Sailkatu gabe

EUSKARA OBJETIVO (LENGUA: HIZKERA)

Proposición usual I.

La mayor parte de la utilizadas en el habla real gozan de una gran estilización, elisiones de términos sobrentendidos, cargas expresivas adecuadas, elemento inquirido e inédito, asunción de diferentes categorías de unos y otros términos, y mil recursos para reiterar, abreviar, expresar, etc. a medida del propio pensamiento. Los espacios y entonaciones especiales en el habla expresados por signos de puntuación ayudan a dar matiz, propiedad, concisión, energía, claridad, etc. en la frase estilizada. Aquí, a falta de un estudio adecuado, que no conocemos, solamente haremos mención del elemento inquirido, el elemento inédito y el elemento expresivo propiamente dicho.

Elemento inédito. Examinemos este trozo:

Auxtiña illun zegon. Ez zun erantzuten.
-Mingaña "Pintok" jan a/ din?
-Ez, ama, ez, baño...
- Zer baño?
-Ara ba...
-Esango al den?<
BR>
"Agustiña estaba triste. No respondía.
-¿Te comió la lengua "Pinto"? (el perro Pinto).
-No, madre, no, pero...
-¿Qué, pero?
-Pues...
-¿Dirás?"

Así funciona la lengua. Solamente intervienen las palabras indispensables para un perfecto entendimiento. Lo demás, se sobrentiende, tanto por el contexto que va creando la misma conversación, como por la situación en que se sumerge el hecho de hablar en cada momento. Lo que ocurre es que, entre las personas que hablan, existen cosas sabidas por todos y el lenguaje se emplea únicamente para enterar al otro de lo que no sabe. Y "enterar" es, también, completar. La situación común y el contexto se completan hablando. Se parte de lo sabido, que se calla por sabido, y se va al grano solamente. Y a medida que se habla, lo sabido crece a costa de lo inédito. La situación suple lo que no se dice. Y todavía pueden intervenir los signos mímicos que roban fronda a los lingüísticos. Lo que queda para decir es lo indispensable. Entonces las palabras, así empleadas, forman frases reducidas sobre las que carga toda el peso del pensamiento. En la segunda frase ez zun erantzuten, "no respondía", se sabe que se trata de Auxtiña porque se sobrentiende por e) contexto, por la frase que antecede. El sujeto está ausente en la frase pero no en la proposición. Cuando contesta, Ez, ama, ez, baño... "no, madre, no, pero...", responde a la pregunta de si el perro Pinto le ha comido la lengua. Lo que en realidad contesta es que no tiene ningún motivo para estar callada, pero que hay un "pero"... La frase completa sería: "No (me ha comido la lengua el perro) madre". El contexto evita la repetición de todo lo encerrado en el paréntesis. Lo inédito, lo que se quiere saber, es el "no, madre", que contesta, y aún podría ser un simple "no", pero como existe un "pero", una dificultad interviene la expresividad añadiendo "ama", "madre". De todo esto se deduce que el elemento inédito, el que se quiere dar a conocer, guarda una cierta relación con otras palabras de la línea oral a las que se refiere como en el caso de los relativos, o con aquella parte del pensamiento que se calla por sabida, sobrentendiéndose, o con elementos anteriores, por el contexto.

Elemento inquirido. Ya tenemos en marcha la proposición, dotada de expresividad punteada por significativos silencios, pausas o acentos. Más todavía; el sujeto hablante hace intervenir un nuevo procedimiento estilístico que haga más interesante su palabra, más transparente su pensamiento. Volvemos a insistir que el lenguaje es, antes de nada, diálogo. Quien escucha y quien habla, según el momento en que se sorprenda la conversación, tiene de común muchas cosas que saben mutuamente y otras, muchas más, que se intercambian precisamente en el acto de dialogar. El interés de cada uno radica en lo que no sabe y desea saber. El que habla da noticias o ideas que le interesa hacer llegar a su compañero. Pero en esta serie de ideas emitidas no todas son de igual grado de interés para uno y otro. Podemos reunirlas en tres grupos:

- Idea capital de la frase.
- Ideas sabidas.
- Ideas o detalles o circunstancias secundarios.

Un excelente tratadista, el Sr. Altube, ha estudiado cuidadosa y extensamente esta cuestión. Nos dice que un oído verdaderamente euskaldun percibe inmediatamente la diferencia de sentido de las dos proposiciones siguientes, no obstante estar formadas de los mismos términos:

Aita dator gaur, "el padre viene hoy".
Gaur dator aita, "hoy viene el padre".

La diferencia radica en que la primera da la noticia de que quien viene hoy es el padre. La segunda, parece responder a la pregunta: "¿Cuándo viene el padre?". Se quiere saber el día, se sabe que el padre viene en una u otra fecha, pero no con exactitud. Se contesta que es "hoy", gaur, cuando viene. Este modo de destacar el elemento inquirido, la idea capital de la frase, es un recurso estilístico de gran importancia en la literatura euskérica. Gramaticalmente nos revela las vinculaciones de las palabras bajo este interesante punto de vista. Dejando para el capítulo "construcción" lo referente al orden de las palabras y al lugar que le corresponde al elemento inquirido, nos interesa en este lugar saber de qué se trata y las formas de investigarlo. Desde luego, una especie de concordancia secreta existe a lo largo del diálogo. En éste existe siempre una interrogante, que una de las partes formula abiertamente, o la otra deduce del giro y virajes de la conversación misma. Se responde a cuestiones que muchas veces no se formulan o que se supone serian formuladas por suponer sus respuestas de interés. Toda pregunta supone algo que se quiere saber. En consecuencia, todo cuanto creemos interesa saber a nuestro contertulio lo damos por preguntado, y, por tanto, decimos. Sean las siguientes preguntas y respuestas:

Nork ekarri du liburu ori? Osabak ekarri du liburu ori
¿Quién ha traído ese libro? El tío ha traído ese libro
Noiz etorriko da osaba? Biar etorriko da osaba
¿Cuándo vendrá el tío? Mañana vendrá el tío
Zenbat segar dazkazu? Iru sagar dazkat
¿Cuántas manzanas tienes? Tres manzanas tengo

Hemos dado estos ejemplos para hacer ver la relación entre lo que se pregunta o se supone preguntado, aunque sea intencionalmente, y el elemento interesante de la respuesta. Veamos ahora de qué forma se vale el euskara para acentuar semánticamente esas ideas capitales de cada frase que pueden, por otra parte, ser una o más y aun todas las expresadas. De ahí el grado de concentración del interés literario en la novela o en poesía y de interés personal en la conversación. Examinamos tres frases típicas:

Aita dator gaur, "el padre viene hoy".
Etorri dator aita, "es venir lo que hoy hace el padre".
Aita etorri egingo da, "el padre, lo que hará, es venir".

En el primer caso, el procedimiento para valorizar el término inquirido ha sido el del orden de las palabras. Ha sido suficiente colocarlo inmediatamente delante del verbo, se trate de un sujeto o de un predicado. Pero si la idea capital es el acto mismo, el suceso en si mismo, el euskara ha echado mano de un recurso hábil y sumamente expresivo. Tratándose de una flexión simple le ha hecho preceder su propio nombre verbal; etorri dator. En la tercera frase en que el verbo está conjugado perifrásticamente, hace intervenir al nombre verbal egin, "hacer". Veámoslo ahora un poco más al detalle.

Primer caso. El elemento inquirido está fuera del verbo. El término acentuado por el interés, está en el lugar inmediatamente anterior al verbo de la oración. Teniendo presente esta regla, para determinar cuál es la idea capital de una frase basta ver cuál es el vocablo que precede al verbo. Todos los demás elementos de la frase rodean al núcleo formado por el elemento inquirido y el verbo, a ambos lados, dejando en gran libertad al que habla o escribe. De Altube tomamos los ejemplos que siguen en adelante:

Pregunta: Nok ekarri dau ori?, "¿Quién ha traído eso?".
Mal contestada: Ori ekarri dau aitak, "eso lo ha traído el padre".
Bien contestada: Ori AITAK ekarri dau, "eso EL PADRE lo ha traído"

Segundo caso. a) El elemento inquirido es el nombre verbal en una oración en que el verbo está conjugado sintéticamente. Parecen responder a preguntas como: "¿Qué le pasa al padre?", "¿Qué hay del chico?", "¿Qué has hecho?".

Aita etorri dator
Ori ibili dabil.
ekarri dakar
Nik iakin dakit
¿Zer dozue mutillaz? - Etorri dator, barriro
.

b) El terminó inquirido es él nombre verbal en una oración en que el verbo está conjugado perifrásticamente. Se hace intervenir al verbo egin, "hacer". Ejemplos tomados de Altube como los anteriores:
Aita etorri egindo da, "el padre, es venir, lo que hará"
Ibilli egiten da ori, "lo que hace es andar".

Tercer caso. El elemento inquirido radica en la cualidad afirmativa o negativa del verbo. La flexión descansa precisamente en esa cualidad. En las perífrasis verbales si comienzan la frase puede asegurarse que son necesariamente el elemento inquirido, el punto interesante de la oración: nai du guk ikustea, "quiere que nosotros lo veamos". En los casos en que un miembro de la oración preceda a la perífrasis, pero separado por una coma de ella, puede ésta ser la idea capital: Azkenean, apaiz nagusiari eskerrak, agertu zan eskutitzaren jabea. "Finalmente, gracias al sumo sacerdote, apareció el dueño de la carta". Antes de dejar este tema sería conveniente fijarnos en algunos ejemplos de Altube para compenetrarnos mejor con lo que es el elemento inquirido. Lo señalaremos subrayándolo.

Ekarri, NEUK daukat, "en cuanto a traer lo traigo Yo".
Ibili, GAUR dabil, "Como andar, HOY anda".
Egon, BA'dago, "Como haber, si lo hay".
Ekarri, neuk-bere EGIN NEBAN, "como traer, también yo Lo TRAJE".
AU ala ORI nai dok?, "¿esto o eso quieres?,
AU nai dot, "esto quiero".

En estos casos en que se elige algo entre varios objetos, el pronombre que lo designa es el término inquirido. Un caso particular, de sumo interés, es el de las oraciones subordinadas a otra principal. Veamos el elemento inquirido en estos ejemplos tomados también de Altube:
Len erosi deutsaguN sagarra emoyozu umeari, "la manzana QUE nos han comprado dásela al niño".
Eu etorri azeNEAN joan gaituk, "CUANDO hayas venido tú nos iremos".
La diferencia esencial de uno u otro modo de ordenar la frase en relación al elemento inquirido nos da la traducción de la frase latina. Ego sum bonus pastor, "yo soy el buen pastor". Véase la diferencia:

Ni artzai ona naiz, "yo soy buen pastor".
Ni naiz artzai ona, "yo soy el buen pastor".