Reorganización de la federación. Tras cuatro años de denodados esfuerzos e intensa actividad, Pako Iriondo logra reorganizar la Federación y conseguir el esplendor que anteriormente tuvo. En febrero de 1976 le sustituye en la presidencia Antxón Bandrés Zaragüeta, sobrino-nieto de aquel otro Antxón fundador y creador del montañismo vasco. Durante este período la Delegación Vasco-Navarra pasa de nuevo a ser Federación Vasca llamándose Euskal Herriko Mendizaleen Elkargoa. En octubre de 1979 la Asamblea anual de montañeros elige a Antón García Albizu para la presidencia de la Federación, cuya sede pasa a Bilbao. En diciembre de 1981 es nombrado nuevo presidente Juan Bautista Maíz, y en 1984 le sustituye a éste José María Leturia. En los últimos años del siglo XX, la escasez de candidatos para la presidencia de la Federación Vasca de Montañismo es bien notoria creando muchas dificultades para la formación de las distintas Juntas Directivas. La crisis presidencial más aguda ocurre en el año 1986, que después de un vacío bastante prolongado, el veterano Pako Iriondo, en un alarde de cariño y amor al montañismo vasco, tiene que volver otra vez a aceptar el cargo de presidente.