Kontzeptua

Comercio (1978ko bertsioa)

El vino en la costa vasca. El consumo de vino en Guipúzcoa y Vizcaya fue muy reducido hasta el s. XVI. La población se autoabastecía con los viñedos locales, y la sidra constituía la principal bebida alcohólica. En general, las ordenanzas municipales de las villas prohibían la importación de vinos, no sólo extranjeros, sino de otras tierras que no fueran de la misma población. A mediados del s. XVI comienzan a aparecer los caldos gallegos en las ciudades y villas marítimas. El transporte de vino de Ribadavia por mar resultaba más rentable que el del interior de la Pesínsula. Normalmente, las ordenanzas prohibían abrir las barricas del vino gallego hasta que no se hubiesen agotado las existencias del local. En 1589 se prohibió a los vizcaínos ir a Galicia por vino, permitiéndose en cambio que fueran gallegos los que lo trajeran al Señorío. La razón era que los vizcaínos pagaban en Galicia el vino al contado, mientras que los gallegos compraban en Vizcaya, tras haber vendido su vino, hierro que extraían para Galicia. En Guipúzcoa se extendió pronto la afición al vino navarro: a mediados del s. XVI Garibay ya nos informa de las importantes compras que de vino navarro hacían los guipuzcoanos. Finalizando el siglo exportó Navarra en tres años 25.579 cargas de a 12 cántaros. Mercaderes guipuzcoanos y arrieros vascos y moriscos aprovechaban las ferias francas, como las de San Fermin, en Pamplona, que duraban 22 días, o las de Viana, que se celebraban del 19 al 30 de junio, para extraer vino que encaminaban a lomo de caballerías hacia Guipúzcoa. Entrado el s. XVII hace su aparición en Vizcaya el vino riojano, que pronto desplaza al gallego, al principio, y finalmente al local. En el s. XVIII el vino había sustituido definitivamente a la sidra como bebida predilecta y, de creer al P. Larramendi, Guipúzcoa gastaba en vino forastero tanto como ganaba exportando hierro.