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Argentina

Se fundó en Buenos Aires, el 20 de julio de 1943, en el domicilio del historiador vasco-argentino Enrique de Gandía. Firmaron el acta los doctores Enrique de Gandía, Justo Gárate, Andrés M.ª de Irujo, Elpidio R. Lasarte, Pbro Gabino Garriga, Padres Bonifacio de Ataun y Miguel de Alzo, capuchinos, Padre Francisco de Madina, canónigo lateranense, doctores Isaac López Mendizábal, Félix Loizaga, Leo Goti, Pedro de Basaldúa, ingeniero Carlos Cucullo, doctores Eulogio Ayanz e Ildefonso Gurruchaga. Luego se agregaron las firmas del Excmo. Sr. Obispo de Viedma, Mons. Nicolás Esandi, Dr. Santiago Cunchillos, Pedro Echeberria, doctores Rómulo Zabala, Francisco Basterrechea, Vicente de Amézaga y Juan León Cruzalegui. Por disposición estatutaria el Instituto debía contar con cuarenta miembros numerarios vitalicios con voz y voto, se hicieron las presentaciones debidas, y fueron elegidos sucesivamente, como tales, por mayoría de votos, el Dr. Juan José Guaresti, hijo, los ingenieros Juan José Esperne, presidente del Centro Vasco-Francés, y José Urbano de Aguirre, los doctores Esteban Ochoa, presidente del Centro Vasco-Argentino Gure Echea, Salvador Oria, Guillermo Leguizamón y Antonio Sagarna, periodista Michel Iriart, ingeniero Saturnino Zemborain, Dr. Adolfo Bioy, ingeniero Diego Joaquín Ibarbia, arquitecto Martín Noel Iribas, ingeniero Pedro Mendiondo, general José M.ª Sarobe, doctor Félix E. Etchegoyen, Ramón Mendizábal, almirante José Guisasola, doctor Carlos Alberto Erro, ingeniero Antonio Lascurain y D. Isidoro Fagoaga.

El 25 de agosto fue elegida la primera junta directiva. Presidente Mons. Esandi; vicepresidente primero, Elpidio R. Lasarte; vicepresidente segundo, Justo Gárate y Andrés M.ª de Irujo secretario de actas. Para los cargos de secretario general, tesorero y vicetesorero quedaron elegidos los señores Santiago Cunchillos, Carlos Cucullo y Juan León Cruzalegui. Su primer presidente, Mons. Esandi, después de cinco años de presidencia, falleció en agosto de 1948. Era hijo de José Joaquín Esandi Morea, natural de Jaurrieta (Navarra), y de María Dolores Nicolao Arriaga, natural de Isaba, también Nav. La tarea que se proponía el Instituto era vasta: investigar a fondo el pasado y presente del pueblo vasco y divulgar los resultados de esas investigaciones. Esta formidable conjunción de vascos y vasco-argentinos dio y sigue dando óptimos frutos. En 1950 aparece el primer número del Boletín Americano del Instituto de Estudios Vascos, cuya labor extraordinaria viene desarrollándose ininterrumpidamente hasta nuestros días.