Barrios de San Miguel y San Juan. El barrio de San Miguel en la orilla izquierda del río surge de forma espontánea debido al mercado semanal que aquí se celebra desde el establecimiento de los francos en Estella El mercado tradicional fue reconocido por D. Sancho el Sabio el año 1187; el monarca regularizó, asimismo, la situación jurídica de las gentes que habían poblado el lugar en las cercanías del Mercado Viejo. En el lugar denominado el Parral, cerca de San Miguel, cedió terrenos para erigir edificios a cambio de un maravedí de cruz al año por cada casa. El Parral era un coto de caza de la corona en el que había algún terreno del monasterio de Iratxe. Este mismo año, Sancho el Sabio hizo al monasterio de Irache donación de la iglesia de San Juan Bautista, que había mandado construyeran los monjes de dicho monasterio en la nueva población levantada por el rey en Estella. Así consta en varios documentos que obran en el A. G. N. (Doc. Ir., núm. 142, original, ligeramente estropeado; doc. Ir., núm. 76 y núm. I 16, copias del siglo XVIII). En el texto hay una precisión muy interesante desde el punto de vista arqueológico, por lo que hace a la historia de Estella. Se dice: "Dono (...) illam ecclesiam sancti lohannis quam facio fieri a predictis monachis in populatione de Stella, quam ego populaui ultra pontem Sancti Martini iuxta uillam de Liçarra et iuxta rupem Sancti Michaelis in hereditatibus meis", etc. Lo que, traducido literalmente, viene a decir: Doy (...) aquella iglesia de San Juan que mando construir por los citados monjes en la población de Estella, la que poblé yo más allá del puente de San Martín junto a la villa de Lizarra y junto al peñasco de San Miguel en mis heredades", etc. "En el año siguiente -recoge Yanguas-, el mismo rey mandó hacer otra población en el Arenal donde estuvo la viña del hospital de Estella; concedió a los nuevos habitantes el Fuero de los burguenses de aquella ciudad, y que sólo pagasen un maravedí como los del Parral. De esta manera vino a ser Estella una población compuesta de navarros, francos y judíos, lo cual debía producir celos y discordias entre los vecinos". Navarros eran los habitantes de Lizarra, lo eran también en su gran mayoría los de San Miguel y San Juan, francos -de origen y de estatuto jurídicolos del barrio de San Pedro y judíos los de la aljama. Las rivalidades no sólo tuvieron origen étnico, sino de enfrentamiento de diversos modos de producción: agropecuario aun los vascos, comercial los francos y financiero los hebreos. El establecimiento de un nuevo mercado en el barrio de San Juan (Mercado Nuevo) origina un conflicto entre comunidades raciales iguales. Teobaldo I, poco habituado aún a gobernar su nuevo reino, cedió a las presiones de los de San Miguel concediéndoles en 1236 la facultad de volver a celebrar mercados en su plaza pero en 1244, debido a la protesta de los de San Juan -barrio en el que quedaban también englobados los habitantes de la primitiva Lizarra-, tuvo que dejar en nada el acuerdo de 1236 y el mercado se celebró en la plaza Nueva. Pedro Miguel de Ynzurra y Marquesa, su mujer, arriendan a Sorbeyllida, viuda de Salomón Levy, un huerto en la Plana en el año 1321.