Sailkatu gabe

EUSKARA OBJETIVO (LENGUAJE: HIZKUNTZA)

Fonación. Nos referimos a la facultad de fonación que posee todo hablante, a que se realice el proceso mediante el cual el aire que sale de los bronquios y la tráquea, produzca el sonido articulado.

No entran en los fenómenos de lenguaje los gritos y las expresiones emotivas ocasionadas instintivamente: Pero sí, el repertorio de interjecciones y voces onomatopeyicas, tan abundantes en euskara, ya que difieren en parte del ofrecido por otros idiomas. Son palabras, y como palabras, compuestos de fonemas y significado.

La facultad de fonación reside en la posesión de los llamados "órganos del habla", aunque en sentido estricto no existan tales órganos. Los sentidos tienen sus órganos propios (oído, vista..., etc.) pero el hablar, no. El lenguaje se realiza aprovechando pulmones, laringe, paladar, nariz, lengua, dientes y labios para la producción de sonidos adecuados, y que, según la localización e influencia de esos medios fisiológicos, se denominen los sonidos en labiales, dentales, nasales, o también según el grado de apertura de la boca para su pronunciación.

La fonética vasca, y, en particular, la histórica la ha estudiado exhaustivamente D. Luis Michelena en su obra "Fonética Histórica Vasca" (San Sebastián, 1961, 556 pp.). En ella estudia meticulosamente las vocales vascas que constituyen un sistema sencillo, con cinco fonemas y tres grados de apertura, /i, e, a, o, u/, además del suletino ü, pero hay que señalar que Tovar cree en un sustrato euskérico vasco en el castellano no solamente por su coincidencia en el sistema vocálico, sino porque se extiende a las realizaciones fonéticas. Se refiere al hecho tardío de la diptongación de e y o abiertas en romance. No obstante eso, existen variantes fonéticas euskéricas que se alejan de lo que es normal en castellano.

La fonación euskérica ha llegado a un sistema fónico de vocales y consonantes más rico que el del castellano por la posesión de consonantes palatalizadas como ti, dd y las consonantes sibilantes ts, tz y x (ch francesa) pero más pobre en cuanto no posee v y apenas f, que parece de importación reciente. Otra característica es también la escasez de sonidos nasalizados. Como es sabido, el castellano nació en tierras occidentales de la primitiva Euskalerria ocupada por la tribu autrigona, donde nació la futura Castilla. Cabria pensar en un estudio raciológico de los órganos del habla en relación a ser también vascos los primeros castellano-hablantes y sobre todo aquellos que comenzaron a hablar el latín que dio origen al romance castellano.

La fonación, pues, como facultad se relaciona íntimamente con los citados órganos que, combinados, llegan a producir los sonidos. Claro que esta facultad, esa posibilidad de emisión de sonidos no valdría nada si no fueran articulados, y la articulación ya supone una posición conjunta de los órganos en el momento de producir el sonido, de modo que el decir que ñ, ll, son palatales significa que el punto de articu lación o de coincidencia de dos órganos es en este caso el paladar, y, de ahí, lo de sonidos dentales, velares, bilabiovelares, labiodentales, etc.

En el sistema euskérico se ha llegado a ciertas consonantes palatalizadas como tt, ñ, lI, .x, tx y dd; a una sola aspirada, h, en los dialectos laburdino, bajo navarro y suletino; a oclusivas, sonoras b, d, g, y sordas, p. t. k.; a labiales b, m, f, p; a nasales, m, n, ñ; a vibrantes, r, rr; a sibilantes, z, tz, s, ts; además de las cinco vocales ya mencionadas antes.