Sailkatu gabe

EUSKARA OBJETIVO (LENGUA: HIZKERA)

Familias básicas. Los diccionarios suelen contener las palabras en orden alfabético y, así y todo, se dejan ver las familias de palabras alrededor de un radical o raíz de donde se originan. Un simple vistazo al diccionario de Azkue deja ver la existencia de familias léxicas numerosas. Las acepciones de cada palabra, así motivadas, suelen esbozar, a veces, un comienzo de terminología alrededor de un tema. Veamos la palabra etxe "casa" que es convencional;

ETXE, "casa"
Etxealdaketa, "mudanza" Etxagun, "propietario"
Etxebitarte, "callejón" Etxagunite, "copropietario"
Etxegain, "tejado" Etxaguntza, "casa propia"
Etxegile, "arquitecto" Etxekojaun, "dueño de la casa"
Etxegoki, "inquilino" Etxajaun, "duende"
Etxeko. "familiar" Etxalaba, "heredera"
Etxekoi, "persona retirada" Etxalde, "casa de aldea"
Etxekotu, "familiarizarse" Etxaleor, "albergue"
Etxekon, "coinquilino" Etxalondo, "casa solariega"
Etxeratu, "retirarse a casa" Etxamitil, "hijo de familia"
Etxadi, "familia" Etxandera, "señora de la casa"
  Etxape, "tejado"

Si, al contrario, dispusiéramos de una ordenación por sufijos, la familia correspondiente a -tasun nos daría un repertorio de palabras abstractas de un tipo dado:

-TASUN -LARI
Zoriontasun, "felicidad" atzurlari, "cavador"
Eztasun, "carencia" pelotari, "jugador de pelota"
Semetasun, "filiación" atzelari, "zaguero"
Zoratasun, "locura" errelari, "fumador"
Ontasun, "hacienda" auzkalari, "pendenciero"
Adizkidetasun, "amistad" ekarlari, "acarreador"
Osasun, "salud" aurrelari, "delantero"
Zuritasun, "blancura" jokalari, "jugador"

De este mismo modo podríamos ir enumerando las palabras terminadas en -kunde, -kizun, etc. con resultados muy útiles para aquilatar la realidad del léxico. Todo esto y otros guiones distintos de clasificación que podrían hallarse, nos ponen de manifiesto que el léxico del euskara es un vocabulario organizado; que las palabras, en su gran mayoría, ofrecen una filiación semántica y una morfología interna cristalizada, pero, casi siempre, transparente. En otros casos solamente el especialista distingue componentes primitivos. En los nombres ezti, "miel" y ezko, "cera", existen evidentemente, una raíz ez- y dos partículas -ti y -ko que modifican el sentido de aquélla. Los nombres verbales, egon, ibilli, jarri, ikusi, etc., aunque recibidos hechos, como dados en el idioma, dejan ver la presencia de i-, e-, j-, como prefijos, y de -n, -i, como sufijos con un valor semántico perdido, por cuanto al conjugarse hacen na-go, na-bil, da-kus-t, dejando al descubierto su núcleo central, tema verbal fundamental. Todo esto quiere decir que el vocabulario, ya cristalizado en la tradición, encierra en su seno, conexiones internas, de elementos significativos y aun palabras yuxtapuestas, hoy desaparecidas como tales. Este análisis nos lleva de lleno a la etimología y al origen de las palabras. Ya en este terreno las cosas se complican y se entra en pistas resbaladizas. ¿Qué pensar de los grupos etimológicos tal como los establece Gorostiaga? Ya no se trata de simples familias de palabras tomando como referencia una raíz visible morfológicamente. Este autor las amplifica recurriendo para ello a su valor semántico, etimológico, además del formal o externo. Así, tomando como raíz o base temática a ar-, "piedra", establece este grupo que sigue: ARRI, "piedra; iarri, "poner"; larri, "grueso" y "apurado"; sarri, "espeso", "frecuente"; sar-tu, "meter"; txarri, "cerdo". Todas están relacionadas -dice- tanto por la forma, como por el sentido, alrededor de una raíz o base que por ahora damos como ar-, la cual significa, "cosa compacta", "espeSa", "frecuente", "apretada", etc.
Así, ARRI, "piedra", por definición, es cosa dura, más o menos compacta.
BARRI, nuevo, es decir, cosa que se repite, frecuente, renovada, reciente.
GARRI, "cintura", es decir, "ceñido", "apretado".
IARRI, "poner", cf. el francés "mettre",
castellano "meter", es decir, apretar para meter, p. ej., hierba en un cesto. LARRI, "grueso" (por la misma definición), apurado, es decir, aprieto.
SARRI, "espeso", "frecuente" (por la misma definición).
SAR-TU, "meter", cf. arriba iarri.
TXARRI, "cerdo", es decir, animal grueso, espeso, etc.

Cree Gorostiaga que estas investigaciones etimológicas nos llevarían a establecer una filiación precisa de las palabras y como consecuencia el esclarecimiento del origen de muchas de ellas y sobre todo la determinación de lo propio y los préstamos sucesivos con otros idiomas. Este sistema, además de ser peligroso, no se apoya sino en la semejanza fonológica y ciertas coincidencias semánticas muy rebuscadas. Es como si quisiéramos relacionar en castellano garra, barra, parra, amarra, jarra o vaca, caca, saca, jaca, faca. Las explicaciones semánticas brotarían abundantes con no mucha imaginación.