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Zarautz (2005 version)

Iglesia de Santa María la Real. Construida en el s. XVI, en estilo gótico vasco. Posee planta de cruz latina de una sola nave. Cubierta de cúpulas sobre grandes pilares cuadrados. Portada gótica. El campanario formaba cuerpo separado de la iglesia y debió servir de fortaleza en tiempos; hoy está adosado al templo. El retablo mayor fue comenzado en 1560 por Andrés de Araoz, y a la muerte de éste -en 1563- lo continuó su hijo Juan. Anuncia el paso del plateresco al romanismo y estilísticamente pertenece a la época de mayor madurez de Araoz, la del retablo de la parroquia de Eibar, que corresponde a sus últimos años. Se compone de friso, banco, cuatro cuerpos con cinco calles y ático presidido por el calvario. A Andrés, principal transmisor en tierras vascas del arte de Berruguete, pertenece el sagrario, que no ha llegado hasta nuestros días, así como los paneles del friso con las escenas de la Oración en el huerto, Prendimiento con el abrazo de Judas, Cristo ante Anás, Cristo ante Pilatos, la Coronación de Espinas y el Camino de la Cruz, siendo magnífica la escena ante Pilatos. En él y separando los paneles con relieves de la Pasión, hay dos pequeñas pilastras con unos muy buenos relieves de evangelistas y doctores. Es de mano de Andrés también el relieve del banco con la Cena, que aunque de perspectiva defectuosa, en el tratamiento de los pliegues denota la mano del maestro y el grupo central de la Asunción. El friso presenta las características del estilo del mayor de los Araoz, en el tratamiento de pelo y tejidos. También le son atribuibles las soberbias imágenes de Moisés y Elías. La aportación de los Araoz termina con la escena del Lavatorio realizado por Juan a finales de siglo. El resto de las escenas (imágenes de la Pasión, Resurrección) fueron ejecutadas por un equipo de tres escultores de Asteasu que en 1627 se comprometen a finalizar las obras; entre ellos destaca Domingo de Goroa, discípulo de Ambrosio de Bengoechea. La presencia de la imagen de san Ignacio en la zona alta del retablo, confirma la datación tardía del coronamiento. Del antiguo retablo gótico sólo se conserva la imagen de Nuestra Señora La Real en el centro del primer cuerpo, realizada en madera dorada y policromada, que ocupa el área central: se trata de una talla sedente, frontal, sosteniendo al niño, imagen del s. XIV que abandona el hieratismo iconográfico románico. Destacan asimismo los retablos del Rosario y de San Exuperio; plenamente romanistas, el primero documentado como de Ambrosio de Bengoechea y el segundo, atribuido al mismo artista. El del Rosario fue contratado a mechados de 1612 por la Cofradía de esta advocación y estaba acabado en el verano de 1614. Consta de banco liso y dos cuerpos de tres calles, delimitadas por columnas corintias. A ambos lados del nicho central, donde estuvo la virgen del Rosario, que fue sustituida en el siglo XX por una imagen de la virgen del Pilar, sendos bultos representando a santo Domingo y a santa Catalina de Alejandría. Lo más destacable de este retablo es el magnífico relieve con la escena de la Anunciación que ocupa el nicho central del cuerpo superior, que levantado sobre un pequeño friso, sirve de remate al retablo; está flanqueado por las imágenes de san Juan y san Miguel. El retablo de San Exuperio, en la capellanía particular de esta advocación fundada en 1550 por Pedro Ortiz de Gamboa, consta asimismo de banco liso, un cuerpo de tres calles y ático rematado por frontón partido. La imagen del titular, que denota la influencia de Anchieta en Bengoechea, está flanqueada por las de San Pedro y San Nicolás de Tolentino. El mayor mérito escultórico de este retablo reside en el relieve del ático que representa a santa Ana con la Virgen y el Niño. Los retablos de San Juan Bautista y del Cristo de la Veracruz o de las Animas, barrocos, forman pareja y son obra del arquitecto de Getaria Martín de Sagarzurieta, estando documentados en 1717. La traza destaca por el uso de la arquitectura como marco decorativo, que es plenamente barroco, con repisas resaltadas, columnas salomónicas con racimos, jarrones con frutas y cartelas. De un solo cuerpo con remate y con tendencia al colosalismo. En el de la Veracruz, el Crucificado, aun barroco, presenta anatomía y expresión realistas, sin excesivo dramatismo; el buen tratamiento anatómico recuerda el arte de Montañés. Corona el retablo un lienzo de las Animas, rodeado de ángeles, obra del siglo XX. Sepulcro de Lope Martínez de Zarauz, miembro del Consejo de Castilla. Se conserva en una de las capillas laterales, y es gótico, del siglo XV; en sus frentes largos presenta en relieve, decoración geométrica y vegetal y, en los cortos, un San Miguel matando al dragón, en uno, y el escudo de la alianza Zarauz-Gamboa en el otro. En 1997 fue localizada bajo la torre una necrócopolis medieval con un nivel de los ss. IX-XII, sobre el que se halló otro, correspondiente a los ss. XIV-XV, todo ello bajo un nivel del XVI (véase la descripción pormenorizada de los hallazgos en el apartado dedicado a historia). Iglesia y convento de San Juan Bautista, de los Franciscanos. Fundados en 1608 por Juan de Mancisidor, secretario de Felipe III, las obras principales de cantería fueron acometidas por Nicolás de Garaurza, y se prolongaron hasta 1617. En la iglesia destaca el tríptico flamenco (óleo sobre tabla) que, despiezado en dos partes, forma hoy el retablo de dos altares colaterales. En una de las puertas se representa el Nacimiento, en otra la Resurrección y en la tercera, la Pascua de Pentecostés. Es obra de Antonio Blocklandt en 1577, según consta en la firma situada en la puerta que contiene el Nacimiento. Al parecer lo adquirió el hijo de la villa y secretario de Felipe III Juan de Mancisidor de la iglesia de Santa Gertrudis de Utrecht. Del sagrario realizado por Juan de Mendiaras hacia 1620, así como del retablo mayor ejecutado por Martín de Sagarzurieta no quedaron sino los testimonios a causa de la destrucción sufrida a manos de las tropas francesas en 1794. El retablo actual data de 1828 y es obra anónima. Convento de Clarisas. Fundado en 1611 por Mariana de Zarauz y Gamboa, señora de la casa de Zarauz, fue contratado el edificio siete años más tarde con el arquitecto Pedro de Zaldúa, siendo continuado por sus herederos en estilo barroco conventual español. La iglesia fue levantada entre 1656 y 1658 por Miguel de Esnaola. En 1926 se efectuó una gran reforma de las dependencias conventuales dirigida por Guillermo Eizaguirre. La ermita de San Pelaio, de remotos orígenes, estuvo situada en un arenal en los aledaños de la villa. Rehecha en la primera mitad del s. XVII y reformada en la centuria siguiente. En 1844 el ayuntamiento decidió erigirla en su actual emplazamiento, terminándose en 1851, según diseño de J. J. de Belaunzarán. Casa-torre de los Zarauz. Jose Luis Banús la identifica con el edificio exento dedicado a campanario de la iglesia de Santa María la Real: "Cuántas veces le he dado vueltas en la cabeza a ese pequeño problema de arqueología local zarauztarra que es el de su antigua Casa-Torre, la fortaleza donde tuvo su primera mansión aquella familia de orgullosos Parientes Mayores que en el escudo esculpen la altanera divisa de Zarauz antes que Zarauz. El actual Palacio de los Marqueses de Narros -descendientes de la Casa de Zarauz- es construcción del siglo XVI y en él nada hay que sea resto de fábrica medieval. Por otra parte, su situación sobre el arenal de la playa, difícilmente casa con lo que sabemos sobre la localización habitual de las viviendas-fortaleza de los banderizos. Gorosábel en su "Diccionario Histórico" y en el artículo que dedica a la villa de Zarauz dice que adórnanla varias casas notables por su magnificencia; tal es principalmente el Palacio de Corral o de Narras, construído hacia el año 1536 por Don Juan Ortiz de Gamboa en el paraje y con los despojos de la antiquísma casa del solar de Zarauz, de Parientes Mayores, la cual fue allanada en 1457 de orden de Don Enrique IV, con motivo de los bandos que perturbaban la Provincia. Bien, ya está planteado el problema: el Palacio de Narros no es la Casa-Torre de los Zarauz, pero está construido con los materiales procedentes del derribo de una construcción anterior; el Palacio no está situado exactamente en el mismo sitio que la Torre, pero sí en sus proximidades. Una lectura somera del párrafo de Gorosábel, y más si uno no se molesta en inspeccionar un poco aquel paraje, puede dar pie a una conclusión rápida: de la primitiva Torre de los Zarauz no queda nada. Pero ¿dónde estaba situada? Por allí cerca, pero exactamente ¿dónde? Pues muy sencillo: en donde sigue estando, cuadrada, maciza, coronada de campanas, a la vera de la iglesia, unida a ella por un arco y sobre él un cuerpo de tres pisos, de construcción moderna -de allá el 1914 ó 15- lo mismo que la casa cural que queda sobre la sacristía. Para mí, es evidente que la Casa de Zarauz con sus pertenecidos constituía un coto redondo, formado por el solar del Palacio de Narros y la deliciosa campa arbolada que ante él se extiende, con la actual plaza y carretera a Guetaria, el jardín que rodea por detrás de la iglesia, y a las tres o cuatro casitas que se alinean en el arranque de la carretera que sube hacia Meagas. En el centro de este coto redondo, la casa-torre y la parroquia; ésta fue sin duda la fundación de los señores de Zarauz -patronato de ellos era hasta tiempos relativamente modernos-. Ante la iglesia el cementerio -según me dice don Joaquín de Yrizar, en la actual plaza aparecieron hace tiempo y allí deben estar, ocultas bajo el pavimento moderno, tumbas antiguas, de tipo de las de Arguiñeta, en Vizcaya- y al otro extremo de él un pequeño edificio como ermita o humilladero derruído hace ya años y que a su vez, según me dice el mismo Yrizar, estaba contruído sobre restos de otro edificio anterior. La torre -la Casa-Torre civil- que, como digo, está casi intacta bajo su disfraz religioso, era un sólido edificio cuadrado, de cuatro suelos o pisos: el bajo, presenta una puerta en arco apuntado -hoy convertida en cuadrada- y una estrecha saetera hacia el lado del mar; saetera que se repite en las dos plantas siguientes, que presentan a su vez por la otra fachada sendas ventanitas dobles, lo mismo que el cuarto piso en las dos fachadas, todas ellas de un tipo que en otras casas antiguas de Zarauz se repite. La planta cuarta -última de la casa-torre civil- tiene perfectamente conservadas una serie de canecillos y en las esquinas unas entalladuras para apoyar unas tornapuntas, todo ello destinado a formar el cadahalso o estructura saliente en madera con que se remataban los edificios militares de la época. ¿Cómo se compagina este hecho de que se haya conservado casi intacta la primitiva Casa-Torre con el dato histórico, apuntado por Gorosábel y perfectamente documentado por otra parte, del derribo y allanamiento de la casa solar de los Zarauz en 1457? Son dos hechos categóricos, incompatibles entre sí y que ahí están sin género de duda. Creo que cabe, como posible explicación, admitir el que los Zarauz ya hubieran abandonado en 1457 su primitiva torre -la cual quizá incluso ya estaría para entonces dedicada a su finalidad religiosa actual- y residiera en otra más moderna y cómoda, cuyo vestigio arqueológico fuera esa ermita o humilladero que había al otro extremo del cementerio, es decir, en lo que hoy es la plaza de Narros; y que esta segunda casa fuera la derribada en tiempos de Enrique IV". Torre Luzea. Ubicada en la calle Mayor, su altura y los elementos empleados le dan un carácter defensivo a la vez que señorial. Planta cuadrada aglomerada y cuatro pisos rematados por una moldura con ménsulas en todo el perímetro. Tejado a cuatro aguas. Realizada en piedra de sillería. La fachada principal se estructura en: planta baja, donde se abre una puerta con arco apuntado y se inicia la escalera exterior, que conduce a la primera planta. Tiene rellano y murete en forma de barandal, adornado por ménsulas. El hueco de la puerta, también apuntado, va además dovelado. Sobre ella se coloca el escudo picado protegido por un arquillo con dovela central. A un lado, dos ventanas geminadas trilobuladas. Encima se distribuyen un par de hiladas de canecillos, tres ventanas geminadas trilobuladas, otra hilada de canecillos y dos ventanas simples con arcos trilobulados, en el último tramo. Se completa con dos espolones colocados a los lados con dos ventanas de igual traza a las mencionadas, colocadas en su alzado. Éstos, junto con los canecillos, se piensa que pueden ser los restos de una galería caída. Las fachadas laterales y trasera poseen también numerosos vanos de la misma factura que los descritos, si bien en algunas de las plantas bajas son posteriores al s. XV, fecha en la que se data el edificio. El interior, tras su remodelación para adaptarlo a usos bancarios en la primera planta y a actividades culturales, el resto, quedó muy transformado. Por el contrario, el exterior -menos retocado- es una de las mejores muestras que nos ha quedado en Vasconia de la arquitectura medieval y ha sido declarada, por ello, Monumento Nacional de Euskadi. Torre Laburra. Situada en la calle Mayor, frente a Torre Luzea, se conserva enmascarada entre los edificios contiguos. Su fachada a la calle, única visible, aparece desfigurada por los huecos de ventanas y puertas modernas de viviendas y locales, aunque aún pueden verse ventanas primitivas tapiadas. Eduardo de Saavedra da, en 1883, unos detalles de la misma (Arquitectura doméstica, Zarauz, en Ilustración Católica, VI): "... la torre laburra o chiquia, que quiere decir "torre corta o pequeña", unido al vetusto color de sus paramentos, llamaron mi curiosidad para visitarlo por dentro; y en efecto, lo merece más que muchos monumentos que pasan por notables, porque a pesar de las transformaciones que le han hecho sufrir sus propietarios, todavía conserva los caracteres de una casa particular del siglo XIV Aún cuando la sólida construcción de los muros de fachada permitiría cambiar la acostumbrada combinación del maderamen de los suelos, como no hicieron muros de traviesa, fue forzoso continuar el sistema de grandes vigas atravesadas de parte a parte. Las de esta casa son de roble ennegrecido por los años y de enorme escuadría... Para disminuir la altura de los techos, ó rebajar los suelos superiores, se sostienen las viguetas por medio de una pieza a otra, con lo cual, para pasar de una pieza a otra, en el piso alto, es preciso subir y bajar un par de escalones. Nada hay más digno de fijar en esta casa que los varios tabiques de primitiva construcción que aún conserva. Redúcense a tableros de roble muy ajustados y sujetos á entramados muy ligeros con elegantes clavos de cobre, que forman bien alineadas filas. Vanos recortados en figura de ojiva equilátera dan paso a los distintos departamentos, sin hojas ni marcos para colocarlas, porque en aquel tiempo se hacían la mayor parte de las separaciones con tabiques... Las ventanas de la fachada son pequeñas y ojivales, y en el ancho derrame que dejan en el espesor del muro hay dos poyos labrados en la misma fábrica y que sirven de asientos para disfrutar comodamente de la vista de la calle...". Palacio de Narcos o de Corral, situado en la parte occidental de la villa, fue construido hacia 1536, por Juan Ortiz de Gamboa, en el lugar de la antigua casa solar de los Zarauz. Es una construcción de planta cuadrada con patio central. El alzado está constituido por sótano, planta baja y dos alturas. Tejado a dos aguas. Centra la fachada principal la puerta con arco de medio punto rodeado por un arrabá. A cada lado, dos huecos con arcos de medio punto moldurado. Una imposta separa la planta baja de la principal, que lleva escudo heráldico con las armas de los Gamboa y los Zarauz, distribuidas en los cuarteles. También va encuadrado por un arrabá. Flanqueándolo, se abren cuatro huecos, distribuidos de dos en dos, todos ellos con platabanda y balcones de hierro forjado. Encima, cinco vanos, tres de ellos con arcos escarzanos y los demás de arco aquillado. Remata en una moldura con almenado y dos garitones con pináculo a los lados, que recuerdan el carácter defensivo de las casas-torre. A este núcleo central, se le añaden dos a los lados, a menor altura, por lo que solamente llevan planta baja, con cinco pequeños vanos, y principal con balcones de hierro forjado. El interior, organizado en torno al patio, tiene zaguán que da a unas dependencias de servicios y a una galería con celosía de madera cerrada por cristales, que de nuevo se halla en la planta noble, donde están la capilla, habitaciones, biblioteca y archivo. El palacio completa sus posesiones con un amplio parque cerrado, localizado en la parte S. y con jardines interiores, uno de ellos hecho al estilo inglés por José de Areizaga en 1848. Como Monumento Nacional de Euskadi. Pascual Madoz nos hace una magnífica descripción (1850) del edificio y su mobiliario, así como de sus jardines:

Casa Makatza, de los ss. XV-XVI. El edificio, primitivamente exento, se sitúa en el ángulo Sureste de Musika Plaza. Presenta planta baja, dos alturas y desván, con cubierta a dos aguas. La fachada Norte, entre fuertes espolones de triple voladizo, tiene el bajo de piedra sillar, donde se abre una portada de arco apuntado, y las restantes plantas de ladrillo y entramados de madera. La fachada Este muestra multitud de ventanas conopiales, algunas geminadas, en todas sus alturas, y un acceso descentrado en la parte baja; una hilera de modillones, que denuncian una desaparecida galería volada de madera, recorre toda su longitud a la altura de la segunda planta. La fachada orientada al Sur mantiene las ventanas conopiales y un acceso elevado. En la pequeña parte que queda libre del frente Oeste, puede verse una ventanita de medio punto en la segunda planta. Excepto la Norte, todas las demás fachadas son de sillería. Dotorekoa (s. XVI), tipo palaciano vasco de composición clasicista; edificio esquinero, cabeza de serie de una de las manzanas en el casco urbano medieval, se ubica en la calle Zigordia, en su encuentro con San Frantzisko kalea. De planta baja y dos alturas, presenta el arco de acceso, levemente ojival, descentrado en la fachada que mira al Sur (Zigordia). En este mismo frente se sitúa el escudo, que presenta las armas de linaje de Zarauz, ya que el palacio fue fundado por el doctor Juan Ortiz de Zarauz. La escasa decoración exterior se concentra en un friso taqueado que recorre todo el remate y gárgolas en las esquinas. Portu, construcción del s. XVI, de armoniosa fachada clasicista, de posterior factura, declarada Monumento provincial. Situada en la calle Zigordia, es la actual sede del Ayuntamiento. Fue fundada por un miembro del linaje de Portu, venido de la vecina localidad de Aya. De planta baja y dos alturas, exento por los frentes Sur (fachada principal), Este y Oeste, K. M. Auricenea nos proporciona la siguiente descripción del edificio: "La equilibrada fachada principal es de sillería, de composición simétrica con tres huecos por planta. El acceso al edificio viene dado por una espaciosa puerta enmarcada por dos columnas estriadas clásicas que sujetan la base del balcón central de la primera planta. En la misma puerta sobre el dintel se inscribe un peculiar motivo ornamental con el anagrama IHS. A los lados de la puerta principal y en planta baja se sitúan dos ventanas, repitiendo motivos barrocos en los dinteles. El resto de los huecos de esta fachada son balcones de hierro forjado. En el edificio aparece una moldura de piedra estriada rematando la última planta, y recercando los huecos ocho escudetes que sobresalen en el paramento repartidos en los vanos de las plantas superiores. Igual importancia tienen las dos pilastras estriadas del capitel jónico que acentúan la monumentalidad del edificio. Aún más, estas tallas verticales aparte de su función meramente ornamental, tienen una función constructiva de soporte: sujetan la cornisa de piedra moldurada donde se apoya el alero, y por encima el actual tejado a cuatro aguas remodelado acorde con la tradición." Sorreluzenea, renacentista. Casa de los Zarauz-Gamboa, en el n° 2 de la calle Azara, del siglo XVII. Presenta las plantas primera y segunda en voladizo entre muros de carga salientes. El dintel labrado de la puerta contiene el escudo de la alianza Zarauz-Gamboa en el centro y a sus costados una inscripción de dos líneas en letras góticas (izq.) y una escena de caza de ballena (dcha.). En el n° 17 de la misma calle se conserva otro dintel gótico, de similar fechación. No se halla completo, apreciándose la parte inferior de un doble escudo, con un hacha, dos picos, parte de un ancla y anagrama gótico en el campo, y fuera del mismo, una estrella de seis rayos acostada de dos panelas. Antigua Casa consistorial. El monumental edificio neoclásico, hoy desaparecido, se ubicaba cerrando el lado Este de Musika Plaza. Siguiendo la traza del arquitecto J. Antonio de Arzadun, fue construido en 1797 por el maestro de obras Miguel Antonio de Sarasola. En la G. P. V-N se dice lo siguiente de este edificio: "La Casa Consistorial es hermosa y original... En su fachada ostenta, sobre bases áticas, cuatro columnas de mampostería del orden jónico compuesto, empotradas hasta el tercio de los machones, que son de piedra arenisca y muestran en toda la pureza apetecible sus primitivas formas. El interior está bien acomodado, y toda la parte delantera superior la ocupa el salón de actos, que fue renovado y amueblado con elegancia el año 1912, con motivo de las Fiestas Euskaras...". Asteasuainzarra, edificio construido a principios del siglo XIX. Del mismo nos da Pascual Madoz, en su Diccionario..., el siguiente detalle: "Casa de D. Pedro Simon Asteasuainzarra. Mandó labrar este importante edificio D. Juan Ignacio Ayestaran vec. de esta v. y residente en Madrid: la mucha piedra sillar, los profundos cimientos, el excelente maderamen y la tablazón que tiene, debió ocasionar cuantiosos desembolsos, habiendo quedado sin concluir por el fallecimiento del Sr. Ayestaran ocurrido en 1819. La portada principal de esta casa es un intercolumnio clórico con un cornisamento que no pertenece rigurosamente a ningún órden, sobre el cual descansa un espacioso balcón de piedra que mejor pudiera denominarse un grande mirador. Sin duda el Sr. Ayestaran quiso que la fachada de su casa fuera enteramente igual a la que ocupa el Depósito Hidrográfico en esta corte en la calle de Alcalá número 56. El edificio en su interior es muy espacioso; grande la sala, grande el comedor, grandes los dormitorios, y todo con hermosas vistas hácia el pueblo y hácia el mar. A der. ó izq. de la casa hay dos estensas y bien tapiadas huertas y un poco de agua potable. Nosotros hemos habitado esta casa por espacio de dos años, muy satisfechos seguramente de la amabilidad y honradez de la familia que la ocupa, que es la del propietario y boticario del pueblo D. José Angel Goicoechea, nuestro apreciable amigo, que hoy la lleva en arriendo". Casa de Pascual Madoz, palacio ecléctico trazado por el arquitecto J. J. Belaunzaran y desaparecido al construirse el actual complejo Muscaria. Su promotor, Pascual Madoz, dice en su Diccionario (Madrid, 1850) lo siguiente: Casa del autor del Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. En el ángulo NE. de la villa y a la salida para las Mendilaubetas, se encuentra otro edificio de nueva construcción, hecho conforme al trazado del entendido arquitecto D. Juan José Belaunzarán, nuestro particular amigo. En el año de 1846 nos retiramos á esta pequeña pobl. para continuar en el verano nuestros trabajos literarios, fuera del bullicioso movimiento que ofrecen las grandes ciudades y los pueblos sit. en carreteras de gran concurrencia. La circunstancia de haber recobrado completamente en esta v. su salud, muy quebrantada por cierto, la única hija que teníamos entonces nos hizo cobrar particular inclinación a esta pobl., cuyos hab. por otra parte nos confundieron desde un principio con toda clase de consideracionnes y de favores. Y es de advertir que en esta v. la inmensa mayoría de sus hab. siguió la causa de D. Carlos, aumentando las filas del ejército carlista con su juventud valiente y esforzada. Pues á estos mismos hombres antes comprometidos por la monarquía absoluta, hubimos de merecer delicadas atenciones: nosotros que teníamos y tenemos grandes compromisos por la causa constitucional y que figurábamos en primera línea entre los defensores mas decididos del trono de Isabel II, volvimos al año siguiente a tomar baños y a continuar con nuestros trabajos, y siendo ya entonces íntimas nuestras relaciones con la recomendable familia de Narros y con otras personas notables de la pobl., determinamos construir una casa de campo en el mismo arenal. Hubo de parecer desde un principio atrevido el pensamiento, porque con el objeto de ver desde nuestra casa, el puerto de Guetaria, hicimos adelantar su situación hasta el mar 112 pies en la línea que marcan las demás casas de la pobl. que miran á la playa. Para dar una idea de esta pequeña casa de campo, que se construyó en 15 meses y principió á habitarse en 18 de Junio de 1849, hemos creído conveniente presentar la lámina siguiente: La figura de este edificio es un rectángulo con dos cuerpos salientes. La parte del N. y S. tiene 68 pies; la de E. y O. 81, siendo de advertir que la fachada del N. presenta 3 pisos por el declive del terreno y la del Mediodía 2 solamente. La entrada principal de la casa se halla en el hueco que dejan los 2 cuerpos salientes, donde hay una escalinata circular de 7 gradas que conduce á un tránsito: éste cruza todo el edificio de E. á O., habiendo á los dos lados bonitas escaleras de piedra con barandillas de hierro colado, según se deja ver en la lámina. En este piso después de atravesar el tránsito y un intercolumnio dórico, se halla una pequeña y linda sala elíptica pintada al óleo, que ocupan 4 estatuas, representando las 4 estaciones. A la der. se halla el comedor y á la izq. el billar, teniendo las 3 habitaciones 5 ventanas al mar y 2 al jardín. Hay además en este piso, varias habitaciones ó dormitorios modestamente amueblados. El piso principal tiene un magnífico salón: á su der. el despacho y antedespacho; á la izq. la habitación de la esposa del autor del Diccionario, siendo notable el dormitorio, por el hermoso papel dorado que cubre sus paredes, por la cornisa de la alcoba, que tiene 2 columnas góticas con basas áticas y capiteles dorados. Hay además otras habitaciones amuebladas con bastante gusto. En el piso bajo que tiene entrada independiente por la parte del mar, se hallan todas las oficinas de cocina, comedor de criados, despensas y otras varias con el mayor desahogo, habiendo también un cuarto de baño. Tiene además la casa guardillas habitables, terminando con la glorieta, sobre la cual cumple a nuestra lealtad decir alguna cosa. Supone el arquitecto Belaunzarán, y con el arquitecto suponen otros muchos que la glorieta hace mal efecto. Lo creemos así arquitectónicamente hablando, pero observando nosotros las hermosas vistas que en aquella altura se disfrutaban cuando se hacia el tejado de la casa, dispusimos la obra, aceptamos la responsabilidad y salvamos la de nuestro amigo, advirtiendo que cada vez estamos mas contentos de haber hecho la glorieta, porque en la altura que tiene, con las 4 hermosas ventanas, colocando allí un anteojo que domina grande estensión del mar, es un punto de recreo, es un punto de estudio también que llama justamente la atención de cuantos la visitan. En la casa no hay lujo, hay sencillez: no escasean las chimeneas y podría pasarse por esta circunstancia en el invierno sin esperimentar grandes fríos. El edificio en sentir de los arquitectos que le han visitado, está perfectamente concluido y en ello han tenido parte las personas siguientes: primera, D. Juan José Belaunzarán, arquitecto, quien después de oir nuestras intenciones y nuestros deseos hizo el trazado con libertad completa, acreditando en la ejecución de esta obra su celo, su actividad e inteligencia; segunda, D. Ignacio Iburuzqueta, genio especial que sorprende a cuantos le tratan utilizando sus conocimientos: él ha abierto los cimientos; él ha dirigido la preparación de toda la piedra sillería; él ha sido quien ha colocado toda ella; él ha intervenido y trabajado todo lo relativo á maderamen, advirtiendo que el suelo del salon, de los despachos y del gabinete principal están perfectamente trabajados con madera de tres colores graciosamente combinados. Es fácil encontrar a una persona que haga muchas cosas medianamente; pero Iburuzqueta hace muchas y bien, porque es de advertir, que igualmente ha colocado todo el papel de la casa, y si se le encarga la pintura de algún cuarto, que nosotros no le hemos encargado, lo deja decentemente. Reconocemos en Iburuzqueta un talento artístico privilegiado, y á estas circunstancias reúne una honradez á toda prueba. Iburuzqueta no es ya para nosotros el empresario de nuestra casa, es nuestro amigo, porque honra mucho la amistad de un artesano leal y entendido: tercera, D. José Joaquín Gastañaga, maestro de obras, que ha hecho entre otras cosas de mérito, las paredes interiores, las cornisas, los cielos rasos, los florones y los estucados. Es un artesano tan laborioso como formal, considerado en la prov. como uno de los más entendidos y adelantados: cuarta, D. Romualdo Besga, joven de noble ambición que ha pintado y dorado la parte interior y revocado las paredes exteriores con pinturas de mucho brillo. Jardín del Sur. un cuadrado de 250 pies, cerrado con elevadas y fuertes tapias para defender los árboles y las plantas de los vientos y de la arena que escupe el mar cuando las olas son muy impetuosas, forma el jardín de la casa que acabamos de describir. Una puerta de hierro dulce, con dos hojas, trabajada con esmero después de dibujarla el entendido Sr. Belaunzarán, da entrada á este jardín; apóyase la puerta en dos pilastras de piedra labrada, que rematan con dos globos esféricos de hierro colado, que tienen determinada significación: estos globos perfectamente acabados en la fáb. de fundición de Bilbao, simbolizan que aquella casa, que aquel jardín se ha construído con parte de la fortuna que el autor del Diccionario ha adquirido con la publicación de su obra: allí están los atributos de la geografía; y por este medio se halla desenvuelto nuestro pensamiento. Un camino espacioso con asientos en los lados, dirige rectamente á la parte principal del edificio en una distancia de 190 pies: otros varios caminos pequeños cruzan en todas las direcciones el jardín, habiéndolos muy estensos en todas las cercanías de la casa por la parte de E., O. y S. dejando espedita la entrada de la puerta principal y de las dos puertas laterales. El jardín contiene varias divisiones; con toda clase de árboles, plantas y adornos; y caprichosos dibujos en las cercanías de la casa. Las plantaciones se han hecho en este mismo año, dirigiendo todos los trabajos, el jardinero D. Isidoro Vinches. Si como es de esperar cumple todas las condiciones del contrato hecho con el autor de ésta obra, el jardín debe ser precioso, advirtiendo que también hemos hecho traer desde París, árboles y plantas de mucho mérito. Aunque el país en que el jardín está sit. es muy lluvioso, hemos creído conveniente traer aguas á esta posesión: afortunadamente pudieron nuestros intereses conciliarse con los de la v. de modo siguiente: carecía el ayunt. de medios suficientes para proporcionar á la pobl. esta importante mejora. Con este motivo nosotros hubimos de proponer á la municipalidad que adelantaríamos la suma necesaria para 2 fuentes de hierro colado, suma que pasará de 44,000 rs. y que deberá devolverse con el prod. de la renta del aguardiente en la cantidad que produzca en arriendo desde el año 1851 con la condición de recibir en el arca común una tercera parte de las aguas que tenía la v. y las que se obtuvieran en virtud de los nuevos reconocimientos. Teniendo el ayunt. comprometida en la actualidad la renta del aguardiente por 2,000 rs., si obtuviese ese mismo prod. en los años sucesivos tardaríamos en reintegrarnos 22 años, ó lo que es lo mismo, recibiríamos como pago de capital menor cantidad de la que nos correspondería por interés legal. La v. después de los nuevos reconocimientos tiene hoy tanta agua como tenía antes, y á nosotros nos corresponden 12 azumbres por minuto. La pobl. está contenta: nosotros también estamos satisfechos. Al hablar de la fuente principal de la v. dejamos la dirección de su cañeria en la calle de Orape: al salir de esta calle y entrar en la de Azara hay una arcada de distribución con su llave y otra de registro, siguiendo la dirección de las aguas por debajo de la teja vana de D. Juan Lorenzo Fernández, la que atraviesa la línea recta por entre huertas hasta salir á la plazuela de Oriente, en donde hay 2 arcadas o registros y va en línea casi recta hasta la puerta pequeña del jardín que describimos donde hay otro registro, subiendo la cañeria á un depósito circular de madera forrado de zinc con gruesos sellos de hierro, pintado al óleo y colocado sobre una pared circular con su correspondiente puerta, á fin de que el espacio que encierra sirva para guardar las herramientas del jardinero, mangueras de hierro. etc. etc. De este depósito se distribuyen las aguas á los puntos convenientes: dista el manantial de Iruerrequeta al centro de este jardín de 4,810 pies, y el de Estarain 3,210. La fuente que vamos describiendo tiene en su circunferencia 8 cabezas de leon que arrojan el agua por la boca, y al pie 4 serpientes que la despiden por el mismo punto y los ojos. En la parte superior de la fuente hay un tubo de bronce, en el que se adaptan con facilidad otros muchos, dispuestos de manera que formen vistosos y variados juegos: entre estos hay: primero, uno giratorio que dando vueltas en sentido horizontal despide varios filetes de agua en el vertical, mientras cuatro tubos curbos la arrojan oblicuamente, formando una línea espiral en descenso: el segundo representa un paraguas ó un hemisferio de cristal según la distancia á que se coloca una pieza unida al tubo por medio de una rosca: en el tercero, una boquilla despide el agua á modo de regadera, pero sin formar filetes, sino dividida en menudas gotas que siguen en la subida y el descenso un movimiento admirablemente uniforme: el cuarto, se compone de siete surtidores, uno de los cuales despide el agua en dirección vertical, mientras los seis restantes la arrojan con cierta oblicuidad, cayendo toda ella ya al estanque, ya á la taza, según la presión que se le dé: el quinto, figura una araña de cristal, que según la mayor ó menor presión del agua crece ó mengua, despidiéndola al estanque ó á la taza: el sesto, es un surtidor sencillo de dos boquillas, de las cuales se emplea la menor, cuando solo se desea renovar el agua del estanque, para impedir su corrupción. En la mayor se coloca una pequeña figura dispuesta de modo que al impulso del agua le eleve y haga permanecer en el aire todo el tiempo que aquella corre á 8 ó mas pies de la boca del tubo. Mientras se verifica cada uno de los referidos juegos, los lagartos, serpientes y leones, continúan echando agua, y en la circunferencia del estanque ó sea parte superior del brocal, corren varios pequeños surtidores que la arrojan fuera de él en forma de arcos, y mueven con su impulso alrededor de la fuente, por un camino que podría llamarse hidrostático, un carruage, cuyas ruedas están acomodadas sobre dos carriles como las de los locomotores de los caminos de hierro. Estos juegos se varían á favor de una llave de bronce colocada en uno de los cuatro bancos de piedra con hermosos respaldos de hierro que rodean al estanque; otra llave inmediata á la anterior, sirve para dar ó quitar el agua á los lagartos y otra para hacer jugar los surtidores que mueven el carruage. Jardín del Norte. Ya hemos dicho que la casa se halla dentro de las paredes del jardín, á escepcion de la fachada del N. en cuyo lado tiene un cerrado semicircular de 40 pies de radio y 16 de altura, comunicando con el jardín del Mediodía por dos portillos abiertos en las tapias á uno y otro lado de la casa. Este jardín tiene en forma semicircular un patio enlosado, y después por medio de una pendiente cubierta de verdor, de arbustos y de flores, sube al paseo que hay en la parte mas elevada del semicírculo, formando un mirador que domina el mar y toda la playa. En el centro del semicírculo hay un pequeño estanque de conchas marinas, de entre las que sale el agua chocando en todas direcciones. Huerta. Contigua al jardín del S. y comunicando con él hacia la parte E. se está formando ahora una huerta que tendrá mayores dimensiones que aquel. Debe cerrarse con altas paredes para que prospere la vejetacion. Dentro de la huerta está construyéndose en estos momentos una casa de labor, que servirá para albergar las caballerias, ganados y aves, con cocinas para coladas y otros usos, leñera, carbonera y pajar. En las inmediaciones de la casa se está construyendo tambien un abrevadero rústico con varias plantaciones de yedras, juncos y otras de la misma clase alrededor. Se construye igualmente un pequeño estanque de silleria, cuyas aguas servirán para riego y para pesquera. Zaleta Berri, también conocido como Villa Munda, palacete ecléctico mandado construir en el último tercio del siglo XIX por el médico Pedro González de Velasco. Sanz-Enea, palacete ecléctico construído en el último tercio del siglo XIX por el arquitecto francés C. H. Besoin. Cruceros renacentistas, situados en la plaza de acceso al convento de San Francisco y en el exterior de la iglesia parroquial. Molinos antiguos: Igaran, Errotazar, Antxunarrutegi, Abendaño, Errota-berri y Olaa. (Ref. Angel Allende Salazar: "Tratado de Molinología"). Por decreto del Gobierno Vasco de 12 de julio de 1994 (BOPV de 19 de agosto) el casco histórico de Zarautz fue declarado Bien Cultural con la categoría de Conjunto Monumental, fijando la misma disposición legal su régimen de protección.