Concept

Industrialización (1985 version)

Las algodoneras. Otra rama de actividad que despertó en los albores de la moderna industrialización guipuzcoana fue la manufactura algodonera, al amparo de la producción catalana, en pleno apogeo de crecimiento y renovación, que a partir de 1841, impulsada por el espíritu de asociación y empresa, se extiende fuera de sus fronteras regionales e invierte en otras provincias, entre las que se encontró Guipúzcoa -Algodonera S. Antonio de Vergara-, donde se empiezan a fabricar los indianos azules de dos caras en 1844. En 1845 los Brunet crean la fábrica de algodón de Lasarte. Estas primeras instalaciones textiles fueron el preámbulo de la aparición de otras en las que se complementaban operaciones textiles de esta rama industrial: estampación y tinte en Vergara, hilados y tejidos en "Pedro Lasagabaster", "Fernández y Sobrino", "Hilería Muguerza", "La Algodonera Guipúzcoana" de hilados tejidos y estampados de algodón en Andoain... En estas empresas no se dieron las concentraciones financieras y materiales que se efectuaron en el papelero. Además de las dedicadas a la manufactura del algodón, existían las de elaboración de tejidos de lana y yute en Tolosa (paños finos y mantas), Azpeitia (tejidos bastos), Rentería y Zarauz. Y subsistían los establecimientos antiguos con técnicas y sistemas artesanales como los de alpargatas en Azcoitia, con una producción muy restringida y que más que empresas eran talleres de artesanos hábiles. Unicamente Vergara se desarrollará como centro textil de cierta relevancia. En 1920 existían en esta provincia 19 fábricas algodoneras, 6 de lana y seda, y 42 de otras especialidades. En esta rama se produjo una proliferación y dispersión geográfica de centros manufactureros. Las grandes fábricas estaban sostenidas por capital catalán y esta misma competencia hizo que los capitalistas donostiarras no se inclinaran a la inversión en este sector como lo hicieron en el papelero. Las actividades del mueble y alimentación tuvieron cierta relevancia. La primera se desarrolló en la cuenca del Oria para extenderse luego a la cuenca del Urola, y el principal exponente de la segunda fue la fabricación de galletas y chocolate de Oñate.