La temporada lírica del Teatro Colón del año 1925 contó con la presencia de este ilustre tenor navarro: tres meses de ópera con la obligación de tres estrenos. Fagoaga sugirió al empresario el estreno de Amaya, obra totalmente desconocida para éste. El gran tenor wagneriano tuvo que garantizar con su sueldo el éxito de la empresa. Fagoaga consiguió la presencia del maestro Guridi y del presidente Irigoyen el día del estreno. Los tres días de Amaya, fueron tres días de apoteosis vasca en Buenos Aires, acudiendo vascos de toda la república y del Uruguay. El grupo de ezpatadantza del Laurak-Bat, dirigido por el maestro Bereciartua, interpretaba parte de la coreografía. El billetaje de la función popular, atendiendo a la llamada de Fagoaga, fue adquirido íntegro por los centros vascos de Buenos Aires. El mismo D. Isidoro de Fagoaga, ante nuestras preguntas, evoca vívidamente estas representaciones. El todo Buenos Aires, las damas argentinas de la alta sociedad, están presentes. Ante la actuación de los ezpatadantzaris se desata el entusiasmo, los irrintzis brotan de todas partes, las damas se asustan.
Pero pronto comprenden lo que ocurre, pues la mayoría son de ascendencia vasca. Destacó como irrintzilari Jesús de Zabala que animó estas memorables jornadas. Nos sigue relatando D. Isidoro de Fagoaga: los rígidos reglamentos del Teatro Colón fueron desbordados y la ezpatadantza fue bisada entre aclamaciones e irrintzis. En esta temporada de 1925, Fagoaga estrenó la ópera sudamericana Tabare, con letra de Zorrilla San Martín y música del maestro Schiuma. El segundo viaje de Fagoaga a Buenos Aires fue en la temporada lírica de 1929. Otras actividades de Fagoaga en la Argentina corresponden a su tercer viaje a Buenos Aires, a raíz de la guerra del 36. Retirado de su vida artística en pleno triunfo, se traslada de San Juan de Luz a Buenos Aires. Allí se ocupa en sacar adelante la revista Gernika que ya administraba en Laburdi, saliendo unos doce números que él mismo financia. Su labor periodística en "La Prensa" de Buenos Aires alcanza ya los 15 años y continúa en la actualidad desde su actual residencia en San Sebastián. Publica varias obras notables en la editorial Ekin.