Santuario de Arantzazu. Oñati (version de 2005)

A propósito de la vieja calzada que abrieron de mancomún mondragoneses y oñatiarras, vimos que Garibay hacía mención de la Cofradía. Los orígenes y carácter de la primitiva cofradía de Ntra. Sra. de Aránzazu son un poco oscuros y borrosos. Garibay, que nos da sus primeras noticias, dice que al principio estuvo formada por vecinos de Oñate y de Mondragón. Y a dichos cofrades de los dos pueblos atribuye la proeza de abrir la primitiva calzada o camino hasta Arantzazu. Pero después esta cofradía de las dos villas se deshizo "considerando -dice- que con el tiempo podrían de la congregación de gentes de dos pueblos nacer cuestiones y diferencias", y así la cofradía vino a quedar reducida a solo Oñate. Estos cofrades de solo Oñate -prosigue informando Garibay- por los años de 1491 acordaron "traer de su Santidad muchos perdones y indulgencias para los que a esta sancta casa de Arantzazu visitasen y hiciesen limosnas". Garibay nos ha conservado incluso los nombres de algunos de estos primitivos cofrades que otorgaron su poder ante escribano público. La evolución ulterior de la cofradía, radicada ya sólo en Oñate, su genuino sentido e intención, no está del todo claro. El P. Lizarralde ha tratado de desentrañarlo, suponiendo que en ella se agrupaban las fuerzas y partidos de Oñate que, aunque hostiles entre sí, coincidían no obstante en oponerse al dominio y pretensiones de los señores Condes de Guevara sobre la villa. Por esto estaban excluidos de la citada Cofradía tanto el Conde como todos sus paniagudos y renteros. La Cofradía se tituló con el pomposo nombre de "Ilustre y nobilísima Cofradía de nobles de Ntra. Sra. de Aránzazu". El incendio de 1834 y la exclaustración subsiguiente de los religiosos marcan el final y extinción de esta antigua y gloriosa Cofradía. También en Ultramar los oriundos de las provincias vascongadas y Navarrra erigieron célebres cofradías de Ntra. Sra. de Aranzazú -con acentuación aguda-. Una de las más importantes fue la establecida en el s. XVII en la ciudad de México. Esta cofradía poseía su capilla de la Virgen de Aránzazu en el convento de San Francisco de dicha ciudad. Obra de esta hermandad fue la erección del colegio de "las vizcaínas" para educación y dotación de niñas pobres. Cofradías similares existieron en otros puntos, como Lima y Manila. En nuestros días ha sido restablecida nuevamente la Cofradía de la Virgen de Aránzazu, rigiéndose por los estatutos que fueron aprobados en 1917 por el obispado de Vitoria. Su fin es fomentar y propagar la devoción a Ntra. Sra. de Aránzazu. La Cofradía radica en el Santuario. Está erigida también canónicamente en el convento de San Francisco de San Sebastián. Existen grupos organizados, sin erección canónica, en Oñate, Tolosa, Azpeitia, Azcoitia, etc. Su director general es el P. Guardián del Santuario.

LVC