Las tribunas.
En el transcurso de los siglos XVI y XVII, la población del País Vasco Norte aumentó sensiblemente y las iglesias se quedaron pequeñas para albergar a todos los parroquianos. Era difícil agrandar las iglesias sin modificar los cementerios que las rodeaban. Entonces fue cuando se levantaron galerías en el interior de las iglesias. También en esto se distingue Zuberoa de sus vecinos de Laburdi y Baja Navarra. En lugar de galerías que discurren a lo largo de las tres paredes y se alzan en varios pisos, se construyó en Zuberoa una sola tribuna, enfrentada al altar, constituyendo un solo piso dotado de varias filas de bancos. Pero la costumbre, aquí como entre sus vecinos, establece que solo sean los hombres los que se sienten en ellos. Por lo general, se accede a la tribuna por medio de una escalera exterior cuyo primer tramo se sitúa bajo el porche. Este constituye, ante la puerta principal, un cobijo para los fieles, que suelen remolonear en él tras los oficios. El más logrado de estos porches es el de Gotein.