Los campanarios-calvario.
Podemos notar ciertas diferencias en la arquitectura de las iglesias suletinas y las del resto del País Vasco Norte. De esta forma, las iglesias suletinas poseen a menudo tres naves y tres ábsides, mientras que en Laburdi por lo general sólo tienen una. Pero, lo que hoy en día les caracteriza más son los campanarios-calvario, impropiamente denominados trinitarios. La fachada suele estar coronada de un frontón recortado por un nicho que alberga las campanas, terminado por tres puntas sobre cada una de las cuales hallamos una cruz, la central más elevada que las otras. La mayor parte es del s. XVII y parece haber sido concebida por un mismo arquitecto. Las campanas, en sus nichos, se alojan en una construcción de madera cerrada por láminas de persiana. La más conocida de estas iglesias es la de Gotein. La antigua iglesia parroquial de Mauléon, de la que sólo subsiste el coro, San Juan de Berraute, poseía un campanario-calvario. Los encontramos también en Viodos, Idaux-Mendy, Aussurucq, Espès (monumento clasificado)-Undurein, en la Villa Alta de Mauléon y en muchas otras parroquias.