Udalak

OÑATI

Incorporación definitiva a Gipuzkoa (1845). Durante la guerra civil estuvo adherida a Gipuzkoa en todos los asuntos concernientes a la misma. Terminada ésta en el año de 1839 por el convenio de Bergara, la villa de Oñati dependió de esta provincia en todo lo político, judicial, administrativo y económico. Concurrió, por lo tanto, a una con los demás guipuzcoanos, a las elecciones de diputados a Cortes y senadores del Reino, y estuvo sometida a la autoridad del jefe político, juez de primera instancia, diputación provincial y comisión económica. Por fin, la anexión completa y definitiva de Oñati a Gipuzkoa llegó a formalizarse en virtud de escritura de concordia otorgada el 9 de octubre de 1845 por testimonio de D. Juan Fermín de Furundarena, escribano de número de la villa de Tolosa. Esta incorporación de conveniencia recíproca se realizó a consecuencia del acuerdo de las Juntas Generales del mismo año bajo las condiciones que de común conformidad se establecieron, siendo las principales las siguientes: 1.ª Que la Provincia abriese el camino de coches proyectado desde la villa de Ormaiztegi hasta el punto de San Prudencio de Bergara pasando por la de Oñati, cosa que hizo. 2.ª Que por dotación fija del instituto provincial establecido en ésta se le pagasen por la Provincia veinte mil reales anuales. 3.ª Que en el caso de elevarse dicho instituto a Universidad se le aumentase la expresada asignación hasta la suma que prudentemente se juzgase necesaria. Consiguiente a este convenio, se declaró a la villa de Oñati como uno de los pueblos de juntas generales de la Provincia; se le encabezó para los requerimientos foguerales de ésta y votaciones en 109 fuegos y se asignó a sus representantes el segundo asiento a mano izquierda del corregidor. En ese momento y, según describe Gorosábel, contemporáneo de los hechos, el cuerpo de la villa constaba de diferentes calles, de las que tres eran las principales, compuestas en general de buenos edificios, algunos de ellos suntuosos, dos plazas y alguna que otra plazuela. Tenía varias fuentes de agua, buenos espolones, agradables paseos de arboledas, hermosa carnicería, alhóndiga y otros establecimientos de servicio público. Sus barrios exteriores se denominaban Araotz, Garagalza, Garibai, Goribar, Lazarraga, Lezesarri, Murgia, Narria, Olabarrieta, Santxolopeztegi, Uribarri, Urrexola, Berezano, Zañartu y Zubillaga, pero antiguamente estuvo dividida en veinte vecindades. Entre 1848-1849 se construyó la arquería de la plaza cercana al ábside de San Miguel y entre 1854-1857 el resto y los pisos superiores. En 1858 se erigió el frontón.