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Argentina

El presbítero Juan Goyburu (siglo XVIIII), maestro de canto; Amuchastegui, guitarrista famoso; el obispo de Córdoba, monseñor Juan de Sarricolea fue gran promotor de las artes; Antonio Aranaz, experto director de orquesta; José Joaquín de Alzaga, virtuoso de la trompeta, tocaba en la orquesta de Aranaz (1790). En la conmemoración de las victorias de 1806 y 1807 las bandas de Patricios y Vizcaínos dieron varios conciertos. Entre los componentes figuraban nombres famosos en el medio artístico como Eusebio Unanue, J. Zacarías Chorroarin, Ignacio Chora y Juan Arocha.

Por esta época Francisco Letamendi era uno de los mecenas protectores del arte musical en el Plata. Las dos figuras musicales del siglo XIX son Picazarri y Zavalia. El primero dio un gran concierto en Buenos Aires, en 1817, dirigiendo una orquesta de 16 ejecutantes. Amancio Alcorta fue el primer compositor de música netamente argentina Juan Pedro Esnaola (n. 1808) estudia bajo la dirección de Picazarri y la mayor parte de su obra está inédita.

Los insignes escritores Juan Bautista Alberdi y Esteban Echeverría entraron también en el mundo musical de su tiempo. El primero compone y escribe sobre el tema, el segundo da normas orientadoras para la nueva música del país. A la lista de precursores siguen algunos nombres posteriores como Julián Aguirre y Ana Carrique. Entre los contemporáneos anotamos a Floro Ugarte (n. 1884), Alejandro Inzaurraga, Isidro Maiztegui, Tirso Olazábal, Rodolfo Arizaga y los compositores femeninos Joaquina Irurtia, María Lucrecia Madariaga, Perlita Argerich Beascoechea y Graciela Berro.

Entre la multitud de cantantes de estirpe vasca se pueden citar a Elena Arizmendi, Tota de Igarzábal, Pedro Mirassou, Marcelo Urizar y Carlos Guichandut. Entre los instrumentistas, los virtuosos del piano: Alberto Inzaurraga, Ofelia Menchaca y su hija Ofelia Carmen Menchaca, descendientes de Angel Menchaca, creador de un sistema de notación musical; Felipe y Carlos Larrimbe; Haydée Helguera; María Lucrecia Uriarte y la dinastía de los Chazarreta, folkloristas y ejecutantes. El guitarrista, compositor y cantante, Atahualpa Yupanqui, reconoce su ascendencia en su "Canto a mi madre vasca", interpretado en el Victoria Eugenia de San Sebastián (1969) entre constantes ovaciones. Entre los libretistas se distinguen Allende Iragorri, Múgica Lainez y Carlos Cucullo. Como crítico musical: Mario Antonio Barrenechea. (Ref. Músicos Argentinos de Estirpe Vasca, por Isidoro de Fagoaga. La Prensa, Buenos Aires, 1966).

Realizan también su labor los músicos vascos P. Ugarte, P. Urquía y P. Irizar. Le corresponde también estar en este capítulo a Julián de Ajuria; nacido en Ubidea (Vizcaya), el 16 de marzo de 1886. Consagró todos sus entusiasmos al cinematógrafo, llegando a ser en ese mundo un personaje de talla internacional, como creador del Programa Ajuria. Su gran afecto a la Argentina lo expresó en la película Una nueva y gloriosa nación, producida en Hollywood a sus expensas y bajo su dirección. Al retirarse de sus actividades habituales se dedicó a la lectura y a escribir. En 1916 publicó El cinematógrafo espejo del mundo. En su introducción expresa su amor a la tierra vasca. Tenía en preparación dos obras: El cine y las bellas artes y El cine y la cultura. Murió en Buenos Aires el 17 de mayo de 1965. ("Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos", n.º 62).