Léxico

VITIVINICULTURA

La autarquía medieval. Los monasterios (San Millán, Albelda), sucesores de Roma en tantas cuestiones, fueron decisivos en la pervivencia de la viticultura para el autoconsumo. Tanto el cultivo de los manzanales como de los viñedos afloran en remotos textos medievales. El cartulario de Irache registra abundantes donaciones o compras de viñas desde un primer documento de 958; la viña recibe su nombre vasco, como en aquel doc. en que se menciona "unam vineam que apellatur Bazterreco Ardancea de Esca". Las zonas de antiguos regadíos, que en Alava se extienden por el SE y en Navarra abarcan toda la Ribera y parte de la Navarra Media, fueron, junto con la Rioja (ambas orillas del Ebro, desde Haro hasta Logroño v. RIOJA), áreas proverbiales de vinos de fuerte graduación. Berceo, poeta de fines del s. XII en romance entreverado de vasquismos evidentes, alude en su celebérrimo verso al "vaso de buen vino" (de la Rioja) y Aimeric Picaud alaba el vino de tierra Estella. También se cultivó la viña en el Medievo y Edad Moderna en zonas del occidente alavés, montaña navarra, cuenca de Pamplona, Aoiz, área atlántica y lugares como Llodio y Arciniega, donde luego desaparece. En la Baja Navarra fueron los monjes de Roncesvalles los que plantaron las primeras cepas en Irouléguy que, tras eclipses y altibajos, subyacen en la tradición vinatera del valle del Errobi o Nive. Los Reyes navarros establecen turnos de riegos para viñas en las tierras riojanas en docs. de Irache como el de 997. A comienzos del s. XIII, los grandes viñedos de Estella se reparten en quiñones; se mencionan también parrales y lagares, y prensas de vino (torculares). La Casa de Champaña introdujo en Navarra el trasiego y las técnicas de envejecimiento de vinos. La documentación de Valpuesta alude ya, en el año 1201, a "custodias" o guardaviñas que darían lugar, más adelante, a las típicas chozas riojanas. Se sabe también de la elaboración de vinos judiencos ( casher) para las aljamas judías de Navarra y Araba. La iconografía religiosa -Santa María de Ujué, la Oliva, San Juan de Laguardia- y el Fuero General de Navarra reflejan esta vieja elaboración del vino. La arqueología industrial, por otra parte, ha identificado ( Ibáñez, Torrecilla, Zabala, 1992) vestigios altomedievales como los trujales rupestres de Labastida ( actual N. S. de Remelluri) y Santa María de la Piscina en San Vicente de la Sonsierra, semejantes a los hallados en Creta, Palestina o Norte de Africa. También la fisonomía de la bodega riojana, rural y urbana, desde la baja Edad Media, en especial el espectacular entramado de laberintos subterráneos de poblaciones como Labraza, Páganos, Labastida, Elciego, Villabuena, Samaniego, Lapuebla y Laguardia, sin olvidar las bodegas góticas de Bayona.