Penetración de la marina vasca en el Mediterráneo. Desde 1351 hallamos pruebas de la navegación de los vascos hasta Barcelona. Utilizaban la «coca bayonesa», embarcación que posteriormente daría origen a la carabela, y que superaba en rapidez y seguridad a las embarcaciones mediterráneas. A fines del s. XIV las naves vascas se aventuraban hasta el mar de Azof. Al comenzar el s. XV, en un momento en que la navegación atlántica está dificultada por un recrudecimiento de la guerra de los Cien Años, los vascos se adentran en el Mediterráneo favorecidos por su neutralidad entre las grandes ciudades comerciantes rivales, y desarrollan una gran actividad de transporte. Desde 1426, y durante veinte años, frecuentan las costas de Provenza, sustituyendo a la flota marsellesa destruida por el saqueo de 1423. En la lucha entre Barcelona y Génova serán ellos los que tomen a su cargo el comercio entre las penínsulas Ibérica e Itálica. A Génova llevan sal de Ibiza y trigo siciliano, de Apulía y Sevilla. A Barcelona arenques, seda, cuero andaluz y portugués, lanas y cochinilla.