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MONTAÑISMO

Las expediciones vascas pioneras dentro del ámbito estatal. No deja de ser admirable la buena salud de la que goza la escuela himalayista vasca, con ascensos a ochomiles cada año.

Repasemos algunas fechas importantes en primeros ochomiles de las expediciones vascas: Dhaulagiri (Gerardo Plaza, Iñaki Aldaya y Xabier Garaioa en 1979), Everest (Martín Zabaleta en 1980), Nanga Parbat (Kike de Pablos y J.L. Zuloaga en 1983), K2 (Abrego y Casimiro en 1986) y Lhotse (Alberto y Félix Iñurrategi en 1995). Por su parte, en Gasherbrum I (1983) y Shisha Pangma (1990) fueron sendas expediciones mixtas (aragoneses, madrileños, etcétera) las pioneras dentro del ámbito estatal. Entre los navarros, son Iñaki Ochoa de Olza (seis) y Mari Abrego (cinco) los alpinistas con más ochomiles.

Si Martín Zabaleta abrió época el 14 de abril de 1980 con su ascensión al Everest, Juanito Oiarzabal y Alberto Iñurrategi culminaron una gran hazaña al pisar las cumbres de los 14 ochomiles del Himalaya, en 1999 y 2002 respectivamente (ambos terminaron al subir el Annapurna). Estos montañeros marcan así a las futuras generaciones de alpinistas un modelo a seguir caracterizado por la responsabilidad y la seriedad en los planteamientos, la meticulosa preparación de los mismos y su correcta ejecución en la montaña. Juanito Oiarzabal (sexto montañero del mundo) y Alberto Iñurrategi (décimo alpinista de la historia), se convirtieron de esta forma en los alpinistas vascos que logran ascender las 14 montañas más altas del mundo, de más de 8.000 metros de altitud, todas ellas en la cordillera del Himalaya.