La encomienda de Ordiarp.
Volvamos al camino de Mauléon a Ostabat pasando por Ordiarp. Había ya, en 1189, en esta localidad, una comunidad que vivía bajo la dirección de un abad. Hacia 1270 ésta se unió a la abadía de Roncesvalles y en ella se fundó una encomienda-hospital (Dubarat, 1887). Esta estuvo regida por un canónigo que ostentaba el título de comendador y que era nombrado por el prior de Roncesvalles: percibía las rentas de las parroquias de Musculdy, Ordiarp, Idaux, Mendy, Viodos y Garindein. De las siete encomiendas que Roncesvalles poseía en el País Vasco continental, Ordiarp era la más rica, pero los peregrinos y los pobres de Zuberoa no recibían casi nada de estas rentas, que se enviaban directamente a Roncesvalles. El cura de la parroquia era nombrado legalmente por Roncesvalles y ostentaba el título de vicario perpetuo, al ser el cabildo de la abadía el titular del curato. En cuanto al comendador, éste era juez en la corte de Licharre. Edificada en el siglo XI, la iglesia parroquial de Saint-Michel era un bello edificio de tres naves, de estilo románico. Fue destruido en parte en 1569, durante las guerras de religión, y restaurado a finales del siglo XIX. La arquitectura es sobria, con una nave y colaterales, sin transepto, un ábside y absidiolos. Se halla hoy en día clasificada como monumento histórico.