Viaje hasta el Pirineo. El rey Carlos tenía que atravesar, para llegar a Zaragoza, tanto la Aquitania como la Vasconia. Por ese motivo, vivos todavía los rescoldos de la afrenta y del atropello, se ve precisado a tomar las precauciones adecuadas. No sabemos cuáles fueron, pero el biógrafo de Ludovico Pío lo consigna en su crónica: «Transiit Garonnam fluvium, Aquitanorum et Wasconum conterminum: quam regionem iamdudum in deditionem susceperat. Lupo principe se et sua eius natui dedente. Idibem etiam quae opportunitas utilitasque dictavit explicit, statui Pyrinaei montis superat difficultate ad Hispaniam pergere...» (El Astrónomo). Pasó al otro lado del Garona, río que corre fronterizo entre Aquitanos y Vascones, región ésta que ya anteriormente se le había sometido, habiendo puesto el príncipe Lupo su persona y sus bienes a su disposición. Allí llevó a término, así mismo, lo que dictaba la oportunidad y la conveniencia. Decidió pasarse a Hispania, franqueando el obstáculo de los Pirineos. Dicen los «Annales Regii», casi coetáneos: «DCCLXXVIII. Tunc domnus Carolus rex iter peragens Hispaniae per duas vias: unam per Pampilonam, per cuam ipse supradictus magnus rex perrexit usque Caesaraugustam. Ibique venientes de partibus Burgundiae et Austriae vel Baioariae, seu Provinciae et Septimaniae et pars Langobardorum; et coinungentes se ad supradictam civitatem ex utraque parte exercitus. Luego el señor rey Carlos emprendió el viaje hacia las tierras de Hispania por dos caminos: uno por Pamplona, por donde el sobredicho rey magno llegó a Zaragoza. Aquí vinieron los de las regiones de Borgoña, Austrasia, Baviera, Provenza, Septimania y Lombardía; y así se reunieron en dicha ciudad los ejércitos de una y otra parte. A la cabeza de la misma va Carlomagno acompañado de los altos dignatarios de la Corte. En el camino, cuando llega a Chasseneuil, en la Charente, se detiene el Emperador para celebrar la Pascua, dejando en dicho pueblo, en adelante residencia real, a su esposa Hildegarda, que por su estado avanzado de embarazo no podía continuar el viaje. «Pascha vero in Aquitania apud Cassinoillum natalem celebravit». (Ex Eginhard Annal. de Gestis Caroli Mag. ad. ann. 778). Celebró la Pascua en Aquitania, en el lugar de Chasseneuil. Algunos autores sitúan Chasseneuil cerca de Poitiers. Carlomagno, dejando a su esposa en Chasseneuil, atraviesa el Garona que delimita a aquitanos de vascones.