Sailkatu gabe

EUSKARA OBJETIVO (LENGUA: HIZKERA)

Categorías léxicas II.

Partículas. Se trata de ingredientes secundarios que se adhieren a la palabra limitando o modificando su sentido o de otros autónomos que sirven de vínculo entre dos miembros de una frase o frases entre sí. En gizon, gizona, gizonarena, gizonentzat, observamos que a la idea "hombre" se han adherido el determinante -a, "él"; el genitivo, -aren, "de"; o el destinativo, -tzat, "para". Estamos en presencia de partículas significativas que, de una manera u otra, incrementan el significado del tema al que se añaden. En cambio, cuando decimos ni eta zu, "yo y tú"; bai edo ez, "sí o no", aparecen en estos ejemplos eta, "y"; y edo, "o", que no son otra cosa que vínculos entre las palabras en que se encuentran. Desde luego, el artículo -a, ha servido para determinar el semantema básico formando uno nuevo capaz de recibir nuevas modificaciones semánticas consecutivas. Son, pues, dos series de partículas distintas, una básica y otra no. En cuanto a eta y edo su autonomía vinculante está fuera de duda.
Artículo.-En euskara es el elemento que da sentido definido o indefinido a la palabra que lo recibe. Hay tres artículos: -a, "él, la, lo"; -ak, "los, las" y -ik, -rik, que es indefinido: ogi, "pan" se articula en ogia, "el pan, lo pan"; ogiak, "los panes"; ogirik, "pan", pero cuando se niega su existencia, se duda, condiciona, pregunta, o casos muy particulares con sentido positivo: ez dut nai ardorik, "no quiero vino"; ez dut itxaropen aundirik, "no tengo gran esperanza". Esta indeterminación se expresa también con la carencia de artículo: urdaiazpi, jan du, "ha comido jamón". Los artículos indeterminados autónomos bat, "un", "una"; batzuek, "varios"; se posponen: gizon bat, "un hombre"; emakume bat, "una mujer"; zaldi batzuek, "varios caballos". Hay, además, un artículo específico, -ok, "los, las, estos, estas": aitasemeok, "(vosotros), padres e hijos"; euskaldunok, "(nosotros), los vascos".
Relación.-Cuando el euskaldun emplea palabras tan corrientes como gizon, "hombre"; gizontsu, "humanamente"; gizagaiso, "pobre", "cuitado"; giz-aldi, "generación" o giza-bide, "conducta", tiene perfecta conciencia del valor significativo que corresponde a cada una de las subunidades componentes de estas palabras. La participación significativa en cada una de ellas es distinta en calidad y cantidad para cada partícula. Esta serie, gizon y giza comporta el significado "hombre" y que viene a ser como el guión o base de edificación. Pero comparadas estas dos últimas, que parecen irreductibles y sinónimas, observamos entre ambas cierta parte diferencial:

giz
giz-a
giz-on

Giz- no se emplea como palabra aislada y tampoco giza-, aunque esta última puede fugazmente ser mencionada pero no con una total independencia, sino formando un compuesto a distancia: giza edo ema-irudi, "a imagen de hombre o de mujer". En este ejemplo giza forma, simultáneamente con ema-, el compuesto giza-irudi. Ese fonema -a- de giz(a) es actualmente, por lo menos, elemento de relleno entre giz y gaiso formando gizagaiso. Claro, que estos elementos epentéticos pueden tener función distinta dentro de su carencia de valor significativo, pues no es lo mismo rellenar un hueco, ligar ambos componentes o servir de rodamiento antifricción o simplemente de cuidadoso tabique separador de ambos semantemas. En los nombres verbales se plantea el mismo problema pero con la diferencia que estas bases van incrustradas en la flexión a la que sirven de tema: da-KAR-t, "traigo"; da-KUS t, "veo". No ocurre lo mismo en arri-tu, zuri-tu donde radical y vocablo independiente son idénticos. Pero no ocurre igual cosa siempre, pues de esku, "mano" se deriva eska-tu, "pedir"; eska-ri, "súplica", eska-le, "mendigo". En nada o poco difiere aquí, eska- de giza-, y arri-tu de gizon-du. Sus fórmulas serian las mismas: X- y Xx- ya que arri, "piedra", también se reduce a arr- como en arr-aska, "fregadera": lit. "artesa de piedra". Los elementos -on- de giz-on-du e -i- de arr-i-tu serían paralelos: segundos componentes de radical. Veamos ahora, p. ej., la palabra eraman, "llevar", que el vasco-hablante emparenta fácilmente con eman, "dar" y por su paralelo, con eragin, "hacer hacer" y egin, "hacer"; erakutsi, "enseñar", e ikusi, "ver". Al conjugar estos verbos el euskaldun juega con el tema -rama- con toda soltura, no usando palabras hechas, sino formadas en al momento y a la medida, lo que se comprueba cuando alguien no muy práctico en la lengua titubea en la elección de combinaciones pronominales. Así dice daramat, daramazu, darama, daramagu, daramate, etc. Parecería que el radical iba a ser en este caso darama-, en bloque, pero no es así. El da- inicial tiene valor de tercera persona con toda vitalidad en dator, "viene"; dakus, "ve"; dauka, "tiene"; dakar, "trae". La parte temática es, pues, -rama-, que, a su vez, se reduce a -ma-, de eman, "dar", dado que -ra-, como infijo, tiene un valor que goza de gran vigor en la conciencia del hablante. Entonces -ma- es el tema original. Estos son los distintos socios de la entidad palabra. El socio capitalista es, como si dijéramos, el tema, o el bloque de dos temas, lo que llamamos base. Los otros afijos son socios a distinto título que aportan su significado y su colaboración. Estos modelos se repiten por millares en nuestro euskara, pero, tanto unos como otros, bases y afijos, se limitan a integrar la palabra sin trascender fuera de ella. Cada incremento mira hacia dentro; es la palabra entera, en su unidad, la que está ya preparada a recibir los sufijos de relación exterior. Para las ideas derivativas, declinativas o modificativas de sentido, en general, se emplean en euskara afijos, casi siempre sufijos, y en contadas ocasiones, prefijos. Así, la base temática, deriva, declina o conjuga su significado precisándolo más y más hasta llevar a una supermodificación de sentido gracias a la facilidad de añadir consecutivamente los afijos pertinentes. Todo el complejo de relaciones a que conducen las coordenadas de la realidad se refleja en estas partículas significativas. Unas veces consiste en añadir un morfema derivativo -gile, como en langile, "trabajador", o -gin, como en sorgin, "bruja", para constituir nuevas palabras. Otras veces declina estas palabras como en langile-aren, "del trabajador", o conjugan un tema verbal como nen-kar-en, "lo traía (yo)". Al hablar de la derivación, declinación y conjugación quedaron ya de manifiesto este tipo de semantemas. No obstante, estas partículas significativas ocupan un campo mucho más amplio. Basta con citar -k de agente: ni naiz, "yo soy", y niK dut, "yo lo he"; ni naiz, "yo soy", y ni nauK, "yo soy, tú varón", ni nauN, "yo soy, tú mujer", donde -k y -n, significan varón y hembra, respectivamente. El afijo vasco llega a todas partes estableciendo conexiones significativas y morfológicas de detalle hasta la meticulosidad, y de síntesis, hasta la unidad total. Constituye el arsenal de nexos de toda la configuración, sistema y proyección de la lengua. Las clasificaciones gramaticales en boga colocan promiscuamente morfología y categorías léxicas, estableciendo afijos de derivación, declinación, numerales, pronominales, adverbiales, verbales, agentes, familiares, subordinativos, etc. Falta investigar el sistema propio que encarnan en sí mismos, en la estructura interna de la lengua en si. En este caso habría que distinguir los tres grupos en que se da la estructura:

1. Conexiones morfológicas: de composición, derivación y conjugación.
2. Conexiones semánticas: nominales, particulares y verbales.
3. Conexiones proposicionales: activas, subordinativas y conjuntivas.

En el primer grupo podrían entrar los temas secundarios de la composición, los sufijos de la derivación y los prefijos infijos y sufijos de la conjugación.
I. arra-maiatz, "junio"; berr-eun, "doscientos"; des-erri, "exilio"; ez-ikasi, "ignorante"; bas-ate, "pato silvestre"; ira-kasi, "enseñar". -gin, "agente": zur-gin, "carpintero"; -kunde: zabal-kunde, "propaganda", "ensanchamiento" (zabal = ancho); -ari; jan-ari, "alimento" (jan = comer); pen: itzul pen, "traducción", "vuelta" (itzuli = volver); -tasun: andi-tasun, "grandeza" (andi =grande), etc. d-, tiempo presente: d-atar, "viene"; z-, tiempo pasado"; z-en, "era"; -ki-, dativo: dago-kio, "le está (a él)"; -ke, "poder"; dago-ke, "puede estar"; -te, plural pronominal: du, "lo ha" y du-te, "lo han"; -k, varón: duzu, "lo has" y duk, "lo has, tú varón"; -la, "que"; datorre-la, "que viene"; -it-, "los" objetivo: dut, "lo he" y d-it-uf, "los he", etc.
2. Aquellas partículas que puede recibir el sustantivo, el adjetivo y el pronombre como tales categorías semánticas. El nombre propio, definido suficientemente por sí mismo, no necesita del artículo para recibir partículas: iñaki-k (activo), Iñaki-z (mediativo), Iñaki-ri (dativo) contrastan con gizona-k, gizona-z, gizona-ri, ejemplos en los que aparece gizon definido por -a. Esto en lo que se refiere a los semantemas declinativos, porque los derivativos se unen directamente al nombre básico: gizon-tasun, "hombria de bien". El .adjetivo cuando sigue al nombre recibe las partículas en la misma forma que un sustantivo cualquiera: gizon jakintsu-aren, "del hombre sabio", formando una unidad semántica con el nombre. El pronombre personal ofrece la particularidad de considerar a la persona como una complejidad interna intercalando en los casos mediativo, inesivo elativo, adlativo y genticio locativo, el infijo -ta-: de ni "yo", ni-ta-n, "en mi" (-n = en). Los posesivos se conectan directamente: nere, "mí", y nere tzat, "para mí". Definido en nere-a, "lo mío", se convierte en nere-a-ren, "del mío". Los demostrativos pueden recibir directamente como en au-xe, "este mismo" (xe = mismo) pero cambian de base al declinarse: on-entzat, "para éste"; orr-entzat, "para ése". El articulo -a, recibe los declinativos directamente como -a-ten, "de él"; -a-ri, "a él"; -a-gatik, "por causa de él", pero el plural se expresa por la carencia de -ak y el declinativo corresponiente: -en, "de los"; -entzat, "para los"; gizon-entzat, "para los hombres". También se elide el singular en los locativos: mendi-ko, "del monte"; mendi-runtz, "hacia el monte". Una característica del euskara es la superdeclinación. La palabra declinada sirve de punto de partida para nuevas declinaciones: seme-a-ren-tzat, "para el hijo"; Jesus-ekilako-ak, "los (discípulos) de Jesús"; iri-eta-rat, "hacia las villas"; iri-eta-rik-akn, "de villas". El verbo, adverbio y flexión verbal se conectan al infinitivo radical, al adverbio como si se tratara de un adjetivo o a la flexión, directamente o no: Ikus-, radical infinitivo da de si, ikus-i, "visto"; ikus-te, "ver"; ikus-te-a, "el ver". Ixildu "callar", hace ixil-tze, ixiltze-a, "`callai ", "el callar"; erortze-an, "al caer"; ikuste-ko, "para ver"; ikuste-ca, "a ver". Del mismo moda, el participio recibe los declinativos como en erran-ez, "hablando", sartu-z, "entrando"; ezin sartuz, "no pudiendo entrar"; sartu-ko, "futuro de entrar"; ikusiko, futuro de ver; erran-en, futuro de decir; ikusi-rik, "habiendo visto"; erori-ta, "habiendo caído"; ikusi-ezkero, "después de visto". El adverbio es rico en partículas significativas: goiz-ean, ``por la mañana"; biar-tik, "desde mañana"; eder-ki, "hermosamente"; gaur-ko, "para hoy"; goiz-erako, "para la mañana"; geldi-ro, "lentamente"; emen-txe, "aquí mismo"; bereala-xe, `enseguidita". La flexión verbal, finalmente, recibe el relativo -n, "que" y toda clase de declinativos, y otros: du-ena, "lo que ha"; duenetan, "las veces que ha"; du-enean, "cuando lo ha"; duenetik, "desde que lo ha"; du-enezkerc, "ya que lo ha". También recibe -la, "que": du-ela, "que lo ha"; du-elako, "porque lo ha"; du-elakoan, "en (la creencia de) que lo ha", da-netik, "desde que es"; nai dezu-narentzat, "para qnien quieras", etc.
3. Todavía queda una serie de conectivos sintácticos, de frase, como el activo -k que concuerda con el verbo transitivo: gizona-k esan du, "el hombre lo ha dicho": frente al intransitivo gizona etorri da, "el hombre ha venido". Otras veces se trata de subordinar: artu duN lilia arrosa da, "la flor QUE ha cogido es rosa" (-N); esan diot ikusi zezaLa, "le he dicho que lo viese"; badakit egia zaLa, "ya sé QUE era verdad"; etc. También las distintas preposiciones independientes se unen entre sí por medio de conjuntivos: goazen, jan egin bear degu-TA, "vamos, PUES hemos de comer"; joan ez daneZKERO, geldituko gera, "PUESTO QUE no se ha ido, nos quedaremos".

Conjunción.-Vale tanto como vinculación, y sirve para ligar a dos miembros de frase o a frases entre si. En euskara son causales, unas veces, copulativas otras, en cuanto a hechos consumados, pero existe todavía otra categoría de conjunción cuando se presenta una condición, una disyuntiva o una adversidad. Entre las causales se usan -lako, "porque": etorri dalako, "porque ha venido"; beraz, "por lo tanto"; -ta, -eta, "pues"; joan da-ta, "pues se ha ido"; ikusi bear det-eta, "pues he de verlo"; baila ere, "también"; ere, "también"; baila, "también"; ezta ere, "tampoco", ez ta, "tampoco"; óeintzat, "por cierto": ori beintzat, jango dut, "eso al menos, lo comeré"; beñepein, "por lo menos"; -ezkero, "puesto que": joan danezkero, "puesto que se ha ido". Entre las espectativas (condicionales, disyuntivas y adversativas), existen ez...ez, "ni": ez ori ez ura, "ni ése ni aquél"; edo, "o", que da igual, como en ni edo zu, "yo o tú", no importa; ala, "o", artzen dezu ala uzten dezu, "lo tomas o lo dejas"; naiz, "sea": naiz ori, naiz ura, "o ése, o aquél", "sea ese, sea aquél"; bai, "ya", "tanto": bai au eta bai ori, "ya éste, ya aquél', no importa, bai ni eta bai zu, "tanto yo como tú"; ba, "si", pero condicional, como en badator, "si viene"; banentor, "si yo viniese"; baldin, "si": edan al baldin bada, "si se puede beber"; ez bada, "si no es", como en ogia ezbada, "si no es pan". Y, finalmente, entre las copulativas eta, ta, t, según las situaciones, y siempre "y": zu ta ni, "tú y yo"; lur eta zeru, "tierra y cielo": esan dut baietz eta ez dut esango ezetz, "he dicho que sí y no diré que no"; bai eta, "y también"; eta ez, "y no"; ez eta, "y no"; bai... bai: bai gabaz bai egunaz: "de noche y de día"; bai eta ere, "y también". Existen más, algunas hábilmente combinadas entre sí, de modo que se prestan a unir, coordinar y subordinar miembros y frases entre si dando muy bellos y expresivos resultados. Estas conexiones conjuntivas son casi siempre agregadas a las flexiones refiriéndose muy especialmente a la efectividad de la operación.
1. De realidad. Toman como tema el hecho consumado. -ETA. Ejemplo: da-TA, "pues es", naiz-ETA, "pues soy". -BAIT. Ejemplo: BAITda, "puesto que es".
2. De hipótesis. Prefijo BA-. Se pronuncia sin entonación para diferenciarlo del afirmativo. BAdaki, "si lo sabe"; BAda, "si es".
3. De relatividad. Son varios los sufijos y añadidos a la flexión, con varias acepciones. -N. Ejemplos: dueNak "el QUE tiene"; dezadaN, "PARA que lo haya", ezdakit zer daN, "no sé QUE es"; elduko naizeN, "SI llegaré".
4. De comparación. Es un afijo compuesto de prefijo y sufijo. BAIT-N. De uso muy local. Azkue trae este ejemplo muy preciso: lasta sakuba BAITnintzaN, "como si fuera saco de paja".
5. De disposición. Se emplea el prefijo -LA y sus compuestos. -LA. Ejemplo: daLA, "QUE es", zaLA, "QUE era", datorreLA, "que viene". -LARIK. Tiene acepción cercana al gerundio. DaramazuLARIK, "llevándolo vos". -LAKO. Significa "porque". Ejemplos: dirua dueLAKO, "porque tiene dinero", datorreLAKO, "porque viene". -LAKOAN. Ejemplo: galduko naizeLAKOAN, "en la creencia de que he de perderme". Son sinónimas de la anterior las variantes -lakotzat, -lakotz, -lakoz.