La diversificación navarro-alavesa. La única provincia que escapa al panorama poco diversificado es Navarra, aunque no de forma notable. En esta provincia, a raíz de la política de promoción industrial, fueron numerosas las empresas que se establecieron y el número aumentó a partir de 1964 cuando llevó a cabo en virtud de su Régimen Foral el denominado "Plan de Promoción Industrial", por el que se concedían beneficios fiscales, grandes facilidades crediticias y administrativas, e incluso cesión de terrenos a bajo precio a las empresas que se instalasen en los polígonos marcados por la Diputación. Este plan perseguía una doble finalidad: detener el éxodo rural ya alarmante en algunas poblaciones y el establecimiento de industrias en todas las comarcas a través de polígonos para combatir el desequilibrio provincial. La congestión de la comarca del Gran Bilbao y de Guipúzcoa, la penetración de capital extranjero, más la propia iniciativa y ahorro navarro impulsaron el traslado de empresas guipuzcoanas, vizcaínas, catalanas, madrileñas e incluso extranjeras a los distintos núcleos de la provincia, fundamentalmente de aquellas especializadas en la fabricación de productos químicos y de accesorios de automóvil, "Norton", "Morris", etc. En Alava, el asentamiento de nuevas empresas en esta época se produjo en torno a la capital, creando una zona de concentración industrial que provocó más adelante una fuerte inmigración a Vitoria desde los núcleos rurales, ciudad que prácticamente monopolizará las actividades fabriles de la provincia, actividades del sector metalúrgico fundamentalmente.