El habla es el ejercicio del lenguaje oral, audible. Es un acto individual y concreto. En euskara se le denomina izketa o mintzo, según los dialectos. La definición etimológica coincide con las más modernas definiciones lingüísticas: "operación de la palabra", "ejercicio de la palabra" (iz-, "palabra"; -keta, "operación de"), en un caso, y "ejercicio de la articulación, de la voz", en el segundo (de mintz-, "membrana", "voz"). Es, objetivamente, una emisión oral de signos gramaticales debidamente ordenada, formalizada y normalizada. Comporta una emisión de sonidos, un mensaje y un discurso. El individuo que habla, el euskaldun, utiliza el código de la lengua, expresa su pensamiento y emite el enunciado oral según lo aprendió en el seno de la comunidad. La unidad física elemental del habla es el sonido, a diferencia de la unidad fonológica de la lengua, que es el fonema. Uno se oye, el otro se sabe. A cada fonema vasco le corresponde una letra del alfabeto, pero si se hubieran de representar por escrito todos los sonidos deberíamos utilizar alfabetos especiales en los que se especifican más de un sonido a, e u otro cualquiera. La oración hablada es concreta; la frase de la lengua es abstracta. Quiere esto decir que el habla vasca es la totalidad de lo que los euskaldunes dicen y han dicho, comprenden y han comprendido. El habla es, en si, un enunciado oral, físico, audible; es un mensaje que se trasmite y, al intercambiarse las emisiones, una conversación.
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