Territoires

Bizkaia. Administración pública (version de 1999)

El peso de las Merindades de la Tierra Llana.

Resulta más difícil destacar el particularismo institucional del bloque territorial al que ya hemos llamado Bizkaia nuclear, puesto que sus propios órganos de representación y gobierno llegaron a convertirse en las instituciones comunes del Señorío. Sabemos que ya en la Baja Edad Media la tierra comprendida entre los ríos Nervión y Deba, es decir, la Bizkaia nuclear, se halla compartimentizada en unidades administrativas denominadas Merindades. La figura de un Merino Mayor de Vizcaya está documentada en el s. XI, y aunque haya que aguardar a 1394 para encontrar la primera definición sistemática y vigorosa de las seis Merindades vizcainas (Busturia, Uribe, Arratia, Bedia, Zornoza y Mungia o Markina, además de la de Durango) hay que tener en cuenta que las cartas pueblas fundacionales de Villas contenían alusiones a las Merindades. Sobre estas unidades administrativas, bien delimitadas por accidentes geográficos, van a operar oficiales señoriales específicos -prestameros y merinos-, encargados de ejecutar mandamientos y disposiciones judiciales, de notificar convocatorias a las Juntas; y magistrados con jurisdicción, los llamados alcaldes de Fuero, que realizaban periódicamente un itinerario judicial. La merindad se constituye en ámbito de organización política de la comunidad. Algunas cartas pueblas parecen aludir a Juntas de Merindad. A una asamblea de este carácter de Uribe se refiere Lope García de Salazar, y el Fuero de 1526 alude expresamente a la Junta de Merindad. En la Edad Moderna apenas se documenta la actividad de esta instancia institucional; existe sin embargo una modalidad reducida de Junta General de Vizcaya, la denominada Junta General de Merindades a la que era preceptivo que acudieran al menos representantes de todas estas demarcaciones. No podemos asegurar si el silencio documental sobre su actividad obedece a la ausencia de actas y de registros de las reuniones, o al hecho de su práctica extinción por absorción de su papel por la Junta General de Gernika, en la que, las anteiglesias estaban articuladas por Merindades.