El progreso mercantil de Bilbao exigía una judicatura distinta del Ayuntamiento, salvo la apelación, pues las cuestiones suscitadas entre comerciantes se resolvían en el principio por el cuerpo de regidores. Juan de Ariz, en nombre del fiel y diputados de la antigua «Universidad y Cofradía de mercaderes» solicitó carta real que robusteciera su autoridad y le diera jurisdicción propia inconcusa. La carta fue expedida en Sevilla con fecha 22 de junio de 1511. La instauración de este régimen de jurisdicción privativa para capitanes, maestres de naos y comerciantes se hizo con el beneplácito del Concejo que la recibió como necesaria y beneficiosa. Se llamó «Consulado, Casa de Contratación, Juzgado de los hombres de negocios de mar y tierra y Universidad de Bilbao». Sus ordenanzas llegaron a ser Código de Comercio internacional hasta el s. XIX. Ver CONSULADO de Bilbao.