Lexicon

MONTAÑISMO

Eclipse y resurrección del montañismo vasco. A partir de estas fechas la marcha de la Federación decae mucho debido a la «crisis republicana» producida entre los años 1930-36. Se nombra presidente único a Francisco María Labayen («Panchito»), que después del bienio 33-34 es reemplazado por Antonio Tellería, del Club Deportivo Eibar. Después de la guerra, la Federación Vasca de Alpinismo desaparece y ya en adelante será por muchos años una Delegación regional de la Federación Nacional Española de Montañismo a cuyo frente se puso Julián Delgado Ubeda y como vicepresidente Angel de Sopeña. Aunque en el año 1943 Sopeña logra celebrar en San Sebastián la primera Asamblea de Sociedades de la posguerra, la realidad es que pasarán unos cuantos años mientras se normaliza la situación montañera vasca. En el año 1949 la Delegación Regional estaba formada de la siguiente manera: presidente, Ángel Sopeña; secretario, Alfonso Hervías; administrador, Francisco Rey, y subdelegado para Gipuzkoa, José María Peciña. En 1953 muere Peciña y al año siguiente es nombrado subdelegado para Gipuzkoa el renteriano Pedro Otegui más conocido por Pedrotxo, que continuará hasta el año 1967, fecha en que Madrid castiga, como veremos, a los vascos con motivo de los acontecimientos acaecidos en los Andes peruanos. En el año 1958 Sopeña abandona el cargo de delegado Vasco-Navarro que recae sobre Otegui, quedando formado el nuevo equipo de esta manera: Presidente, Pedro Otegui Ecenarro; administrador, Antonio Echevarría Murua; secretario, Segundo Azpillaga Echevarría; subdelegado en Álava, Arturo Echave Gómez; subdelegado en Navarra, Francisco Ripa Vega; subdelegado en Bizkaia, José María Luis de Ortuzar y Goti; vocal de Alta Montaña, Juan San Martín y Ortiz de Zárate; vocal de Concursos y Marchas, Bonifacio Otegui Ecenarro; vocal de Propaganda, Gerardo Bujanda Sarasola; director de «Pyrenaica», José Uría Irastorza; director técnico de Alta Montaña, Andrés Régil Cantero; Grupo de Socorro en Montaña, Alberto Besga Gallego.