Sailkatu gabe

EUSKARA OBJETIVO (HABLA: HIZKETA)

Captación.

Notificar y exponer nunca van solas en el habla, porque ésta refleja la vida que es, además, expresividad. El que habla trata de atraer, de ganar la voluntad del otro, impresionándole, convenciéndole, persuadiéndole de que acepte lo que dice como cierto. En última instancia se persigue una identificación de puntos de vista. Aceptar lo dicho con pleno éxito presupone impresionar al otro con lo que se dice, convencerle de lo cierto de sus palabras, ganárselo finalmente. Hay modos sofistificados o falsos de persuasión y otros verdaderos y legítimos, tratando de captar al oyente para sí. En este punto el habla se convierte en algo así como una técnica pedagógica eficaz y ética, puesto que tiene como objetivo la verdad. Probar y convencer están ligados, pero la convicción conduce a la persuasión. Se despliegan en el arte de la discusión. Se capta hablando, tratando de atraerse al otro hacia sí, como muy bien lo expresa el verbo euskérico bereganatu, "atraer", pero de difícil traducción, ya que bere, es aquí "sí mismo", -gan, un infijo de ser vivo, -a, "hacia" y -tu la terminación que verbifica. Es, algo así, como "atraérselo hacia sí". Y, del mismo modo, se pueden verbificar los posesivos nere, "mi", zure "tu", haciendo nereganatu, zureganatu, etc. Esta captación es la más completa porque eskuratu (lit. llevárselo a la mano), "conseguir", es más objetivo aunque signifique también "ponerle a alguien de la parte de uno" e incluso "domar": Aisago zuk "eskura dezazun" lurreko gauza galduetarako zure gogo galgarri erroa, "para que más fácilmente "doméis" vuestra perjudicial e insensata inclinación a las cosas malas de la tierra". La voz erakarri, es literalmente el "atraer" castellano: "erakarri" egizuz zeuganuntz, amodiozko soka, kate eta lokarri gozoakaz, u "atraedles" hacia vos con cuerdas, cadenas y dulces ataduras del amor". El habla normalmente impresiona por la carga afectiva que se introduce en ella por mil artificios, para bien o para mal; convence o lleva al desacuerdo más espectacular, y persuade, mediante una fina combinación de lo convincente y de lo impresionante.

Impresión.-La emoción que el hablante ponga en sus palabras es fácilmente contagiable según el tipo de sensibilidad del oyente. Lo humanitario suele conmover y afectar más que nada y a más amplias multitudes. Pero aquí pueden intervenir la sensiblería y la fina sensibilidad según la calidad del que habla y del que escucha. El verbo euskérico más comúnmente empleado es biotzean ikutu, "tocar en el corazón", ya que, como en casi todas las lenguas se simboliza el corazón como centro de toda afectividad y emotividad: biotz eroria hitz on batek altzatzen, "una buena palabra levanta el corazón abatido"; biotza érdiratu, "conmover", "partir el corazón"; biotza il, "desconsolarse"; biotz emon, "dar ánimo"; bihotzgarri, "lo que anima", "lo que da valor", etc. Con la voz eraso se expresa la idea de "causar impresión", de "impresionar a otro", e, incluso de "insultar" y a veces, sus variantes, eraso, erason de "derrotar", de "causar mella". El estudio que aquí debiera hacerse es el de la impresionabilidad en el habla vasca habitual, el echar mano al recurso de tocas las fibras sensibles de quien oye como ocurre, p. ej., en los mítines y en las improvisaciones de bertsolaris. Porque la impresionabilidad es el umbral de la convicción, como ésta lo es de la persuasión final. Impresionar, sí, pero sin herir: Aoz eta biotzez egia diñoanak, lagun urkoari gogarazoten ezteutsanak, "el que dice la verdad con la boca y con el corazón, el que no molesta al prójimo". (Añ. Cur.)

Convicción.-Tratar de convencer a un vasco no es empresa fácil porque generalmente nos encontramos con un convencido, con alguien que tiene convicciones muy enraizadas y que afloren en lo que se dice a todas horas. Por eso, convencer es difícil y, menos, utilizando el castellano cuyos razonamientos no suelen ser, por lo general, muy objetivos. Ya lo puso de manifiesto el doctor Marañón en la preguerra cuando se maravillaba de la tendencia de los vascos a votar siempre unas mismas ideas en contraste con los movimientos pendulares del electorado español hacia la derecha o hacia la izquierda. Convencer se dice en euskara buruan sartu, "meter en la cabeza". La convicción la liga el vasco idiomáticamente con la "creencia", pues convencerse es creer en lo que otro dice: sinisgarri es "prueba", "argumento", "testimonio", "hombre que merece crédito", "cosa creíble"; implica confianza en que lo que se ha oído es verdad, en sí misma, y en cuanto de quien procede: siniste, "fe", "confianza"; sinistu, "creer", "confiar"; siniskor, "crédulo", "demasiado confiado". En fin, convencer, es en la mente vasca "hacer creer" en algo que se dice, sinistarazi. En cuanto a razones de peso en este caso de las convicciones no se trata siempre de meras razones intelectuales, frías y analíticas, sino que suelen intervenir la impresionabilidad y, sobre todo, la imagen fuerte, la comparación contundente, la parábola iluminadora.

Persuasión.-La captación final llega cuando han cumplido su objetivo con éxito la impresión emotiva y la convicción de que lo que se dice es verdad. En la persuasión hay ya una invitación, un intento de arrastre hacia su postura afectiva e intelectual. En la persuasión puede haber amor a raudales y también intimidación a probar lo contrario, actitud resuelta, dominio de lo que se dice y afirma. Puede, a veces, hasta recurrir a altas miras para decidirse en función de ellas, subordinando otros quereres de rango inferior. A la argumentación convincente sigue normalmente la actitud persuasiva y final de la que depende el éxito o el fracaso. El que habla persuasivamente invita, pide al otro que acepte lo que dice como cierto, pero utilizando todos los recursos necesarios para que el acercamiento y la adhesión final se produzcan. Claro que la persona que oye puede ser una de esas que no quiere saber nada que no sea lo suyo y que se encastillan en sus dogmas. Entonces surge el ser inaccesible, lo que se dice en euskara adigaitz, en contraste con asequible desde el primer momento a prestar atención, adi, a "entender", aditu, a ser, incluso, muy asequible, adierrez. Hay en euskara un verbo, zuritu, muy significativo, ya que, además de "persuadir" y "convencer", significa "sincerarse", "comprobar una verdad", "averiguar un suceso", que son los elementos precisos para la definición de la persuasión en el habla. Pero zuritu es literalmente "blanquear" y extensivamente, "pelar". La negación a la persuasión se hace empleando el argumento convincente: alperrik abil, mutil: ¿asterdian diru-eske? Enok zurituko beingo-beingoan, "andas en vano, muchacho: ¿a media semana pidiendo dinero? No me convencerás a la primera". La razón es contundente y es además lección. La nota afectiva se da en el inciso de con ianza, mutil, "muchacho". Al mismo tiempo no le cierra la puerta en las narices porque pudiera alegar alguna otra razón válida, y por eso le dice que no le convencerá "a la primera", beingobeingoan.

Resumen.-Estudiada la lengua como comunicación y como sistema, como habla en cuanto a enunciado fonético y mensaje, queda, todavía, estudiarla compartida como juego a hablar y a decir, a acertar y a convencer, a notificar y enterarse, a enseñar y predicar, es decir, a hablar con una finalidad comunicativa dada. Del mismo modo que podemos conocer el reglamento del fútbol con todos sus pases y jugadas y reglas de juego, y luego, a la postre, a la hora de la verdad, el partido jugado, del mismo modo sucede en la conducta lingüística. Si el jugador de fútbol se propone ganar del mismo modo quienes hablan entre sí, quienes conversan se proponen alguna finalidad pero de índole comunicativa, lingüística. En todo esto el habla, realizada en discurso, en hablar, decir y animar, con un fin dado, agradar, convencer, saber noticias o notificar, es similar al juego en el que también intervienen un mínimo de dos partes a menos que se trate del solitario que también tiene su similar en el monólogo o en el lenguaje interior. Las mismas ordenaciones, coordinaciones y subordinaciones se dan en uno y otro ámbito, juego y lenguaje; en ambos se tipifican las jugadas, se estructura el juego y se aquilata el resultado. No se ha hecho ningún estudio de este tipo en lo que atañe a la versión lingüística vasca, manifiesta en la conversación, diálogo y monólogo: alkarrizketa. Por este motivo nos hemos limitado a hacer algunas sugestiones en tanto se investiga el campo de la partida lingüística, tan rica en la conducta vasca y tan interferente en la velada, la faena y la enseñanza, sobre todo. Sin embargo, hay que separar tajantemente a efectos de estudio lo que es la conversación, el habla real, el discurso en sí, de su trenzado con la vida vasca. La proyección del euskara interfiriendo y combinándose con todos y cada uno de los modos de vivir y de actuar es ya otro ámbito, el de las implicaciones dativas o proyectivas del euskara.