Jaizubía, Ibarla y Estebenea. Mezquiriz, Hernandorena y Rodríguez Salis han ido encontrando en la rada fondeadero de Asturiaga (hacia Higuer) una serie de materiales arqueológicos romanos, en especial cerámicos, frente al castillo de San Telmo. Esto y los importantes descubrimientos de Irún de J. Rodríguez Salís, inducen a estudiosos como I. Barandiarán a sospechar "que el yacimiento del Juncal y lo que en sus inmediaciones pueda descubrirse deba corresponder precisamente al casco urbano de aquella Oiason de los Vascones que por el cambio de Era se relacionaba con los romanos" (Guipúzcoa en la edad antigua, CAP, 1973, p. 84). Oiason aparece de esta forma como una designación polivalente. En opinión de Barandiarán correspondería a una ciudad, un cabo o promontorio y un paso entre Iberia y Aquitania. Adolf Schulten, llevado por su interpretación de un pasaje de la Ora Marítima de Avieno, efectuó en 1926 una excavación bajo la antigua ermita de San Telmo en busca de un templo a Venus (Veneris iugum) marítima. El célebre arqueólogo alemán halló una construcción antigua que le indujo a reafirmarse en su tesis pese a ser ésta impugnada por diversos autores basándose en la cita de dos rocas -Amuitz y Les Briquets para Schulten- que juzgan insignificantes, para ser aquéllas a las que se refiere el cronista clásico.