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Tolosa (1998 version)

La vida política en el Primer Franquismo. El carlismo tolosarra emerge como fuerza hegemónica de poder local durante el Primer Franquismo. La alcaldía de Tolosa es ocupada por Fidel Azurza, que ya había ocupado el cargo durante la II República y que durante la Guerra Civil había sido presidente de la Junta Carlista de Guerra. Esta, constituida el 10 de agosto de 1936 en Ordizia, cuenta con la presencia de los tolosarras Ramón Alcorta, Germán Raguán y José Aramburu, este último nombrado secretario de la misma. El intento de desarrollar el partido único en Gipuzkoa encuentra numerosos problemas, como queda puesto de manifiesto en un documento fechado en 1943 en el que se señala que las jefaturas locales llevan "una vida muy lánguida" mientras que, por el contrario, cuando existe "un centro o círculo de recreo (generalmente el antiguo Círculo Tradicionalista) hay mayor lozanía en su desenvolvimiento" (AGA-Presidencia, c.92). Las difíciles relaciones entre falangistas y carlistas en Tolosa se ponen de manifiesto con motivo de los actos que tienen lugar para conmemorar la "liberación" de Tolosa en agosto de 1942. En los citados actos se producen incidentes entre los carlistas seguidores de Fal Conde, y opuestos al Franquismo, y el aparato oficial de F.E.T. y de las J.O.N.S. con el Alcalde de Tolosa, Serapio Altuna, y el Presidente de la Diputación, Fernando Aramburu al frente. Pero los problemas políticos en Tolosa durante el Primer Franquismo son constantes. En 1942 un informe señala que no se ha conseguido resolver el problema de la Jefatura Local de F.E.T. y de las J.O.N.S., a la vez que ponía de manifiesto la hegemonía política de los hermanos Ortiz de Zárate que ocupaban los cargos de Jefe Local, y las delegaciones de Auxilio Social, Información e Investigación, Frente de Juventudes y Prensa y Propaganda. Según este informe ésto producía un retraimiento de los miembros del partido único -en su mayor parte tradicionalistas- y era empleado por los partidarios de Fal Conde como una muestra de apoyo al dirigente carlista disidente. Para solucionar esta situación se propone que se nombre como jefe local a Germán Raguán, integrante -como hemos visto- de la Junta Carlista de Guerra y que luchó en la Guerra Civil con el grado de teniente. Como méritos para la designación de Raguán se menciona, aparte de ser ex combatiente, el haber perdido "a sus otros dos hermanos, uno asesinado por los rojos y otro caído en el frente", eso sí, en el informe se recomienda mantener las delegaciones de mayor interés político en manos falangistas (AGA-Presidencia, c.92).

El personal político en Tolosa sigue el mismo proceso que en el resto de municipios guipuzcoanos. Durante el período de la Guerra Civil son designados por el Gobernador Civil los gestores municipales, recayendo la mayor parte de los cargos en tradicionalistas que, en el caso de Fidel Azurza, ostentará un buen número de cargos en el Franquismo. Azurza, como ya hemos visto, fue nombrado alcalde de Tolosa, cargo que dejará para ser nombrado -en septiembre de 1937- Jefe Provincial de F.E.T. y de las J.O.N.S., cargo en el que permanecerá hasta agosto de 1938 en que es sustituido por Juan José Pradera, director de "La Voz de España" e hijo de Víctor Pradera, fusilado por los republicanos en los días previos a la ocupación de San Sebastián. Pero no será Azurza el único político tolosarra que ostente cargos de importancia en el Franquismo. En 1949 el alcalde de la villa, Ramón Llanos Goiburu, es designado procurador en las Cortes franquistas a propuesta del Jefe Provincial del Movimiento siendo elegido en detrimento del alcalde de Eibar (AGA-Secretaría General del Movimiento, c.200).

El resto de la vida política se caracteriza por un proceso de renovaciones continuas en la composición del consistorio, pero siempre con el denominador común de que los designados son tradicionalistas. En 1939 se produce una renovación parcial del consistorio. En octubre renuncia el alcalde Eusebio Alberdi al que sustituye Rafael Ariztia de Harrasarri, que ocupaba el cargo de primer teniente del alcalde. Como consecuencia del nombramiento del nuevo regidor al mes siguiente se produce una profunda renovación del consistorio, entrando a formar parte del mismo cuatro nuevos concejales. A diferencia de lo que ocurre en otros municipios guipuzcoanos, en 1943, no se producen grandes cambios en la corporación municipal. Tan solo se cubre una vacante que pasa a ser ocupada por José Olarriaga Zabaleta, miembro de la Comunión Tradicionalista y de la Junta Carlista de Guerra en San Sebastián, cargo desde el que accede a la jefatura de intendencia de la Administración General de la Junta Carlista de Burgos (AGA-Gobernación, 2540). Entre 1943 y 1948, año en el que se celebran las primeras elecciones municipales "orgánicas" llevadas a cabo por el Franquismo podemos documentar varios cambios parciales en el consistorio que se llevan a cabo en 1945 y 1946 en todos los casos para cubrir vacantes que se producen por renuncia de los concejales que las ocupaban.

Los años 1947 y 1948 son de mayor actividad política en los municipios guipuzcoanos en general y en Tolosa en particular. En 1947 el régimen celebra el primero de sus referéndums, en el que se somete a aprobación la Ley de Sucesión, que facultaba a Franco a nombrar su sucesor. Como es lógico suponer el Franquismo pone en marcha un proceso interno para lograr que la consulta arroje los resultados esperados, lo cual no impide que se celebre una "campaña" electoral a favor del "SÍ" . La campaña arranca con un acto en el "Teatro Gorriti" de Tolosa el 1 de julio de 1947 con la intervención del Alcalde de Tolosa; Ramón Llanos Goiburu, el Diputado Provincial Dionisio Tellería, el Secretario de las Cortes Antonio Paguaga y el Gobernador Civil de Gipuzkoa, Barón de Benasque ("La Voz de España", 2-7-1947). El referéndum arroja unos resultados claramente favorables al Régimen en el que un 78% del censo se posiciona a favor del "SÍ". Sin embargo la poca transparencia y la manipulación llevada a cabo del proceso de la votación - no conocemos los resultados municipales- y del censo -se excluye a todos aquellos que pueden ser considerados como "desafectos"- (Cfr. Barruso, 2000) nos ponen de manifiesto el escaso valor que tienen la consulta a nivel popular.

El siguiente acto de la campaña política emprendida por el régimen es la celebración, en noviembre de 1948, de las primeras elecciones municipales orgánicas mediante las cuales serían elegidos los ayuntamientos de los Tercios de Representación. De éstos -Familiar, Sindical y de Entidades- tan solo el primero era votado directamente -aunque de manera muy restrictiva- por los ciudadanos, ya que en los otros dos la elección correspondía a los compromisarios sindicales en el caso del segundo tercio y a los concejales de los dos tercios anteriores, que elegían entre una lista propuesta por el Gobernador Civil, los miembros del tercero de los tercios de representación.

A pesar del falseamiento electoral Tolosa es una de las escasas localidades guipuzcoanas en las que se llevan a cabo las "elecciones". Tan solo en dieciséis municipios hay más candidatos que puestos a cubrir, ya que en el resto la proclamación de candidatos -al coincidir ambas cifras- suponía la elección automática de los mismos. En Tolosa son cinco los candidatos, lógicamente todos del partido único, y conocedores de que los "perdedores" debían representar ese papel para dar una cierta imagen de verosimilitud al proceso. En Tolosa, según se desprende de la consulta de la documentación, tenían "derecho al voto" tres mil cabezas de familia, es decir tan solo el 23% de la población de los que "votan" tan "solo" el 62%, lo que supone uno de los porcentajes más bajos de la provincia exceptuando Mondragón (60%) y Eibar (51%). La corporación de 1948 estaba presidida por Ramón Llanos y formada por seis tradicionalistas, dos falangistas, un monárquico y tres concejales sin filiación conocida antes de la Guerra Civil. Por tercios los tradicionalistas son mayoritarios en todos excepto en el de entidades pero esta cuestión carece de importancia ya que todos los elegidos menos tres son militantes de F.E.T. y de las J.O.N.S.. El perfil sociológico de los regidores tolosarras de 1948 corresponde al de un tradicionalista, de una edad en torno a los cuarenta años, afiliado al partido único, considerado como afecto al régimen, empleado en el sector secundario -con un importante porcentaje de industriales que supera el 35% de los miembros de la corporación- y escasa presencia de los otros dos sectores; tan solo un concejal declara como profesión "labrador" y otro "comerciante", si bien estos términos son ambiguos y deben ser entendidos como pequeños propietarios agrícolas y propietarios de establecimientos comerciales (AGA-Secretaría General del Movimiento, c.207). El sistema de elecciones orgánicas pervivió hasta los últimos años del Franquismo, que celebró periódicamente elecciones parciales, ya nunca se eligió a toda la corporación de manera simultánea. Los comicios posteriores, como los de 1954, sirvieron para encumbrar una clase dirigente, procedente de la Guerra Civil -los dos concejales nombrado en 1954 son ex combatientes y procedentes del tradicionalismo.

Localidad Pob.
1930
Pob.
1940
Dif. % de TCI Pob.
1948
Dif. % Crec.
Abalzisketa
Aduna
Albiztur
Alegia
Alkiza
Altzo
Amezketa
Anoeta
Asteasu
Belauntza
Berastegi
Berrobi
Zizurkil
Elduain
Gaztelu
Goiatz
Hernialde
Ibarra
Irura
Larraul
Leaburu
Lizartza
Orexa
Errezil
Tolosa
Bidania
Villabona
503
428
647
1.126
494
425
1.067
384
1.245
266
1.150
378
1.245
340
270
229
347
934
519
280
477
570
183
1.447
12.847
702
1.880
525
405
628
1.115
466
387
1.211
381
1.389
239
1.000
412
1.290
339
287
226
322
1.120
521
272
511
576
175
1.364
13.583
715
1.946
22
-23
-19
-11
-28
-38
144
-3
144
-27
-150
34
45
-1
17
-3
-25
186
2
-8
34
6
-8
-83
736
13
66
104,37
94,63
97,06
99,02
94,33
91,06
113,50
99,22
111,57
89,85
86,96
108,99
103,61
99,71
106,30
98,69
92,80
119,91
100,39
97,14
107,13
101,05
95,63
94,26
105,73
101,85
103,51
597
429
664
1.141
213
431
1.305
384
1.372

1.043
434
1.229
367
301
257
229
1.080
545
292
519
622
181
1.500
13.024
739
2.003
72
24
36
26
-253
44
94
3
-17
-239
43
22
-61
28
14
31
-93
-40
24
20
8
46
6
136
-559
24
57
14,31
5,61
5,56
2,31
-51,21
10,35
8,81
0,78
-1,37
-89,85
3,74
5,82
-4,90
8,24
5,19
13,54
-26,80
-4,28
4,62
7,14
1,68
8,07
3,28
9,40
-4,35
3,42
3,03

Cuadro 1: Evolución demográfica en Tolosaldea (zona de Tolosa)

Un último apunte se refiere al comportamiento demográfico de Tolosaldea en el Primer Franquismo. Como se puede observar en el cuadro 1 la comarca mantiene el crecimiento entre 1930 y 1940 pero luego desciende, en términos absolutos, en 1948. Tolosa pese a mantener un leve ascenso entre 1930 y 1940 experimenta un retroceso de población al final del Primer Franquismo, al igual que ocurre con otras localidades de su comarca.

Pedro BARRUSO BARÉS
Historiador