Sailkatu gabe

EUSKARA OBJETIVO (HABLA: HIZKETA)

Qué preguntas se hace el pueblo vasco. El hombre de ciencia interroga a la realidad para arrancarle sus secretos. Y hace el interrogatorio sistemática y metódicamente. Cuenta, además, con un instrumental de precisión construido exclusivamente para ese fin. Pero antes que el científico, el hombre común, desde que es hombre, se ha venido haciendo multitud de preguntas sobre sí mismo y sobre el inmenso mundo que le circunda. Casi todas las lenguas del mundo coinciden en ellos, pero queremos servirnos del euskara porque nos ofrece un cuadro muy completo y muy matizado. Según este interrogatorio, elaborado milenariamente, ¿qué podemos preguntar a ese hecho real que solemos llamar "lo vasco"? Examinado el euskara descubrimos dos series de interrogantes: aquellos que exigen, de primera intención, una respuesta directa, y aquellos otros que piden otras derivadamente explicativas. Son éstos que siguen: Nor, "quién"; zer, "qué"; eta?, "y"?, zein, "cuál"; nola, "cómo" (como quien hace), "de qué modo"; zelan, "a la manera de qué", "como qué" (es); nun, "dónde"; noiz, "cuándo"; zenbat, "cuánto". Los demás interrogantes que existen en la lengua, como zergatik, "por qué"; noizko, "para cuándo"; nundik, "desde dónde"; noruntz, "hacia dónde"; zertan, "en qué"; zerez, "de qué" (instrumental); noiztik, "desde cuándo", etc., son puras derivaciones o declinaciones de los interrogantes básicos. De esta serie cabe separar dos, nor y zer, dotados de la terminación común -r, "mismo", y que por sus raíces no- y ze hacen referencia a la persona y a la cosa. Nor se emplea como "quién colectivo" y como "quién individual"; lo mismo que en castellano: ¿quién ha ganado?: la Real, Fulano. Otros son "dimensionales", de espacio, como nun, "dónde"; de cantidad, como zenbat, "cuánto", y de tiempo, como noiz, "cuándo". Otros, finalmente, son "dispositivos", como zein, "cuál"; zelan, "a la manera de qué", y nola, "cómo", "de qué modo" (se hace). El eta? "y"?, se refiere al suceso mismo. Resumiendo: los interrogantes se pueden alinear de este modo:

nor"quién" zer"qué" (cosa) eta?, "y"?
zein "cual" zelan "como qué"   nola "cómo" (modo)
zenbat "cuánto"   nun "dónde" noiz "cuando"

Por comodidad, vamos a llamar a estas tres coordinaciones de categorías, sustantiva, dispositiva y dimensional, aunque no sean muy exactas las denominaciones. Si proponemos a las preguntas anteriores una respuesta escueta y ruda, como "hombre-pan-comer", vemos que se limita a expresar el hecho descarnado de los tres factores de la coordenada sustantiva. Pero el hecho real y concreto tiene, además, su existencia en su propia masa, en el espacio y en el tiempo; y de una u otra forma en el tipo, estructura y estilo; en un contexto de cosas diversas, en una secuencia... Habría que decir, por ejemplo:(véase imagen). En esta proposición tan simple se perciben ya indicios de complicación por la presencia de precisiones. En efecto; gizon "hombre", no es lo mismo que gizonak "el hombre" (definido y en activo), ni ogi "pan" es lo mismo que ogia "lo pan"; ni jan, "comer", es igual que jan zuen "comió". En gizonak, las partículas -a, -k indican determinación singular (-a) y caso activo (-k). En ogia, la final -a le hace determinado ("lo" pan, aquello que es pan), y la flexión verbal auxiliar zuen es un comprimido sintético que lleva la significación de la tercera persona singular en tratamiento social de vos (z ), la idea de haber algo singular ( u ), el tiempo pasado ( en) y la idea de modo indicativo en la forma de conjunto (jan zuen). Si complicamos un poco ese hecho de la vida real, tan básico, paralelo al modo de decirlo, de narrarlo, aparecerán nuevas partículas significativas que nos dejarán ver los distintos nexos que dan contextura e integridad al mismo. Sirva de ejemplo fácil:(véase imagen). Este hecho de la vida real se reproduce, como en un espejo, en el habla, señalando y dejando ver los componentes sustantivos, "sujeto-objeto-acción", aquellos otros dispositivos y los dimensionales:

1. Coord. sustantiva: gizon (hombre), ogi (pan), jan zuen (comió).
2. Coord. dispositiva: orrek (ese, el 2.°), gogor (duro), antsiz (ansiosamente).
3. Coord. dimensional: asko (mucho), emen (aquí), atzo (ayer).

Obsérvese la aparición de otra partícula significativa -z, que en este caso equivale al -mente castellano y es también un modo de hacer. Todo esto quiere decir que un hecho real de la vida humana, expresado oralmente o por escrito, deja ver sus distintos componentes en relación a las tres series de factores coordinados. Estas relaciones o nexos se expresan en lengua vasca por medio de afijos como éstos: -tik (desde), -aren (de, propiedad), -kin (con), -ko (de, locativo), -runtz (hacia, sentido), -ra (a), -an (en), -tzat (para), -gabe (sin), -rik (indefinido), -a (definido), -gatik (por, causal), -z (de, instrumental), etc. Ni qué decir tiene que no se trata de aprisionar a cada hecho en un sistema de coordenadas, sino al revés, establecer la posición y valor del hecho real en el sistema del saber sustantivo, dispositivo y dimensional. Este planteamiento da la impresión de que la realidad, así concebida, sea algo estático, mecánico o fijo. Nada más falso que eso. Es fundamental huir de esa posible apariencia que falsearía lo real, y pensar siempre en algo tenso, movedizo, cambiante, libre y sujeto simultáneamente a todo género de exigencias. El hecho, así captado, se coloca frente a posiciones distintas y hacia horizontes nuevos. Es precisamente este aspecto de aventura el que puede despertar un mayor interés y una mayor dificultad de captación, ya que se presentaría cada caso particular como una instantánea de algo en movimiento. La totalidad, el complejo vasco, se comporta como una trama de hechos relacionados entre sí de modo complicadísimo y múltiple. Para representarla y visualizarla vamos a disponer de coordenadas mediante tres planos que se corten normalmente. Estos planos, por motivos de sencillez, se pueden representar por simples líneas:

A B C
nor, "quién" zein, "cuál" noiz, "cuándo"
zer, "qué" (cosa)   zelan, "como qué" nun, "dónde"
eta, "y"? nola, "cómo, de qué modo"   zenbat, "cuánto"

Utilicemos ahora la horizontalidad, la verticalidad y la profundidad para cada una de ellas:(véase imagen). La posición, vector o matriz, de cada hecho podría dar la fórmula cifrada en relación al sistema. Des-cifrarlo valdría tanto como comprender cada hecho parcial en función de la totalidad. Pero no olvidemos que nos hallamos en presencia de hechos complicadísimos y prácticamente inconmensurables. El sistema de coordenadas nos servirá, por ahora, solamente para ordenar y orientar el estudio dentro de los métodos vigentes. El sistema de preguntas nos denuncia un sistema de categorías desde los cuales se puede interrogar, analizar, comparar, sintetizar y explicar la realidad humana. Este sistema de categorías, deducido del euskara, es válido, sin duda, para todo otro campo de actividades que no sea el vasco. Se trata de los distintos aspectos universales ofrecidos por los hechos mismos, en conjunto y uno a uno. Estos puntos de vista no son sino los modos como aparecen a la observación los hechos reales. Hemos combinado los modos de decir vascos y los modos de ser objetivos. Lo interesante es que coincidan el modo de pensarlos y decirlos con lo que realmente son.

SUJETO
nor y nork
"quién"
OBJETO
zer y zerk
"qué"
ACCIÓN
eta?
"y"?
ORDEN
zein
"cuál"
FORMA
zelan
"como qué"
NORMA
nola
"como quién"
COMPUTACIÓN
zenbat
"cuánto"
DISTRIBUCIÓN
nun
"dónde"
HISTORIA
noiz
"cuándo"

Hemos dicho que se trata de un sistema de coordenadas. Entonces quiere decir que las tres series se hallan articuladas y que la primera se halla en la segunda y ambas en la tercera. No es, como erróneamente se suele decir, que las superiores "dependan" de las inferiores, sino que se apoyan simplemente en ellas. Cada hecho, cada tema real, ha de tratarse, pues, bajo todos estos puntos de vista, por separado o simultáneamente, si se quiere escapar de la unilateralidad y de la parcialidad. Ser "partidista" no es otra cosa que anclarse en una "parte" y hacer girar todo en su derredor. Un hecho es siempre algo definible, pero que es difícil que se presente aislado del exterior. Normalmente cada hecho, no importa cuál, se halla inserto en un contexto o en un conglomerado de contextos más o menos intrincadamente interrelacionados. Dicho de otro modo: forma "parte" de algo más amplio. Esto quiere decir que si es "parte", "participa", y es, a su vez, "participado". Aquellos sufijos de que dimos cuenta antes como -tik, -kin, -aren, -ko, -an, -gabe, -runtz, -tzat, -tako, -gatik, -z, etc. (desde, con, de, en, sin, hacia, por causa, etc.), nos denuncian implicaciones recibidas unas veces e influencias impartidas hacia fuera en los demás casos. Lo interesante es no perder de vista la entidad del problema y su inserción en una textura circundante. El estudio, así concebido, se hace difícil y complejo, pero el camino parece ser único. Es tan difícil, que podemos preguntar con Caro Baroja, con toda razón: "¿Pero quién es capaz de hacer de la suma de cosas, con su duración distinta y en distinta fase de vigencia, un todo organizado y coherente sin resquebrajaduras y contradicciones?". Sin falsas modestias y sin alardes de humildad, nos parece que podemos afirmar que no hay más camino que el de atacar los problemas en su multilateralidad y con mente predominantemente matemática. Claro, que estas tentativas irán progresivamente apretando más lo hechos hacia una comprensión de los mismos sin previa desfiguración y sin previa desintegración. Lo interesante es que cada tentativa evite la unilateralidad, el prejuicio de escuela, la corriente ideológica y, sobre todo, que no nos quedemos con la osamenta de los hechos, o con sus estructuras de superficie, y no se nos escapen aquellas realidades profundas que son las únicas verdaderamente significativas. Porque si nos paramos en una época determinada y extraemos de ella la osamenta arqueológica de los hechos no dejaremos de hacer otra cosa que la que hace el historiador que sigue la marcha evolutiva de esa osamenta y llega a su meta captando una arqueología dinámica en lugar de una arqueología estática. Lo interesante es que no se nos escurran los valores que laten en ese maremagnum de nexos que, en fin de cuentas, son la propia vida.