Sailkatu gabe

EUSKARA OBJETIVO (HABLA: HIZKETA)

Cambios sintácticos.

Ley de partes.-Nos referimos a la sintaxis de las partes de una sola palabra.
1. La supresión o permutación vocálica recae en la primera parte: esne + arri = esnarri, arri + gin = argin, itxaso + bazter = itxasbazter, arto + buru = artaburu, etxe + berri = etxabarri, baso + jaun = basajaun.
2. Las partes pueden conectar directamente por mero contacto o mediante un fonema intermedio: goi + erri = goierri, etxe + berri = etxeberri, ibar + luze = ibarluze, su + alde = suKalde, su + ondo = suTondo, begi + arte = begiTarte.
3. Las partes pueden soldarse mediante combinación de una supresión y una permutación generalmente consonántica:

senide + aur
senit-aur
iñude + ume
iñut-ume
idi + aska
it-aska
begi + azpi
bet-azpi
gari + buru
gal-buru
ari + ondo
al-ondo
zori + azal
zot-azal
begi + agiña
bet-agiña
gizon + bide
giza-bide
egun + berri
egu-berri
lur + berri
lu-berri
amar + bi
ama-bi

Ley de adherencias.-La simple adherencia de una segunda parte o de un sufijo o flexión ocasiona cambios en el contacto de final de una y comienzo de otra cuando tiene lugar entre consonantes.
1. La primera parte finaliza en l, m, n, y la segunda empieza en las sordas p. t. k. Estas últimas se sonorizan en b. d. g. (lo que se dice vulgarmente PeTaKa se convierte en BoDeGa.) zizurkiL + Tar = zizurkilDar, oraiN + Tik = orainDik, eguN + Ko = egunGo
2. La primera parte termina en z y la segunda empieza con las sonoras b. d. g. Estas se convierten en las sordas p. t. k. eZ + Da = ezTa, eZ + balitz = esPalitz, eZ + Gera = ezKera
3. La primera parte termina en tz, ts, tx y la segunda en consonante o en vocal. Se convierten entonces en las simples z, s y x y las sonoras frecuentemente en sordas, pero no siempre. ariTZ + Di = arizTi, laTZ + KI = laZKi, laTZ + Tasun + laZTasun, ardaTZ + Gile = ardaZGile, aTs + Bide = aSPide, arraTs + iri = arraSTiri

Ley de bloques.-Hay palabras que proceden de varias que se unen en el habla. Al hablar, los extremos de cada bloque, trecho fónico entre silencio y silencio, chocan dando lugar a cambios fonéticos como éstos que siguen:
1. Se añade o se suprimen sonidos en función del conjunto.
Santa Ageda, nor da au, nor da au, joan adi,
Santa-Yágeda nor da-yau nor d'aujoa-di
esan ditut, izan nintzan
esan-tut izanintzan
2. Se pierde un fonema con cambio en otro: nik dakit, y nitakit, laurak dira y lauratira, geuk bageki y geupageki
3. Se origina una nueva palabra por comprimido de varias: bat bere ez y bapez, bi ezpada irur y bizpairur, bizpur, bizpor, según los dialectos y hablantes.

Implicaciones.-Cuando oímos hablar euskara al Norte de Navarra, en los Bajos Pirineos franceses, percibimos una vocal ü ciertas nasales, á, que no son usuales para los navarros meridionales ni nuestros vecinos desde Guipúzcoa a Vizcaya. Parece, por lo menos a primera vista, que han venido a engrosar la lista de nuestros fonemas, desde el francés hablado en su vecindad. A la inversa, cuando entra en euskara una palabra iniciada por R- le anteponemos una vocal: Erroma por Roma, arrosa por rosa, etc. Repugna al vasco la r- inicial. No existe tampoco el sonido v en todo el territorio de habla vasca y en otros extensos donde dominó en épocas históricas y prehistóricas. Otros, como f, j, h, escasean. Vemos que existe un juego de preferencias fonéticas por el modo de iniciar las palabras, de terminarlas o de entramarlas interiormente. Sonidos sordos y sonoros se reparten el cuerpo léxico obedeciendo a reglas sistemáticas. ¿Qué sucede cuando choca con ese sistema el aluvión de voces extrañas incorporadas a la lengua o cuando se asimilan grupos de inmigrantes de habla erdera? ¿Queda el sistema nativo intacto o (lega a resentirse y modificarse en algo? En caso afirmativo, cómo se opera esa influencia y qué repercusiones produce. He ahí el problema.