Concepto

Carnaval (versión de 1977)

Carnaval y contexto. El carnaval, como todo hecho humano, se realiza en un contexto de civilización, que varía de unas épocas a otras lo mismo que la fiesta a que nos referimos. El buen funcionamiento del conjunto exige que cada función particular se armonice con su entorno en una conjugación adecuada. El carnaval mitológico parece muy distinto al de las carnestolendas. Aquél es más bien religioso y con propósitos propiciatorios y preservativos de males a los hombres, animales y plantas. En el carnaval propiamente dicho se violenta el juego del conjunto de civilización mediante licencias que no se permiten en el resto del año. Son propiamente tres jueves y tres días consecutivos (domingo, lunes y martes) los destinados a ello. Se hace mofa de la vergüenza interior, se molesta, se altera el orden habitual de las cosas, se rinde culto a lo zafio, harapiento y sucio, se lanza ceniza y líquidos a la cara de los demás, se divulgan secretos personales, incluso se roba, aparte de las licencias sexuales o alusiones a las mismas y del maltrato a perros y gatos. Afortunadamente en Euskalerria ha predominado siempre el buen humor, la buena fe, la alegría, el sentido de lo festivo, de lo cómico y de lo artístico. Interfieren el carnaval vasco la música popular y culta, la danza tradicional y ritual (ingurutxo, alki-danza, aurresku, etc.), juegos como el del ganso, el del gallo y la cucaña; pantomimas, desfiles y espectáculos diversos. Hay rasgos sociales delicados como este que sigue: «Hasta hace unos años, los de Ituren acostumbraban a trasladarse a la vecina villa de Santesteban. Para ello precisaban cruzar el pueblo de Elgorriaga, de cuyo alcalde recababan el permiso en las siguientes palabras traducidas del vascuence: ¿Cómo quieren que pasemos por Elgorriaga, ixillik o yoka? -en silencio o cencerreando. A lo que el alcalde, previo enterado de que en sus dominios no había ningún vecino cuerpo presente, contestaba: yoka, yoka. Hay rasgos religiosos de gran belleza como el del Angelus que ya inmortalizó Pío de Baroja pero que aquí, en plena fiesta de los iñauteris, es realmente impresionante. Al anochecer, cuando los sonidos limpios y transparentes de la illun-ezkile, se extienden temblorosos sobre el aire frío, aquella baraunda harapienta en unos, pintoresca en otros, ritual en danzantes y personajes de mascaradas, se quita sus caretas, cesa el baile y la paz del atardecer invade gozosa las almas jóvenes y alegres. Barandiarán cuenta cómo en una ocasión en la que el Viático era llevado por un sacerdote a un caserío de Sara en día de carnaval, las jóvenes máscaras se descubrieron a su paso en señal de respeto y supeditación. Estas implicaciones llegan de todos los campos. El papel del alcalde, función jurídica, es simpático casi siempre. Hay comidas de carnaval presididas por el alcalde, el cura y el maestro, pero también hay disposiciones de autoridad, competente sin duda, pero que se propasan en las prohibiciones y limitaciones, muchas veces arbitrarias, a veces también procedentes del campo eclesiástico. Un buen estudio del iñauteri vasco debería tener en cuenta estas «implicaciones» contextuales y así mismo las «repercusiones» del carnaval en los demás factores de la civilización. En el carnaval vasco se perciben lazos de armonía con otras funciones y principalmente con ,la religiosa, la social y la moral. La lucha violenta de don Carnaval y doña Cuaresma parece foránea en nuestras costumbres y sin duda fuera de la actitud del vasco actual ante la vida. Y paralelamente a las implicaciones, tantas como ámbitos de civilización existen, las repercusiones, todo aquello impartido, proyectado al contexto. El carnaval da lugar, p. ejem., en la música, a las canciones y melodías de cuestación o de ronda, y en este sentido, continúan el ciclo de las de Navidad. Las hay del Urte-berri o Año Nuevo, como la titulada «Urte-barribarri», la serie de Santa Agueda y las propiamente de Carnaval, al que los suletinos llaman despectivamente «Santibat». La letra de la canción «Santibatek andere» da una idea del contenido literario e intencional de estas canciones.Santibatek andere, aurten bezela gero ere, santibatek igortzen gaitu xingarketa gu ere. Eztugu nahi urdea, ez eta ere erdia, kostumako legeagatik liberaerdiko zatia, liberaerdiko zatia edo gerrenaren betea. Etxean eder gerrena, etxeko andere lerdena, zure erhiko erhaztun hortaz eros nezake Bayona. Kaderan zaude yarririk, koloreñoak gorririk, ene xingarraren emaitera yeiki bazinte hortik. Eman duzu nobleki, konpaiñiak ere badaki, Parabisuan sar zaitela zure familiarekin. Xoria dago pinpirinetan etxe huntako leioetan, zazpi zezen ilen tuzte primu horren eztaietan, zortzigarrena toleaturen konpaiñiaren ohoretan... Goazin goazin hebentik, hemen eztiagu xingarrik, etxe huntako gazitegian saguak humeak azten tik. Trad: Santibat tiene señora, como hogaño también luego, Santibat nos envía también a buscar tocino. No queremos cerda, ni siquiera parida, par la ley de costumbre un pedazo de media libra, un pedazo así o un asador lleno. Bello es en casa el asador, erguida la señora de casa, con esa sortija de vuestro dedo pudiera yo comprar Bayona. Estáis sentada en sillón, encendidos los colorcillos ¿si a darme tocino pudierais levantaros de ahí? Habéis dado noblemente, lo sabe también la compañía, que entréis un día en el Paraíso con vuestra familia. El pájaro está piando en las ventanas de esta casa, matarán siete toros en las bodas de ese heredero, el octavo lo torearán en honor de la compañía. Vámonos, vámonos de aquí, aquí no tenemos tocino, en el saladero de esta casa el ratón cría familia. No damos más ejemplos pero podríamos hacer incursiones de esa índole en el teatro, la literatura, las artes plásticas, las costumbres, la religión, la moral, etc. Un estudio del carnaval podría analizar las fiestas en sí mismas, en sus estructuras y funcionamiento, el acaecer del carnaval en el calendario y los personajes que intervienen en el mismo. Todo esto nos llevaría a distinguir entre lo propiamente componente del carnaval, lo implicado en el mismo procedente de otros ámbitos y lo proyectado del mismo hacia su contexto. Dicho de otro modo, el papel que el carnaval ha jugado en nuestra civilización, su rol en la misma.