Lexikoa

HIERRO

Los primeros hornos altos: ineficacia. Suele fijarse el comienzo de la historia moderna de la siderurgia vasca en la fundación de la S. A. Santa Ana de Bolueta, en 1841. Fueron sus promotores más destacados Romualdo de Arellano y Tomás Epalza. El capital suscrito ascendió a 200.000 pesetas. El año 1846 daba empleo a más de 150 obreros, aunque su primer horno alto, al carbón vegetal, no comenzó a funcionar hasta 1848, reduciendo mineral de Monte Ollargan. También en 1848 la familia Ibarra, que ya en 1827 poseía la ferrería de Poval, en Somorrostro, instalaba un horno alto y cinco hornos de pudelaje en su factoría de Guriezo (Santander). Por otra parte, Madoz nos informa de que en Navarra ya trabajaba en 1847 un horno alto en Donamaría, se estaba construyendo otro en Oroz- Betelu, y en Oronoz se pretendía instalar otros dos. Por estas fechas la industria siderúrgica guipuzcoana estaba representada, además de por las tradicionales ferrerías, por una fábrica de puntas de París en Pasajes, dos fundiciones de hierro en Irura y Tolosa, y una fábrica de hojalata y plancha en Iraeta, sobre el antiguo taller que elaboraba recipientes de hierro para mercurio. Así, en la mitad de siglo, y pese a los aranceles proteccionistas, la industria siderúrgica cuenta en el País Vasco con unos pocos hornos altos al carbón vegetal como instalaciones técnicas más avanzadas. Un nuevo impulso es dado en 1854, cuando los Ibarra instalan la fábrica Nuestra Señora del Carmen en Baracaldo, con dos hornos altos, uno de ellos al cok. Un año después fundan, junto con un grupo de capitalistas guipuzcoanos, la Fábrica de Hierro de vera-Iraeta, con un capital de 1.600.000 reales de vellón, revitalizando las explotaciones de hierro y ferrerías de Cestona (Guipúzcoa) y Vera de Bidasoa (Navarra). El año 1859 la fábrica de los Ibarra en Baracaldo amplia sus instalaciones con 8 anticuados hornos Chenot, de tecnología anterior a la de los hornos altos. En 1860 la empresa familiar se transforma en Ibarra y Cía., S. en C., con un capital de millón y medio de pesetas, en el que el grupo familiar participaba con el 60 %. Este mismo año la Santa Ana de Bolueta instala otros dos hornos altos. Fuera del ámbito bilbaíno, en Beasain entraba en pleno funcionamiento la fábrica San Martín, propiedad de Goitia y Cía., dedicada a la producción de hojalata. Las principales instalaciones siderúrgicas en el País Vasco en el año 1865 eran las siguientes:

Año Bizkaia
(Tm.)
Gipuzkoa
(Tm.)
1856
Media 1861-65
1868
1871
3.150
9.400
11.110
15.450
330

4.700