Visitantes. Consta la visita de Enrique IV a fines de abril de 1463 con motivo de las diferencias que tenia con el rey de Aragón, alojándose en la casa solar de Venesa. Según refiere Esteban de Garibay los príncipes Felipe y Juana, a su venida a España, entraron en la misma villa el día 29 de enero de 1502. En 1506 fue Germana de Foix, la joven novia del viejo Fernando de Aragón, la que reposta en la plaza. En 1521 el paso de San Juan de Dios ocasionará la erección de un grupo escultórico en su memoria. Francisco I de Francia hizo una estancia forzosa en 1526 antes de ser canjeado. Su captor, Carlos V, se aposentó en la misma en la noche del 27 de noviembre de 1539 en su tránsito a Flandes. Reconoció la villa, sus fortalezas, cubos y murallas, y a petición del duque de Orleans perdonó a cierto Berroto, que estaba sentenciado a muerte. El siguiente día continuó el viaje por mar, desembarcando en Biarritz. Felipe III llegó igualmente a esta ciudad el día 7 de noviembre de 1615 con su hija Ana a hacer la entrega de ésta, y permaneció en ella todo el siguiente. La princesa Isabel de Borbón, desposada con el príncipe de Asturias, llegó el día 9 del propio mes, donde se detuvo todo aquel día. Felipe IV se aposentó igualmente en el palacio de esta ciudad el día 2 de junio de 1660, para hacer la entrega de la infanta María Teresa de Austria, la cual se desposó con el rey de Francia por medio de su apoderado en la iglesia mayor de la misma. Felipe V visitó también esta plaza la tarde del 23 de enero de 1701, viniendo al efecto de Irún; pero sin apearse más que en las puertas de la iglesia, donde entró a hacer oración, y volvió a aquella villa. El emperador de Alemania José II estuvo del mismo modo en Fuenterrabía el día 26 de junio de 1777 con el objeto de reconocer las brechas que los franceses abrieron en el sitio del año de 1719. Finalmente Napoleón, emperador de los franceses, con la emperatriz, el día 17 de setiembre de 1858, y el rey de los belgas el 19 de setiembre de 1859.