Villes

Bilbao. Historia (version de 1974)

Estanco de la sal.

El Consejo de S. M. acordó implantar en Vizcaya el estanco de la sal. Vio el Señorío inmediatamente el contrafuero y elevó una representación al Concejo. Acababa de dar Vizcaya un donativo de 86.000 ducados y servicio de doscientos cincuenta infantes destinados para Flandes. El descontento popular estalló en alborotos en la Junta General del 24 de septiembre de 1631. Los reunidos en Guernica clamaban «que eran unos traidores los del gobierno y todos los de capa negra, que era mejor matarlos a todos y acabar de una vez con ellos, y que Vizcaya fuese gobernada por sus verdaderos y originarios vizcainos, los caseros de las montañas, que no la venderían como aquellos que allí estaban, por sus particulares fines y acrecentamientos». Los tumultos y motines estallaron contra Bilbao en 1632. Los amotinados, enmascarados, asaltaron la casa de Aparicio de Uribe, alcalde, y la morada del procurador del Corregidor, en cuya puerta mataron. Un mes más tarde, la del administrador de diezmos del mar, acuchillando y quemando su retrato. Destrozaron y se apoderaron del Concejo de la villa y lo suplantaron. El Concejo Real envió a Bilbao al Corregidor Lope de Morales, que llegó a Valmaseda. Prometió no castigar a los amotinados y arreglar todo para bien de Vizcaya. En febrero de 1633 se reunía la Junta de Guernica para dar posesión al Corregidor. En vista del tumulto se aplazó la asamblea pero los amotinados asaltaron la posada y llevaron al Corregidor al lugar del árbol y de esa forma se constituyó la Junta formada por todos los moradores. Los jueces castellanos dieron órdenes tales que paralizaron todo el comercio de naturales y extranjeros. Entre tanto los principales de Bilbao y otros poderosos del Señorío se rehicieron y alistaron adeptos. En abril de 1634 entró en Bilbao el duque de Ciudad Real con orden y jurisdicción para castigar a los culpables. Fueron detenidos y agarrotados en la cárcel, Juan de la Puente Urtusautegui, Martín Ochoa de Ayorabide y el licenciado Morga y Saravia; y ahorcados en la plaza pública Juan de Larrabaster y los hermanos Juan y Domingo de Vizcaygana. Cuatro días más tarde el diputado Gonzalo de Ugarte traía dos reales cédulas, una dejando sin efecto el estanco de la sal y la otra con el perdón de los declarados culpables. Ver SAL, Estanco de la.