Lexikoa

HIERRO

El auge siderúrgico de fin de siglo. En la década de los setenta se ponen las bases para la gran explotación minera: en 1873 se funda la Orconera y tres años después la Franco-Belga; los capitales procedentes de la exportación de mineral comienzan a ser invertidos en complejos fabriles a lo largo de la ría. La hulla inglesa, empleada como flete de retorno por los buques mineraleros, llega a Bilbao a bajo precio, posibilitando la plena rentabilidad de los modernos hornos altos. El capital exterior se interesó por las posibilidades siderúrgicas vizcaínas, aunque no consiguió introducirse establemente en la siderurgia integral: en 1871 se construían en Sestao por la sociedad inglesa The Cantabria Iron Company Ltd. varios hornos altos al cok; debido a la guerra civil no pudieron ser encendidos hasta 1879. También por estas fechas la Krupp proyectaba instalarse en la ría; la guerra civil la hizo desistir. El capitalismo local, reforzado por las rentas de mineral de hierro, no tardó en renovar las instalaciones siderúrgicas: en 1873 los Ibarra sustituyen los hornos Chenot por tres hornos altos, dos de cok y uno de carbón vegetal. La nueva política arancelaria proteccionista, la movilización de recursos procedentes de la exportación de mineral de hierro y la coyuntura general favorable produjeron a final de siglo una gran proliferación de empresas metalúrgicas y un auge vertiginoso en la producción siderúrgica. En 1880 la Sociedad Vizcaya levantó varios hornos altos al cok en Sestao. Sus fundadores fueron Victor Chávarri y Salazar, descendiente por vía materna de Lope García de Salazar, y Pedro Gandarias. El año 1882 se constituye la S. A. Basconia, dedicada a la fabricación de hojalata. En diciembre de este año se forma la Sociedad de Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero de Bilbao que absorbe, por compra, las fábricas La Merced de Guriezo (Santander) y Nuestra Señora del Carmen, de Baracaldo, ambas de los Ibarra. Parte de las instalaciones de Guriezo fueron trasladadas a Baracaldo, emplazamiento mucho más conveniente. En 1886 las instalaciones de La Cantabria fueron compradas por D. Francisco de las Rivas Ubieta, que fundó la fábrica San Francisco, también llamada La Mudela. El año 1887 la fábrica de hojalata de Beasain se traslada a Sestao. Tres años más tarde se convierte en la Cía. Anónima Iberia. Los Altos Hornos, La Vizcaya y La Iberia, que posteriormente se fusionarían en Altos Hornos de Vizcaya, produjeron conjuntamente ese año 178.360 toneladas de lingote. Las cifras ya no son artesanas, aunque tampoco europeas. La fábrica de San Francisco elaboró 30.000 toneladas más. En Altos Hornos trabajaban 2.657 hombres y 123 mujeres; en "La Vizcaya" 2.405 hombres y 149 mujeres. Ambas eran, con gran diferencia, las dos empresas fabriles más potentes de Vizcaya.Fuera del ámbito vizcaíno se funda en 1876 en Elgóibar la sociedad Romualdo García y Cía., precedente de la San Pedro de Elgóibar, que en 1880 instala su primer horno alto, de carbón vegetal. En Vera se establecen en 1882 las Fundiciones de Hierro y Fábrica de Aceros del Bidasoa. Por otra parte, en un proceso totalmente desvinculado del bilbaíno, la gran compañía siderúrgica francesa Marine- Homécourt estableció en Boucau, cerca de Bayona, las instalaciones de Forges de l'Adour, que en el momento de su creación, en 1882, contaban con dos hornos altos al cok, dos convertidores Bessemer y dos trenes de laminación, dando trabajo a 550 operarios. Se trataba de una siderurgia moderna, realizada de nueva planta por capital foráneo. Estratégicamente situada en la desembocadura del Adour, recibía principalmente mineral bilbaíno y alguna pequeña cantidad de Lesaca, Vera, Cerain, Mutiloa y otros puntos. La hulla acudía también por vía marítima, de Gales o Alemania. Los fletes de regreso de los barcos hulleros se realizaban con la exportación de pinos de las Landas con destino a las minas de carbón galesas, o bien realizando un comercio triangular con Bilbao. Con todo, la situación geográfica de Forges de l'Adour, lejos de los puntos de producción de las materias primas, pesó siempre desfavorablemente sobre la estructura de costes de la empresa. En 1897 las principales instalaciones siderúrgicas de las Vascongadas eran:

FÁBRICAS HORNOS
PUDELAJE
HORNOS
SIEMENS-MARTIN
CONVERTIDORES
BESSEMER
Carmen
Vizcaya
San Pedro Elgóibar
Maquinista Guipuzcoana
14
4
2
1
1
4
-
-
2
-
-
-

La Carmen (Altos Hornos de Bilbao) tenía una capacidad productiva de 100.000 toneladas de lingote de hierro y 15.000 toneladas de acero; la Vizcaya, 120.000 y 25.000, respectivamente; la San Francisco producía sólo 36.000 toneladas de fundición. La producción del resto de las siderurgias era muy modesta.