Concepto

Batalla de Roncesvalles

La toma de Pamplona. A fines de abril cruzaba Carlomagno el paso de Roncesvalles sin ningún contratiempo. Desciende su ejército a Pamplona, entra en la ciudad y, una vez en ella, llegan algunos jefes sarracenos a rendirle acto de sumisión y a entregarle rehenes de garantía de lo tratado. Es de suponer que Pamplona se halla en esas fechas en buenas relaciones con los musulmanes del Ebro. Los «Annales Regii» se limitan a decir que Carlos entró en Hispania por dos vías: una por Pamplona: «Tunc domnus Carolus rex iter peragens partibus Hispaniae per duas vias: una per Pampilonam». (Annales Regii). Luego el señor rey Carlos emprendió el viaje hacia las tierras de Hispania por dos caminos: uno por Pamplona... Los nuevos «Annales Regii» aclaran lo dicho por sus antecesores llamando a Pamplona ciudad de los navarros. «...congregato exercitu profectus est: superatoque in regione Wasconum Pyrenaei iugo, primo Pampelonem Navarrorum oppidum adgressus in deditionem accepit». (Nuevos Annales Regii ad ann. 778). ...congregado el ejército, se puso en marcha, y, superada la cumbre del Pirineo, en la región de los Wascones, llegado primeramente a Pamplona, la plaza fuerte de los navarros, la recibió en capitulación. Los «Annales Mettenses» (priores) añaden que Carlos acude a Hispania, movido por las súplicas de los cristianos que padecían bajo el yugo de los sarracenos, pasando por Aquitania y llegando a Pamplona. «(778) Anno dominicae incarnationis DCCLXXVIII. Rex Carolus motus precibus, immo querelis Christianorum, qui erant in Hispania sub iugo sevissimorum Sarracenorum, exercitum in Hispaniam duxit; ipse scilicet cum manu valida per Aquitaniam pergers, iuga Pirinei montis transcendens, ad Pampilonam urben pervenit». (Annales Mettenses priores). (778) En el año de la Encarnación del Señor, el rey Carlos, movido por las súplicas y las lamentaciones de los cristianos que estaban en Hispania. Pasando fácilmente por Aquitania, saltando por los collados del Pirinea, llegó a la ciudad de Pamplona. Eginhard es más parco pues se limita a consignar la entrada en Hispania con el máximo aparato de guerra: «Hispaniam quam maximo poterat belli apparato adgreditur». Ataca a Hispania con el máximo aparato de guerra. El abad «Reginon» también se limita a decir que Carlos entró en Hispania por Pamplona: «Carolus cum exercitu Hispaniam ingressus est, venit vero primo ad Pampelonam civitatem». (Reginon). Carlos entró en Hispania con un ejército, y llegó primero a la ciudad de Pamplona. El poeta Saxonis da el dato inédito de que tomó Pamplona por las armas:Qui cum prima Pyrenei iuga iam superasset,Ad Pampelonem, quod fertur nobile castrumEsse Navarrorum, veniens il coeparat armis.. (Poeta Saxonis). Y tras superar las primeras cotas de los Pirineos, llegándose a Pamplona -que pasa por ser una noble fortaleza de los navarros-, la tomó por las armas. El «Astrónomo» se limita a consignar, lo mismo que los «Annales Regii», el simple paso del Pirineo sin dificultad. El asunto está claro, Carlomagno toma la ciudad a los vascones navarros y, una vez en poder de Carlos, viene a él Abu Thawr, de Huesca, a entregarle las ciudades prometidas, dando como rehenes de garantía a su hermano e hijo. Lo mismo consignan los «Annales Moissiacenses» nutridos en los anteriores: «778. Et in anno 778 congregans Karolus rex exercitum magnum ingresus est in Hispania, et conquisivit civitatem Pampelonam. Et ibi Taurus saracenorum Rex, venid ad eum, et tradidit civitates quas et dedit et obsides fratrem suum et filium et inde perrexit usque ad Caesaraugustam». (Chronicon Moissiacense). 778. Y en el año 778, reuniendo el rey Carlos un poderoso ejército, entró en Hispania y tomó la ciudad de Pamplona. Y entonces Taurus (Abu Thawr), rey de los Sarracenos, fue a donde él, y le sometió das ciudades en que mandaba, ofreciéndole en rehenes a su hermano e hijo. Y de allí avanzó hasta Zaragoza. Pero ya los «Annales Laurissenses», nutridos en los anteriores, añaden de su cosecha que Carlos tomó Pamplona a los sarracenos, lo cual no se aviene con la llegada de Abu Thawr y los textos primitivos. La ligereza de esa mala interpretación corre pareja con la fecha que da a la batalla en 779. «(779) Karolus contra Saracenos Pampalonam civitatem capit. Abitaurus Saracenorum rex dedit obsides fratrem suum et filium, et reddidit civitates quas tenebat». (779) Carlos conquista la ciudad de Pamplona contra los Sarracenos. Abitauro (Abu Thawr), rey de los Sarracenos le dio como rehenes a su hermano e hijo, y le entregó las ciudades que tenía. Contra este testimonio en solitario de que Pamplona fue conquistada a los sarracenos se alzan incluso los textos de otros anales con la misma fuente informativa, tales como los «Annales Annianis» que expresamente indican que Abu Thawr, rey sarraceno, una vez conquistada la ciudad, fue a donde Carlos para hacerle entrega de rehenes prometidos: ...conquisivit civitatem Pampalonam, et ibi Taurus, Sarracenorum rex, venit ad eum et tradidit et civitates quas habuit, et dedit ei obsides fratrem suum et filium. Et inde perrexit usque ad Cesaraugustam. (Ann. Annian. , Bibl. Nat. , Fondo latino, n.° 5941, f° 11 a). ...se apoderó de la ciudad de Pamplona; y entonces Taurus (Abu Thawr), rey de los Sarracenos, fue a donde él y le entregó las ciudades que le estaban sometidas, dándole en rehenes a su hermano e hija. Y de allí avanzó hasta Zaragoza. Los «Annales Pectiviani» no añaden nada nuevo si no es el colocar a Pamplona en Galicia en el sentido de tierra no sometida a dominio musulmán, lo cual consuena con la idea de que Pamplona era, sin duda, la ciudad de los vascones navarros en cuyas manos se hallaba: «DCCLXXVIII. Eodem anno domnus rex Karolus cum magno exercitu venit in terram Galliciam, et adquisivit civitatem Pampilona». En el año 778 el señor Carlos rey fue con un magno ejército a tierra de Galicia y adquirió la ciudad de Pamplona. Los historiadores posteriores se han dejado llevar por las ideas y sentimientos de sus respectivas épocas sin hacer gran caso de las fuentes. Sirvan de ejemplo dos, uno del s. XI-XII, el Silense, y otro del XVI, Aemilius. El abad de Silos, cuyo nombre se desconoce, confiesa seguir a los Annales pero a su manera, ya que introduce a los moros asediando a Pamplona cuando llega Carlomagno ante la ciudad. Aemilius ve a Carlo Magno asediando a Pamplona y a los musulmanes defendiendo la ciudad pidiéndole autorización para demandar ayuda a los reyes amigos y aliados, prometiendo, nada menos que volver al lugar y entregar la plaza en el término de 15 días, si no son socorridos. Es increíble cómo se va adulterando la historia a medida que pasa el tiempo: «Ad Pampilonem, castra posita, missi qui percontarentur deditionem ne faceret Saraceni, qui eam valido praesidio insederant, an fortunam belli expiri vellent: Tempus primum ad deliberandum patebat: datum est diei spatium: deinde id agebant ut ad reges socios amicosque sibi mittere liceret: ut nisi intra quindecim dies auxilio illi praesto essent, dererent sese urbemque». (Paulus Aemilius, Hist. Francorum, lib. 23). Este autor, que escribía a principios del s. XVI, aunque diga que sigue a los «Annales Vascones», que no se conocen, sí que parece inspirado totalmente, como indica Jaurgain, en la «Chanson de Roland», o en el «Pseudo Turpin», ya que ignora a los vascones totalmente.