¿Conquistada por los musulmanes?. En el año 714 los musulmanes invaden Navarra sojuzgándola en gran parte. Sin embargo, en la Crónica de Alfonso III y refiriéndose a la época del reinado de este monarca (739-757), Alava, Vizcaya, Orduña, Pamplona, la Berrueza y una comarca denominada Deyo figuran como "desde siempre poseídos por sus moradores". Que Estella se hallaba incluida en esta comarca parece estar fuera de toda cuestión, sobre todo si se tiene en cuenta que la tierra de Deyo o Deyerri abarcaba a una extensión mayor que lo que luego fue el valle de Yerri según se desprende de la documentación del siglo X y XI que cita a Zarapuz de Deyo cercana a la villa de Legardeta (Becerro de Iratxe, 22 r-v), hoy en día despoblado del que sólo queda un caserío unido a Novaleta del Sur del término de Estella, en la orilla izquierda del Ega. Y no sólo llegó hasta Zarapuz esta comarca, sino que se cita como la primera y más importante de sus fortificaciones a San Esteban de Deyo, identificada hoy con Monjardín, al Suroeste de Estella. Y así como esta fortificación fue poseída momentáneamente en el 882 por Mohamat Ibn Lupi de la familia Banu-Kasi (Cron. Albeldense, Esp. Sagr., t. XIII, p. 459), nada semejante consta de Lizarra, pueblecito insignificante de la vía romana. Las crónicas Albeldense y de Roda atribuyen a Sancho I Garcés el control total de este territorio para Navarra (año 905- 914). Pero, haya existido o no dominio musulmán, lo que es indudable es que la invasión se refleja en la documentación estellesa: en 1171 Bruno Cordela y Juana, su mujer, venden a Muza, hijo de Jucef, una viña (Comptos, caj. i, n.° 8), en 1174 la mujer de Esteban Marescoth (¿Muriscot como en Biarritz?) recibe a censo 4 tiendas, etc. El 4 de junio de 1949 fue hallado en término de San Andrés de Ordoiz un pequeño tesoro de monedas de plata musulmanas, lo cual aporta un testimonio más de la influencia y presencia musulmana en la zona. Las monedas son dírhemes del emirato datadas entre los siglos VIII y IX (Cfr. Mateu y Llopis: El hallazgo de dírhemes del emirato..., "P. de V.", 1950, núms. 38-39, p. 85). Sin embargo, como ya se sabe, la tesaurización no quiere decir presencia permanente, y menos dominio, por lo que no aporta dicho hallazgo prueba alguna en tal sentido.