La opinión de Aimeric Picaud sobre los vascos.
Estos caminos de montaña no fueron creados por los peregrinos, que utilizaron vías ya trazadas, a veces muy antiguas, aquéllas que habían surcado los pastores de la protohistoria, pero ahora se poblaban de abrigos, refugios, oratorios, iglesias y hospitales. Aimeric Picaud, autor de la "Guía", no se contentó sólo con indicar las rutas a seguir. En el capítulo VII, nos proporciona "el nombre de las regiones que atraviesa el camino de Santiago y los caracteres de sus habitantes." El retrato que hace de los gascones y de los vascos y navarros es tan poco halagüeño que apenas puede hallar palabras adecuadas para denunciar su rapacidad. Pone incluso en cuestión al vizconde Raimundo de Zuberoa: "Por ello solicitamos encarecidamente que estos peajeros, así como el rey de Aragón y los otros ricos a los que entregan el dinero de este tributo, y todos aquéllos que están de acuerdo con ellos: Raimundo de Solis (Soule= Zuberoa), Viviano de Aigremont (de Gramont)... que todas estas gentes, hasta que hayan expiado por medio de una larga penitencia pública...sean castigados con una sentencia de excomunión, publicada, no solamente en la sede episcopal de su país, sino también en la basílica de Santiago, en presencia de los peregrinos". Picaud, en una generalización altanera y excesiva, mete en el mismo saco a los perceptores de peajes y a todos los habitantes del país.
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