A finales de 1874 se restauraba a Alfonso XII en el trono. Castelar había ya anunciado que iban «a volcarse el Mediodía, el Este y el Oeste sobre el Norte». Continuaba el estado de guerra en Bilbao a mediados de 1875. En febrero de 1876 las fuerzas superiores del general Quesada lanzadas sobre los carlistas los batían en Abadiano y en Elgueta, abandonando éstos el Señorío. Desbaratados también en el resto del País, terminaba la guerra con el paso del Pretendiente al exilio por Valcarlos, el 27 de febrero del mismo año. Se abrió una situación política de violencia. El general Quesada se jactaba de haber vencido a los carlistas sin transacciones ni compromisos. El rey Alfonso XII proclamaba en Somorrostro la unidad constitucional. Una R. O. de 6 de abril de 1876 disponía que las Diputaciones forales nombrasen dos o más comisionados para tratar en Madrid sobre el cumplimiento de la ley de 25 de octubre de 1839. Las conferencias de la primera quincena de mayo no influyeron en nada pues poco después se presentaba en las Cortes un proyecto de ley aboliendo los fueros como fue decretado el día 21 de julio de 1876 y firmado por el rey y Cánovas del Castillo. (Ref. Teófilo Guiard).