Sailkatu gabe

EUSKARA OBJETIVO (LENGUA: HIZKERA)

SINTAXIS IV.

Voz. Es en euskara la correspondencia semántica sujeto-objeto-verbo, o si se quiere, agente/verbo y paciente. La concordancia es morfológica; la voz es semántica y morfológica simultáneamente. Verbo es una relación semántica que en nuestro flexionario se corresponde por tipos de flexiones especiales para cada peculiaridad. En toda proposición euskérica, pues, han de estar en la misma voz los tres elementos de la misma, mediante el tipo de flexión empleada, la sufijación activa o su carencia en el sujeto, y en la forma de establecer los dativos. Es ésta una de las creaciones euskéricas más geniales de la lengua ya que constituye un sistema de coordenadas completo, tanto semántica como formal y sintácticamente. En castellano, p. ej., si digo "un hombre", no nos dice nada en cuanto a su relación con un paciente y un verbo, y ni siquiera si es sujeto de una proposición. Pero si digo en euskara gizon batek, "un hombre", se sabe ya, desde ese momento, que aparece en actitud activa, dispuesto a ejecutar una acción exterior que ha de recaer en un recipiente objetivo u objetivizado al efecto. En cambio, si digo gizon bat, también "un hombre", se sabe positivamente, que, de ser sujeto, no es activo sino protagonista de un proceso interior al sujeto. En el primer caso, gizon batek/liburu al eman du, "un hombre/ha dado/un libro", y en el segundo, gizon bat/ongi/etorri da, "un hombre/ha venido/bien". Quiere esto decir que los verbos en euskara se conjugan, en principio, con flexiones transitivas o intran- sitivas, según que el sujeto lleve el sufijo activo -k, o no lo lleve: gizon bateK y gizon bat (la -e- es de relleno). Pero no acaba aquí todo porque la realidad es más complicada. Aparecen los verbos reflexivos y recíprocos con un trato propio en el que se combinan ambas voces, la activa y la no activa. En euskara se combinan semántica y morfología para poder distinguir tres juegos de voces: 1. directa: ni erori naiz, "yo me he caído", en sentido subjetivo; y nik saldu dut, "yo lo he vendido", en sentido objetivo. 2. indirecta: erori zait "se me ha caído" en sentido subjetivo (algo que forma parte de la persona) y saldu dit, "me lo ha vendido" (algo exterior a la persona). 3. bipolar, colectivo-individual: alkar il degu, "nos hemos matado mutuamente" y bere burua il du, "se ha suicidado".

Directa. Relación de sujeto, atributo o complemento en su caso, y verbo, constituyendo un hecho directo como,

ni naiz, "yo soy"; ni nator, "yo vengo"; ni iltzen naiz, "yo me muero", por un lado, y, nik dut, "yo lo he"; nik egiten dut, "yo lo hago"; nik iltzen dut, "yo lo mato", por otro.

En todos estos ejemplos se establece la relación de sujeto intrasitivo, unos, y transitivo (activo), los otros, con la naturaleza y forma de sus verbos respectivos. Ahora, si les dotamos de atributos y complementos, veremos que son también directos:

ni - ona - naiz, "yo - soy - bueno; ni - ongi -nator, "yo vengo - bien"; ni - laister - iltzen naiz, "yo - me muero - rá pidamente"; nik - ogia - jan dut, "yo - he - comido - pan"; nik - indarra - egiten dut, "yo - hago - fuerza"; nik - ollua iltzen dut, "yo - mato - la gallina".

Las formas directas intransitivas poseen su formato propio lo mismo que lo tienen las transitivas:

Intransitivas directas
naiz
zera
da
gera
zerate
dira
se corresponde con ni
zu
ura
gu
zuek
ayek
Transitivas directas
dut
duzu
du
dugu
duzute
dute
se corresponde con nik
zuk
arek
guk
zuek
aiek

Como se ve, en las intransitivas directas de presente de indicativo los pronominales inician las flexiones, en un caso, y finalizan, en el otro. Se corresponden también persona y número, pero en las objetivas, además, el número del complemento:

nik - olluAK - iltzen diTut.
nik - olluA - iltZen dut.

Indirecta. Ahora la acción ya no recae directamente en un objeto o tiene lugar en el propio sujeto, sino que lo que sucede termina indirectamente en alguien o en alguna otra cosa que no es la del complemento directo. Aparece, pues, un complemento indirecto. En euskara hay dos parejas de voces indirectas, la subjetiva-objetiva, y la alocutiva pronominal. La primera abarca las proposiciones tipo zait, "se me ha", y tipo dit, "me lo ha", y sus combinaciones con los demás pronombres: neri-osaba-il zait, "se me ha muerto - el tío - a mí ". Se corresponden al dativo de nerI y el dativo de zaiT, el singular de osaba y el singular de zait. Neri bi osaba il zaizkit, "a mi - se me han muerto - dos tíos". Se corresponden, además del dativo, y persona, como el el caso anterior, el plural bi osaba, "dos tíos", que se expresa en zaiZKIt. Ejemplos. itzaia-ri beiak joan zaizkio "al boyero se le han ido las vacas"; gaur bertan eldu zait il dalako berria, "hoy mismo" me ha llegado la noticia de que ha muerto"; zure bidean aintzinduko natzaizue, "os precederé en vuestro camino". Con esta voz "indirecta intransitiva" forma pareja la "indirecta transitiva": nere aitari - egia - esan diot, "he dicho al -padre - la verdad"; ardo tanto bat eman diegu, "les hemos dado - un trago de vino"; Jainkoari osasun eta ondasuna zor dizkiegu, "A Dios le debemos la salud y la hacienda". Se corresponden aquí los mismos elementos formales y semánticos que en la directa objetiva y, además, el dativo. La segunda pareja contiene dos grupos de flexiones diferentes tanto por la forma como por el sentido, como ocurría con la pareja anterior. En la voz alocutiva se hace referencia a la persona a quien se habla, resultando una forma y un sentido indirectos que constituyen el tratamiento familiar y el respetuoso de la conjugación vasca: i, mutil, ni etorri nauk, "tú, muchacho, yo he venido"; i, neska, ni etorri naun, "tú, muchacha, yo he venido". Aparece, además, el género de la persona que escucha en la propia flexión verbal, -k (masculino), -n (femenino). En las pequeñas frases ni ona nauk, ni ona naun, ni ona nauzu, "yo soy bueno" el familiar masculino -k, el familiar femenino -n y el respetuoso -zu se corresponden con el sexo y el respeto de la persona a quien se habla. Estas correspondencias semánticas se reflejan en la concordancia morfológica. Estas flexiones son en realidad transitivas, con sentido intransitivo, empleadas de una forma especialísima de indirección hacia la persona que escucha. Estas mismas, en voz transitiva, establecen una especie de voz dativa que no trasciende a la forma: Osabak ikusi nau, "el tío me ha visto" (pero a mí, en persona); zu ikusi zaitut, "te he visto a ti"; zergatik ez gaituzu eraman, "¿por qué no nos has llevado?". Es muy conocido el ejemplo que cita Azkue: Nor zaitut ene. semea? = "¿Quién eres, hijo mío?" La traducción literal sería, ¿Quién "te he" hijo mio? Azkue comenta: "sin que estas traducciones hagan otra cosa que dar idea, sí , del original pero quitándole frescura, donaire, elegancia". Este modo de hablar, alocutivamente, nos lleva a preciosas posibilidades de tipo literario, ya que la afirmación, p. ej., "quién es ese" (nor da ori) puede equivalerse a las alocutivas en "haber" una por cada persona singular o plural. Nor da ori = nor dut ori, para la primera persona o nor duzu ori para la segunda. ¿Qué significa exactamente nor dut ori? Significa "¿quién es ese?", pero en relación a mí o a los lazos que a mi le unen.