Sailkatu gabe

EUSKARA OBJETIVO (LENGUA: HIZKERA)

Agrupación I.
Composición. Aparte de las palabras que no dejan ver elementos componentes, como etxe, "casa", ni, "yo", zuri, "blanco" y otras de este tipo, existen muchísimas en las que se perciben, aun a primera vista, elementos significativos interiores. Esas palabras simples no son susceptibles de fraccionamiento en otras más pequeñas. Examinemos, p. ej., abelgorri, "ganado vacuno"; udaberri, "primavera"; gabon, "noche buena"; makilgoxo, "regaliz". Hasta el euskaldun más iletrado descubre sus componentes: Abel-gorri, "animal rojo"; uda-berri, "verano nuevo"; gaba-on, "noche buena"; makil-goxo, "palo sabroso". Al comprimirse cada pareja de morfemas se han producido dos fenómenos: uno puramente morfológico, otro semántico y otro categórico. El primero consiste en la desaparición del intervalo que separaba a los componentes y su consiguiente soldadura; el segundo se evidencia en la transformación semántica, "animal rojo", en "ganado vacuno"; "verano nuevo", en "primavera"; y "palo sabroso" en "regaliz". El tercer fenómeno es la conversión de dos palabras en una sola. Traducido a fórmula daría X + X = XX o mejor, Xx, pues una parte es fundamental y la otra, accesoria. Pero la trascendencia de este resultado está en que tenemos una palabra nueva y con un valor que no es exactamente la suma de los dos originarios. Abel-gorri, "animal rojo", podría haber sido un perro o una gallina, pero "abelgorri", no puede ser más que el ganado vacuno. Y desde el momento que la palabra se usa como autónoma, como propia, ya del léxico del idioma, va a incrementar el fondo tradicional, pasando del mundo gramatical al de los materiales del idioma. Por eso, todo elemento puramente léxico, en oposición a gramatical, conserva, como en miniatura, otra gramática anterior, ya petrificada y aun fosilizada en las palabras. Por ej., la voz bíar, "mañana", que parece simple, podría analizarla un etimologista experto y descubrir en ella sus componentes si es que los tuviere. El más nutrido repertorio de voces compuestas es el formado mediante la combinación de un morfema principal, temático, y otro secundario (afijo, desinencia, etc.). Examinemos, p. ej., ikustaldi, "vista", "panorama"; oñuts, "descalzo"; okiña, "panadero"; senargai, "novio". En todos ellos se descubren segundos componentes cuyo oficio parece ser el de componer nuevas palabras. Las terminaciones -aldi, "vez", "ocasión"; -uts, "vacío", "puro", "desnudo", sirven preferentemente para formar compuestos casi al por mayor. En casos como sagardo, "sidra"; baserri, "caserío"; arraska, "fregadera"; jauregi, "palacio", se observan contracciones admitidas por el uso y fijadas en la lengua. De sagarrez ardo, "vino de manzana", se forma sagardo; de arriz aska, "artesa de piedra", se origina arraska, "fregadera"; de jaunaren tegi, "residencia del señor", jauregi, "palacio", y de basoko erri, "pueblo de bosque", baserri, "caserío". En los casos citados desaparecen por elipsis morfemas secundarios -ez, -aren, -ko, -z. Ya no tan íntimamente, en un grado de integración más externo, se encuentran compuestos como ogeitalau "veinticuatro"; zer-edo-zer, "algo", en los que se han ligado hasta tres morfemas independientes sin elisión de las conjunciones ta, "y"; edo, "o".

Conexión: incrementos, anexión, emparejamiento. A la composición, unión de dos o más términos para formar uno solo, le sigue otro procedimiento que es el de incrementar a la palabra básica, simple o compuesta, de otros términos en un grado mayor o menor de adhesión. Si nos, fijamos en el vocablo eskupetik, "bajo cuerda", o en este otro, geienetan, "generalmente", pronto se puede apreciar que se podían haber escrito esku pe-tik, gei-en-eta-n, pero que por ser su adhesividad máxima se prescinde del guión. Si nos fijamos ahora en biotz-biotzetik, "cordialmente", o munduz-mundu, "monte por monte", nos hallamos en presencia de parejas de elementos idénticos en forma o en categoría cuya adhesividad se pierde en una buena parte, pero que no llegan a ser independientes y es por eso que los unimos con un guión que es intermedio entre la pura adhesión y la separación total. Estos pocos ejemplos nos ponen a la vista el procedimiento conectivo, representado en euskara por ese guión que da unidad externa al término. Sin pretender afinar lo suficiente, daremos aquí las tres especificaciones de rigor que rigen en ese mundillo de lo conectivo en materia a agrupaciones unitarias.

Incremento.-El término básico se incrementa de partículas significativas y vigentes que pueden aplicarse a cualquier otro término en sus mismas condiciones: Hay un buen número de nombres verbales constituidos de este modo: etxeratu, ir a casa (etxe-ra-tu); aitaganatu, "ir hacia el padre" (aita-gana-tu); baitaratu, "conseguir" (baita-ra-tu); ontaratu, "hacerse a esto" (onta-ra-tu); ortaratu, "hacerse a eso" (orta-ra-tu). Otro buen número de incrementos de esta índole se dan en las formas adverbiales del tipo onenean, "a lo mejor" (onen-ean); diotenez, "según dicen" (diote-n-ez); ezkutuan, "a escondidas" (ezkutu-an); baezpare, "por si acaso" (ba-ezpa-re = "bada-ezbada-ere"); badaezpadakoa, "dudoso" (ba-da-ez-ba-da-ko-a); ixil-ka, "en silencio" (ixil-ka); geienetan, "generalmente" (gei-en-eta-n); eskupetik, "bajo cuerda" (eskupe-tik). Hay, también, otros como norbait, "alguien" (nor-bait); zerbait, "algo" (zer-bait); zernai, "algo" (zer-nai); nornai, "alguien" (nor-nai); palabras en las que el segundo elemento entra en juego en series de palabras.

Anexión.-La forma más externa de la agrupación es la mera yuxtaposición o anexión de ciertos añadidos que especifican a la palabra básica y que se suelen emplear mucho en toponimia euskérica. Choca no poco a los que por primera vez oyen los nombres de caseríos, lugares y casas por lo general, el que, a veces, sean exageradamente largos. Pongamos por caso estas series:

Mendigigañeko-azpia Narea-bengoa
Mendigigañeko-g aina Narea-aldekoa
Mendigigañeko-borda Narea-goitia
Narea etxeberria
Odria-barrena Arte-kale
Odria- bidabe Goen-kale
Odria-etxeberri Barren-kale
Odria-erdikoa Goiko-etxea
Peko-etxea

Al cuerpo de la palabra, simple o compuesta ya, se le ha añadido una especie de apéndice, un anexo. La ubicación de la idea principal en el espacio y en el tiempo se efectúan con estos extrasufijos o extraprefijos. En el nombre Narea-bengoa se distinguen dos partes de una sola palabra, pero la segunda es un verdadero apéndice, que lleva al nombre de la casa Narea la idea de su posición, "la de abajo", en contraposición a Narea-goikoa, que es "la de arriba" y Narea-aldekoa, "la de al lado". El primer nombre Narea es el cuerpo originario, el cuerpo principal, en tanto que los apéndices -aldekoa, -goikoa, -bengoa, son los anexos. Al tipo Xx, responden, p. ej., Odria-barren, Mendiola-arte, Olabarri-zokoa Orkoyen-zabal, Orkoyen-aldea, Olatesayets. Al tipo xX, pueden asimilarse, entre otros, Barren-kale, Goien-etxe-berria, Arte-kale. Al tipo XxX, equivalen, NaasiKo-goena, OletaKo-ateka, MugaKo-lepua, CañeKo-borda, MendigigañeKo-gaina. Estos apéndices pueden ser, a su vez, simples o compuestos, como goi, azpi, barren, arte, alde y sus correspondientes goiko, azpiko, barrengo, arteko, aldeko. No confundir esta forma extracompuesta con la simple composición; vemos, en efecto, que varios de estos nombres pertenecen a ésta. En los nombres Mendiguren-bidea, Mendiguren-burua, Mendigibil-borda, Orkoyen-zabal, Mendigigañeko-azpia, sus cuerpos principales son Mendiguren, Mendil-gibil, Orko-goyen, Mendi-gaña.

ELEMENTOS ANEXOS
-ATZEKOA "De atras". Nabeaga-atzekoa. Omar-atze- koa.
-AURREKOA "El de delante". Nabeaga-aurrekoa. En- dialdua-aurrekoa
-GOENA "El de la cumbre". Naasiko-goena. Odria- goena
-GURENA "El del extremo". Ibar-guren
-BENGOA "El de abajo". Narea-bengoa.
-ALDEKOA "El de al lado". Narea-aldekoa.
-GOITIA "El alto". Narea goitia, Arrako-goiti.
-BEKOA "El de abajo". Nazabal-bekoa. Olako be- koa
-GARAIKOA "El del alto". Nazabal-garaikoa. Olalde- garaikoa
-BARRENA "El de dentro". Odria-barrena. Olalde-ba- rrena.
-BIDABE "Bajo el camino". Odria-bidabe.
-ERDIKOA "El de en medio". Odria-erdikoa.
-ZELAIA "La llanura". Odria-zelaia
-GARAI "Alto". Monteskue-garai.
-ARTEA "El intermedio". Mendiola-artea.
-BORDA "Borda". Mendigibil-borda. Mindegiga- ñeko-borda.
-AZPIA "El de debajo". Mendigiganeko-azpia.
-GAINA "El sobre...". Mendigigañeko-gaina.
-ANDIKOA "El de ahi". Mendiaraz-andikoa
-EMETIKOA "El de aqui". Mendiaraz-emetikoa
-BIDEA "El camino de". Mendiguren-bidea. Mina- txu-bidea.
-ATEKA "La cumbre de". Ondaneko-burua. Mendi- guren-burua.
-BURUA "Fuera de". Oletako-ateka.
-GANEKOA "El de encima". Olabarriaga-ganekoa
-ZOKOA "El del rincón". Olabarri-zokoa.
-SAYETS "Costado". Olate-sayets.
-BEITIA "El de abajo". Jauregi-beitia.
-ALDEA "El lado de". Orkoyen-aldea.
-ZABAL "Ancho". Orkoyen-zabal.
-NAUSI "Principal". Murelaga-nausi.
-BASO "Bosque de". Mandaro-baso. Munondo- basoa
-ERREKA "Regata de". Olhaingo-erreka. Onez- erreka.
-LEPOA "Collado de". Mugako-lepoa.

Emparejamiento.-Hasta ahora, los compuestos formaban un cuerpo unido, no importa qué categoría de palabra, desde el punto de vista semántico, fuere la integrante: jauregi, "palacio", de jaun + tegi = señor + sitio, lugar); lauortz, "tenedor" (de lau + ortz = cuatro + punta); gizon, "hombre" (giz- + on = individuo + bueno); nerau, "yo mismo" (ni + au = yo + éste). Si comparamos una palabra compuesta de esta clase con ixil-ixilik, mendi-mendian, ikusi-makusi, senar-emazte, joanak joan, munduz-mundu, jan-edanak, xin-xoan, lo primero que llama la atención es la formación por parejas de vocablos, separadamente independientes, pero unidos entre sí, a pesar de conservar una relativa autonomía eqüe = principal. Forman una sola palabra compuesta para los efectos del tratamiento gramatical. En jaun-andreak, "señoras y señores", el tratamiento es el de una palabra simple, ya que el artículo lo recibe el conjunto: jaun-andre)ak. La diferencia es ésta:

Castellano: señor)AS Y señor)ES
Euskara: jaun-andre)AK

El determinante -AK, plural, lo recibe el conjunto en tanto que se elide la conjunción Y. Aparte de este detalle importante que determina hasta dónde llega el cuerpo de la palabra compuesta por emparejamiento, veamos ahora los tipos que se observan. En ixil-ixilik, goxo-goxo, ikusi-makusi, bizi-bizi, los términos se repiten intensificando el segundo la idea principal del primero. En ikusi-makusi, "veo, veo", aparece un fonema m- sin otro valor semántico que el onomatopeico que lleva toda la composición en si misma. En las primeras formas se trata de dar intensidad y en las segundas de producir muchas veces una idea nueva. Véase: Arteka-marleka, "a ratos perdidos", de arte, "entre"; hizmizti, "charlatán", de itz, "palabra"; ondar-mondar, "residuo", de ondar, "residuo". Otras palabras llevan, además, sufijos subsidiarios intermedios: goiTIK-bera, "de arriba abajo"; mendiZ-mendi, "monte tras monte"; joanAK joan, "lo ido, ido". Algunas fórmulas aplicables serían éstas: Zuri-zuri, Xx, jaun-andreak, X-Xx, jan-edan, X-X, mendiz-bera, Xx-x, ikusi-makusi, X-xX. Pero no vaya a creerse que estas composiciones son arbitrarias. En zuri-zuri, la misma palabra, por repetición, intensifica el sentido del primer término. En jaun-andreak, son dos partes complementarias del "auditorio", que es la unidad; en xin-xoan, "venida e ida", "ida y vuelta", son las dos etapas de un solo viaje; en goitik-bera, la unidad está en la "altura" que expresa ese vocablo. Se exige cierta relación semántica, de igualdad, de dependencia, de complemento o de antítesis, como saldu ta erosi = saleroste, "compraventa"; artu-emon, "entradas y salidas".