Concept

Industrialización (1985 version)

La liberalización de 1959. A partir de 1959, se liberaliza la economía española en un intento de adecuación a la europea. La precaria situación en que se vio sumida la economía española como consecuencia de la autarquía obligó al poder público a aceptar las ideas liberales de la doctrina keynesiana y se aprueba el Plan de Estabilización cuyo objetivo seria sentar las bases para el logro de un desarrollo económico equilibrado y la mayor integración en otras economías, abriendo el mercado español a las importaciones, fomentando las exportaciones industriales y el turismo, animando la inversión privada extranjera y promocionando la concentración de las distintas unidades y sistemas de producción con el fin de aumentar los rendimientos. Y en este período tienen lugar los primeros intentos de programar el desarrollo a medio plazo que desembocan en los Planes de Desarrollo, el primero de los cuales se puso en marcha en 1964 con una vigencia cuatrienal. El País Vasco creció y se desarrolló en estos años, siendo Alava y Navarra las provincias con un mayor índice de crecimiento de valor añadido- bruto dada su recién estrenada industrialización. La población ocupada en el sector industrial en el periodo 1960-74 en el País aumentó en una proporción superior a la media española. La aparición en el País Vasco de competencia extranjera que vino a estimular las reformas económicas, más la ayuda crediticia tanto oficial como privada y la planificación indicativa de ciertas ramas industriales (programa de acción concertada de la siderurgia y metalurgia de transformación), contribuyeron decisivamente en la inauguración de un nuevo período expansivo en la Industria Vasca. A estos factores hay que añadir la adopción por parte de algunas empresas de técnicas extranjeras e incluso capital del mismo origen y el incremento de la demanda de productos industriales a tenor de la expansión experimentada por el consumo nacional. Pese a todo, la modernización de la industria hasta 1964 fue acompañada de una serie de problemas relacionados con la competencia y dificultad para hacerle frente de algunas empresas carentes de capacidad económica. En el País Vasco peninsular se configura en estas fechas una estructura típica de los países industrializados, con un sector secundario que supone el 52 % del valor añadido bruto total, seguido del sector servicios que supone un 42 %. Dentro del sector manufacturero únicamente dos sectores -transformados metálicos y química- proporcionan las 3/4 partes del valor añadido bruto total de la industria manufacturera. La gran capacidad productiva, unida a los incentivos a la exportación puestos en marcha a raíz del Plan de Estabilización, influirán de forma favorable en la exportación vasca registrándose un incremento por encima del logrado en el conjunto estatal.