Villes

Hondarribia

El burgo amurallado. El casco urbano de la población amurallada está constituido por una calle mayor que parte del arco de Santa María y llega a la iglesia fortificada y una red de arterias trasversales bastante regulares. La antigua plaza de armas se situó en lo más alto de la ciudad. Las calles principales han sido Mayor, Pampinot, Chapitel o San Nicolás, Fuentes y Tiendas. Su estructura y edificación data de la edad moderna aunque el emplazamiento no haya apenas variado desde el medievo. Destaca por su tipismo la empinada calle Mayor, escenario de las célebres procesiones y el alarde. Pero la calle más importante en el medievo no fue la calle Mayor sino la de San Nicolás o Chapitel a la que la primera desplazó a partir de la apertura de la puerta de Santa María en 1516. Sólidas casonas renacentistas se alinearon a lo largo de la nueva vía, edificadas en piedra en vez de madera, con hermosos escudos en las fachadas. Las calles Tiendas, Platerías y Carnicería delatan su origen gremial y comerciante. Por decreto del 4 de julio de 1963 el casco antiguo de la ciudad y su zona de influencia fueron declarados monumento histórico-artístico nacional.

La ciudad a mediados del siglo XIX. D. Florentino Portu, secretario durante cincuenta años de su Ayuntamiento, nos la describe así:

"El ámbito de la ciudad por sus murallas era como de 2.000 pasos, y se hallaba rodeada desde el Norte por Oeste y parte del Sur, de un ancho foso, y defendida al Este y Sur por la ría Bidasoa, pero de todas sus fortificaciones, aunque fue siempre plaza de armas, sólo existían un baluarte enteramente con movido por las minas, dos cubos muy mal tratados por la misma causa, largos trozos de lienzo de muro y la casa fuerte o palacio del emperador Carlos V. El número de casas que existía en el cuerpo de la ciudad, era de 129; casi todas de dos pisos y bastantes regulares en su construcción y repartimiento interior; hacia el Norte el barrio unido de la Magdalena que constaba de 73 casas y donde había una basílica dedicada a esta Santa; en general los habitantes eran los pescadores, y aunque las casas no eran tan grandes como en la ciudad, exceptuando unas 8 ó 10 que eran bastante espaciosas, sin embargo las más tenían dos pisos y todas balcones de madera, siendo mucha la gente que las ocupaba; la casa del peso propia de la ciudad que en otro tiempo fue hospital denominado de San Bartolomé, era muy espaciosa, y en el recinto de sus sólidas paredes se hicieron tres, cuando se colocó el peso en este barrio; en lo de Jaizubia y Cornus que comprendían el resto de la jurisdicción situadas en la falda oriental de Olarso, había 190 casas separadas, donde habitaban los labradores, si bien con pocas tierras: en muchas de ellas, que tenían habitaciones a propósito, pasaban los dueños en otro tiempo la temporada de verano, y existiendo una magnífica casa de campo propia de Torre alta, con dos torreones en la fachada y deliciosos jardines, que servían de residencia de recreo durante la estación del calor. En el punto más elevado y casi céntrico de la población, está la plaza que tenía 69 pasos de longitud, 52 de latitud Sur y 38 por Norte, careciendo de soportales, y se ejercitaba en ella la tropa y se hacían siempre las proclamaciones reales; por la situación inclinada del palacio de Carlos V que ocupa su lado Este, no forma un perfecto cuadrilongo; la obra del palacio, que tenía bóvedas, plataforma y cuarteles para acomodarse 850 camas, se atribuye a D. Sancho Abarca, rey de Navarra; su ampliación y fortificación a D. Sancho el Fuerte, y su hermosa fachada al emperador de quien toma su nombre; las magníficas habitaciones del gobernador y estado mayor, destruidas en 1794, estaban a su espalda y defendidas a su abrigo; las baterías de su plataforma dominaban todo el campo. De los edificios públicos, fuera de la susodicha casa fuerte y una cerrada con otro solar contiguo que fue Hospital del Rey, puede decirse que no había más que el Hospital y Casa Consistorial."

Ensanches. Se crean arrebatando al mar marismas y arenales. Las grandes obras se hicieron a finales del siglo. Las calles de Faro, Butrón, Matxin de Arsu, Vélez, Domingo Eguía, Almirante Alonso se trazan sobre los 16.625 m2 ganados mediante malecones. En 1907 se construye el dique y se inicia la erección de villas a orillas del mar hasta Higuer mismo.

La playa. Una de las más profundas de Gipuzkoa, se la dota de un espigón, convertido, a su vez, en pintoresco paseo arbolado bordeado de rocas pobladas de bañistas y pescadores.

Murallas. Los trabajos fortificatorios que conocemos en Hondarribia son posteriores a la erección del castillo altomedieval conquistado por el rey de Castilla en el año 1200. Con el paso a la Corona castellana, ésta convierte la plaza en un bastión fronterizo lindante, primero, con la corona inglesa y, a partir del siglo XV, con la francesa. La remodelación moderna de las murallas se efectúa en el siglo siguiente, con los RRCC, que plantaron su divisa, y con el emperador Carlos I; los muros se ampliaron y perfeccionaron alcanzando 70 pies de altura y 32 de ancho dotándoselos de baluartes y cubos. En el primer tercio del siglo XVII la enumeración de los diversos elementos de la fortificación es la siguiente partiendo del extremo septentrional: Baluarte de la Magdalena -actual n° 4 de la calle Javier Ugarte-, baluarte de Leiva, baluarte de la Reina, baluarte de Santa María, baluarte de San Felipe y baluarte de Santiago. La entrada se hacía por la puerta de tierra o de Santa María, en cuyo frontis campea el escudo de armas de la ciudad esculpido, y por la puerta de San Nicolás. La parte oriental del recinto en la que se hallan la iglesia fortificada y el castillo, gozaba de la protección de la ría del Bidasoa que le separa del arenal de Ondarraizu de la Hendaya laburdina. Durante la guerra de la Convención, el ejército francés voló gran parte de los lienzos y panes de murallas, en especial los de la parte oriental que consideraban peligrosos para Francia. El Ayuntamiento acordó el 29 de noviembre de 1854 el derribo de parte de las murallas hasta las troneras y en 1885 la constitución del paseo de las murallas hoy en día convertido en un florido paseo bordeado de una zona residencial de villas y jardines y de la carretera.

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