Kontzeptua

Comercio (1978ko bertsioa)

El trigo navarro. La Ribera navarra era excedentaria en trigo y Vizcaya y Guipúzcoa tenían necesidad de él. Sin embargo, la salida de cereal del reino estaba dificultada, si no prohibida. El viajero Enrique Cock anotó en su diario, a finales del s. XVI, que en Viana, los Arcos y las tierras del Conde de Lerín el pan y el vino eran «abundantes y baratos por la dificultad de la saca». Con todo, Garibay afirma que Navarra exporta trigo a la Rioja, Alava y sobre todo Guipúzcoa, «por la hermandad que ambas naciones siempre tienen». Con licencia o sin ella, salían al comenzar el s. XVII para Guipúzcoa 80.000 robos de trigo al año. En un memorial presentado en 1632 a las Cortes se afirma que Navarra podría exportar, si el comercio fuese libre, 50.000 ducados de trigo a las Vascongadas, evitando así el contrasentido de que Bilbao se hiciera traer desde Bayona 100.000 ducados de trigo francés al año mientras el grano navarro dormía en los graneros. El problema no era sólo político sino también económico: los caminos se hallaban en un estado tan deficiente que el trigo llegaba más fácilmente a las costas vascas desde lejanos puertos franceses, andaluces y hanseáticos que desde el Valle del Ebro y la Meseta Castellana. Así, en la Junta de Bermeo de 1526 se solicitó licencia real para la saca de hasta 10.000 caíces de trigo de Andalucía, y permiso para solicitar al rey de Francia la saca de trigo de sus reinos. Para nada se citan Castilla, Aragón o Navarra.