Non assigné

Gipuzkoa. Historia (version de 1984)

Revolución francesa.

Revolución francesa: Guerra de la Convención (1793-1795). La revolución francesa estalla en 1789 y llevará al rey Luis XVI a la guillotina. La vecindad de Guipúzcoa la sometió a diversas influencias políticas e ideológicas, pero los excesos de la Revolución en la vecina Laburdi y las experiencias del clero emigrado acogido en Guipúzcoa colocaron a los guipuzcoanos frente a los revolucionarios. Dadas las complicaciones internacionales provocadas por la ejecución del rey de Francia la paz se hacia imposible. Así es que, declarada la guerra por la Convención francesa el día 7 de mayo de 1793, fue invadida Guipúzcoa (agosto 1794) por los convencionales armando la provincia 4.600 hombres bajo el mando del Marqués de Santa Cruz. La Diputación de Guipúzcoa, reunida en Guetaria, después de haberse rendido a los franceses San Sebastián, celebró con ellos un tratado de paz bajo la condición de que serian respetados la religión católica, los fueros, costumbres y propiedades; que los guipuzcoanos no se verían obligados a tomar las armas y que el pueblo francés respondiera de ese armisticio. Las Juntas de Guetaria entraron en negociaciones con los franceses y, no obstante, los franceses Pinet y Cavaignac tomaron presos a los diputados y los llevaron a Bayona porque no se sometían lisa y llanamente a la Convención. La unión a Francia la protagonizaba el guipuzcoano Fernando de Echave. La prisión de los diputados excitó los ánimos de los guipuzcoanos. La guillotina se alzó en San Sebastián. Todavía quedaban dieciocho pueblos guipuzcoanos fuera de la invasión y ajenos a las negociaciones de Guetaria. A ello fue debido que tuvieran tiempo para organizar una resistencia. La Junta, formada con representantes de esos pueblos, reunida en Mondragón reprobó los acuerdos de la de Guetaria y nombró nueva Diputación. La paz de Basilea (22 julio 1795) interrumpió el estado de guerra pero la actitud de las diversas fracciones de la población ocupada frente al ocupante fue decisiva en los años sucesivos contribuyendo a configurar el mapa liberal-carlista de los años venideros.