La conspiración en marcha. Se trama la muerte del rey. La empresa imperialista toma nueva forma y color. El foco de la intriga reside en Burgos. Le secunda Zaragoza que, tributaria de Pamplona, desea emanciparse, a pesar del tratado de 1073, con sus cláusulas concluyentes. Repásense todas las donaciones reales durante la calma que inicia el reinado de Sancho. Dos personajes siguen al rey como una sombra, confirmándolas como testigos presentes: son Ramón y Ermesinda, los infantes, sus hermanos. Ambos hermanos, han concebido un designio que quizás ha nacido fuera del reino. Comienzan con apartar de la casa real a todo señor sospechoso de lealtad acrisolada. Una pequeña concesión a otros les compromete, por etapas, en situaciones cada vez más complicadas. Los infantes traman la muerte del hermano, de aquel Sancho que la historia conocería después con el sobrenombre de «El Noble».