Villes

Hondarribia (version de 2003)

El burgo amurallado. El casco urbano de la población amurallada está constituido por una calle mayor que parte del arco de Santa María y llega a la iglesia fortificada y una red de arterias trasversales bastante regulares. La antigua plaza de armas se situó en lo más alto de la ciudad. Las calles principales han sido Mayor, Pampinot, Chapitel o San Nicolás, Fuentes y Tiendas. Su estructura y edificación data de la edad moderna aunque el emplazamiento no haya apenas variado desde el medievo. Destaca por su tipismo la empinada calle Mayor, escenario de las célebres procesiones y el alarde. Pero la calle más importante en el medievo no fue la calle Mayor sino la de San Nicolás o Chapitel a la que la primera desplazó a partir de la apertura de la puerta de Santa María en 1516. Sólidas casonas renacentistas se alinearon a lo largo de la nueva vía, edificadas en piedra en vez de madera, con hermosos escudos en las fachadas. Las calles Tiendas, Platerías y Carnicería delatan su origen gremial y comerciante. Por decreto del 4 de julio de 1963 el casco antiguo de la ciudad y su zona de influencia fueron declarados monumento histórico-artístico nacional.

La ciudad a mediados del siglo XIX. D. Florentino Portu, secretario durante cincuenta años de su Ayuntamiento, nos la describe así: "El ámbito de la ciudad por sus murallas era como de 2.000 pasos, y se hallaba rodeada desde el Norte por Oeste y parte del Sur, de un ancho foso, y defendida al Este y Sur por la ría Bidasoa, pero de todas sus fortificaciones, aunque fue siempre plaza de armas, sólo existían un baluarte enteramente con movido por las minas, dos cubos muy mal tratados por la misma causa, largos trozos de lienzo de muro y la casa fuerte o palacio del emperador Carlos V. El número de casas que existía en el cuerpo de la ciudad, era de 129; casi todas de dos pisos y bastantes regulares en su construcción y repartimiento interior; hacia el Norte el barrio unido de la Magdalena que constaba de 73 casas y donde había una basílica dedicada a esta Santa; en general los habitantes eran los pescadores, y aunque las casas no eran tan grandes como en la ciudad, exceptuando unas 8 ó 10 que eran bastante espaciosas, sin embargo las más tenían dos pisos y todas balcones de madera, siendo mucha la gente que las ocupaba; la casa del peso propia de la ciudad que en otro tiempo fue hospital denominado de San Bartolomé, era muy espaciosa, y en el recinto de sus sólidas paredes se hicieron tres, cuando se colocó el peso en este barrio; en lo de Jaizubia y Cornus que comprendían el resto de la jurisdicción situadas en la falda oriental de Olarso, había 190 casas separadas, donde habitaban los labradores, si bien con pocas tierras: en muchas de ellas, que tenían habitaciones a propósito, pasaban los dueños en otro tiempo la temporada de verano, y existiendo una magnífica casa de campo propia de Torre alta, con dos torreones en la fachada y deliciosos jardines, que servían de residencia de recreo durante la estación del calor. En el punto más elevado y casi céntrico de la población, está la plaza que tenía 69 pasos de longitud, 52 de latitud Sur y 38 por Norte, careciendo de soportales, y se ejercitaba en ella la tropa y se hacían siempre las proclamaciones reales; por la situación inclinada del palacio de Carlos V que ocupa su lado Este, no forma un perfecto cuadrilongo; la obra del palacio, que tenía bóvedas, plataforma y cuarteles para acomodarse 850 camas, se atribuye a D. Sancho Abarca, rey de Navarra; su ampliación y fortificación a D. Sancho el Fuerte, y su hermosa fachada al emperador de quien toma su nombre; las magníficas habitaciones del gobernador y estado mayor, destruidas en 1794, estaban a su espalda y defendidas a su abrigo; las baterías de su plataforma dominaban todo el campo. De los edificios públicos, fuera de la susodicha casa fuerte y una cerrada con otro solar contiguo que fue Hospital del Rey, puede decirse que no había más que el Hospital y Casa Consistorial."

Ensanches. Se crean arrebatando al mar marismas y arenales. Las grandes obras se hicieron a finales del siglo. Las calles de Faro, Butrón, Matxin de Arsu, Vélez, Domingo Eguía, Almirante Alonso se trazan sobre los 16.625 m2 ganados mediante malecones. En 1907 se construye el dique y se inicia la erección de villas a orillas del mar hasta Higuer mismo.

La playa. Una de las más profundas de Gipuzkoa, se la dota de un espigón, convertido, a su vez, en pintoresco paseo arbolado bordeado de rocas pobladas de bañistas y pescadores.

Murallas. Los trabajos fortificatorios que conocemos en Hondarribia son posteriores a la erección del castillo altomedieval conquistado por el rey de Castilla en el año 1200. Con el paso a la Corona castellana, ésta convierte la plaza en un bastión fronterizo lindante, primero, con la corona inglesa y, a partir del siglo XV, con la francesa. La remodelación moderna de las murallas se efectúa en el siglo siguiente, con los RRCC, que plantaron su divisa, y con el emperador Carlos I; los muros se ampliaron y perfeccionaron alcanzando 70 pies de altura y 32 de ancho dotándoselos de baluartes y cubos. En el primer tercio del siglo XVII la enumeración de los diversos elementos de la fortificación es la siguiente partiendo del extremo septentrional: Baluarte de la Magdalena -actual n° 4 de la calle Javier Ugarte-, baluarte de Leiva, baluarte de la Reina, baluarte de Santa María, baluarte de San Felipe y baluarte de Santiago. La entrada se hacía por la puerta de tierra o de Santa María, en cuyo frontis campea el escudo de armas de la ciudad esculpido, y por la puerta de San Nicolás. La parte oriental del recinto en la que se hallan la iglesia fortificada y el castillo, gozaba de la protección de la ría del Bidasoa que le separa del arenal de Ondarraizu de la Hendaya laburdina. Durante la guerra de la Convención, el ejército francés voló gran parte de los lienzos y panes de murallas, en especial los de la parte oriental que consideraban peligrosos para Francia. El Ayuntamiento acordó el 29 de noviembre de 1854 el derribo de parte de las murallas hasta las troneras y en 1885 la constitución del paseo de las murallas hoy en día convertido en un florido paseo bordeado de una zona residencial de villas y jardines y de la carretera.

Castillo. Denominado actualmente "Castillo de Carlos V" (parador de "El Emperador"), es de forma cuadrangular y de fachadas lisas sin torres ni garitas, cubierto con techo de madera excepto en el último piso que lleva bóveda. Llegó a contar hasta con seis alturas y con todos los establecimientos necesarios para la guarnición y tropa. Algunos de sus muros tienen hasta tres metros de espesor. En su terraza posterior, dominando la orilla laburdina del Bidasoa, se situó hasta una docena de piezas de artillería. En tiempos de Gorosabel podía acomodarse en su interior un batallón de infantería. Existió también un palacio real del que hoy sólo quedan vestigios. En él se alojaron las personas de rango elevado que visitaron la plaza incluidos miembros titulares de la realeza como Carlos I, Felipe III y IV, Isabel de Valois y de Borbón, el poeta Garcilaso, gobernadores militares y tenentes de la plaza. Sus calabozos también estuvieron concurridos por gentes importantes como Miguel de Oquendo, los hermanos de San Francisco Javier, etc.

Castillo de San Telmo. Erigido en 1598 por el capitán general Juan Velázquez para defender la zona de invasores y piratas.

Casa consistorial. Erigida en el siglo XVIII (1735) bajo el trazado del arquitecto Andrés de Zabala con portalón de tres arcos y balcón superior corrido bajo acogedor alero. Se financió su construcción mediante la imposición de sisas otorgadas el 14 de junio de 1677. Dice Gorosabel que tenía cárcel y alhóndiga pero que como "á pesar de su mérito, se halla en una calle estrecha y sin desahogo por el frente, carece del lucimiento que debiera tener en mejor localidad. Antiguamente su sala capitular se hallaba en una torre contigua á la iglesia parroquial; á un lado de la cual por la parte exterior se veía colocado un sillón de piedra, donde es tradición que el arcipreste solía celebrar las audiencias. Derribada dicha torre en el año de 1764, apenas han quedado rastros de ella, ni de dicho sillón de piedra."

Casas solares. Casa de Casadevante. En la calle Mayor, ostenta el escudo de Casadevante y Gaycoegui. En ella se negoció la tregua que dio fin al más célebre de los sitios. Huecos adintelados surmontados de frontones, partido el principal. Balcones de hierro forjado. Palacio de Zuloaga. En la calle Mayor, frente a la anterior, construido en sillería. Fachada principal decorada con molduras curvilíneas. A media altura un escudo compuesto, por Zuloaga, Moyúa, Casadevante-Gaycoegui y Arreluz. Reedificado en los siglos XVII, XVIII y XIX. Casa solar de Arsu. En la cuesta del barrio Montaña, es el solar originario de Matxin de Arsu. Posee un bonito segundo piso sobre canecillos, de ladrillos a soga y escudo central con tres flores de lys y cinco cabezas humanas. Casa de Echeveste. Solar nativo del obispo Rojas y Sandoval situado en la Plaza del Obispo. Tiene tres alturas y carácter de fortaleza debido a la escasez de huecos y estrechez de puertas y ventanas. Escudo de armas empotrado en una de las esquinas.

Iglesias. Iglesia de la Asunción, construida en los siglos XV y XVI, de pórtico saliente entre dos contrafuertes con artesonado de piedra y bóveda de cañón. La puerta, de 1566, es de arco de medio punto con una imagen de la Asunción en el tímpano y ha sufrido modificaciones. Planta de cruz latina con tres naves de distinta altura, tres ábsides y crucero no apreciado en planta. Bóvedas de crucería variadas, de especial valor la que sostiene el coro, que tiene nervios finos, medio-relieves en las claves y decoración vegetal y animal; apoyos de distintos estilos. Al N. muro con balaustrada de tracería flamígera. Torre barroca obra de Ibero reedificada en 1764. Antiguo retablo de la capilla mayor, actualmente en la sacristía, de 1594, tallado por Joanes de Iriarte, Larrea y Ostiza; imágenes de apóstoles y relieves de importancia en mal estado. El ábside formaba parte del sistema defensivo de la plaza. Vidrieras modernas representando las tres diócesis -Bayona, Pamplona y Vitoria- a las que perteneció la parroquia, la proclamación del dogma de la Inmaculada por las Juntas, la boda de M.ª Teresa de Austria y la Virgen apareciéndose a San Juan de Dios. Ermita de Santiagotxo. En el barrio de Arkoll, fue reconstruida en auzo-lan a finales de los años 60. La imagen de un peregrino compostelano, tallada en madera de manzano, parece datar del siglo XIV. Ermita de N. S. de Guadalupe. El edificio es de 1585 aunque se le cita en 1503. Quedó derruido en el asedio de 1638. El almirante de Castilla libró 338 ducados de plata contra el pagador del ejército libertador para que la ermita fuera reparada. Conserva una imagen gótica de la titular que se ha considerado un mascarón de proa. El altar mayor es obra del hondarribitarra Elduayen. La edificación experimentó profundas modificaciones en 1908 bajo la dirección del arquitecto Angel F. de Casadevante. Iglesia de Santa María Magdalena en la Marina, con pintura de Gaspar Montes Iturrioz.

Plazas. La más antigua es la Plaza de Armas situada, como su nombre lo previene, frente al castillo medieval. En ella han tenido lugar todas las celebraciones y fiestas importantes, paseos, proclamaciones, etc. Otras plazas: la del Vicario o Plaza de Gipuzkoa, la del Obispo (Rojas y Sandoval).