Kontzeptua

ETA - Euskadi ta Askatasuna (2002ko bertsioa)

Pese a lo que pudiera parecer en apariencia, los efectos del juicio de Burgos son nulos sobre la organización. Encarcelados todos los cuadros -menos Echave y algún otro-, paralizada la acción por la represión, vaciada la base por los seguidores de la sexta asamblea, la red interna de ETA queda devastada, en especial en su aspecto ideológico, hasta 1972 en que, merced al ingreso de nuevos elementos -incluso grupos tales como EGI -Batasuna y Gatazka- se recompone poco a poco.

Asume el mando de las "operaciones militares" Eustaquio Mendizábal, el legendario Txikia, ex benedictino, que imprime un ritmo suicida a la acción de tipo comando y consigue, mediante consecutivos atracos, dotar de armas a los grupos a sus órdenes.

ETA reemprende la acción armada. Trata de poner de nuevo en marcha los otros dos frentes, obrero y cultural, pero el dominio que los "milis" ejercen sobre ambos y las sucesivas caídas que las acciones armadas traen consigo, matan en el huevo toda posible "politización" de ETA.

Este año 1972, el Frente Cultural es integrado en el obrero. Los comandos de Txikia destruyen varios locales del sindicato único, atracan y realizan varias operaciones, de las cuales, las más importantes son el secuestro de Zavala, del consejo de administración de Precicontrol, el 17 de enero de 1972, y el de Felipe Huarte, magnate de la finanza navarra, el 16 de enero de 1973. ETA cree ver en estas acciones la posibilidad de crear condiciones nuevas más favorables para el trabajo revolucionario. El 19 de abril de este año es abatido a tiros en Algorta Eustaquio Mendizábal. Un comando que lleva su nombre hará saltar por los aires al presidente del Gobierno español, Luis Carrero Blanco, el 20 de diciembre de este mismo año. Era la contestación por la muerte de Txikia, obra intelectual y material de José M.ª Beñarán Ordeñana "Argala".