El ambiente se tornó contra Espartero, que no cumplía lo prometido. Por eso Bilbao se puso de parte de O'Donnell cuando se sublevó contra el Regente. El día 4 de oct. de 1841 llegó la noticia del alzamiento al frente del ejército de Navarra; Alava se adhería y Vizcaya lo haría en este mismo día. A las seis de la mañana los grupos formados en el Arenal decidían unirse al levantamiento de Navarra, Guipúzcoa y Alava. El brigadier Larrocha se entrevistó con el comandante general y se dio a conocer como comisario regio, por parte de la Reina, Manuel Urioste de Herrán. Se movilizaron las milicias y miqueletes de la villa. El jefe político de la Serna fue depuesto y enviado con pasaporte para Orduña. El día 5, después de reunirse la Diputación, el Diputado Genezal, Domingo Eulogio de la Torre arengó a la milicia y al vecindario por el restablecimiento de Isabel II. Terminó con vivas a la reina y a los fueros. El día 5 de octubre de 1841 la Diputación lanzaba una proclama ordenando el alistamiento armado. Comenzaba de esta forma: «Vizcainos: después de tantos ataques que habéis presenciado contra nuestros fueros, se ven éstos amenazados de una destrucción completa. Los comisionados nombrados en Guernica para tratar con el gobierno de Madrid sobre este punto, han tenido que retirarse. A su tiempo la Diputación general publicará todos los documentos que patentizan nuestra noble conducta y la falta de fe de ese gobierno. Las Juntas Generales que van a reunirse muy pronto aprobarán aquélla, sin duda. El convenio de Vergara ha sido indignamente violado en las leyes y en los individuos». Después añadía que quedaban desde ese momento todos los fueros en toda su fuerza y vigor, y el tribunal del Corregidor restaurado.